lunes, diciembre 18, 2017

La esperanza de un anarquista

"Para mí, el sentido moral proviene de los instintos más poderosos de todo ser viviente. Quiero decir, de los instintos de conservación y felicidad, que tan pronto como viene la inteligencia, generan un tercer instinto, el de amor de la raza. Tan pronto como cualquiera criatura inteligente comienzan una vida social están obligados de a deberes sociales: de ahí la noción de qué es justo y qué es injusto, de qué es bueno y qué es malo. Por consiguiente, podemos decir que la moral así como todo lo demás hecho por el hombre, tiene el propósito de conservación y felicidad. Esa es la razón por la cual quien expresó que la naturaleza fundamental de la moral no varía, tenía una razón, y esa es la razón por la cual los hombres rompen una relación moral con cualquier cosa o persona tan pronto como dejan de creer en su bondad y justicia. Y este es el porqué toda nueva idea que indica progreso tiene en sí una bondad superior. 
Lo que expresó Kropotkin en su Moral Anarquista: "Haz a otros lo que desearías que los otros te hicieran a ti, en las mismas circunstancias", puede ser la base de la moral. Por supuesto, muchos camaradas lo han criticado, pero mi pequeño yo cree que está muy cerca de la razón. Nad nuevo en esto, salvo una pequeña modificación que no solo ordena no hacer cosas injustas, sino ordena también hacer el ven. Y esto es progreso. Toda persona normal puede estar de acuerdo. 
El problema y las diferencias comienzan cuando se ponen en duda los valores morales de nuestras instituciones presentes, de nuestro contrato social, de nuestras costumbres. Y surgen más complicaciones cuando tratamos sobre detalles de la vida, del carácter relativo y absoluto de esta, porque todos somos individuales y, lo que es más importante, criaturas determinadas que se guían en la vida por una influencia de nuestra vida personal, en medio de un conflicto perpetuo entre la mente y el corazón. 
Pero tenemos instintos que nos guían, e inteligencia que los sirve, y después de todo, una naturaleza fundamentalmente igual. Esas cosas serían suficiente si el hombre no fuera susceptible a la degeneración, tan pronto como abandona su modo de vida natural. Aquí afrontamos un problema gigantesco; no una carta, sino un libro será necesario para resolverlo, o mejor, para explorarlo. 
Antes de concluir, me planteo a mi mismo una pregunta, y la respondo "¿qué es lo bueno y qué es lo malo? Hasta ahora, desde las más grandes luminarias hasta los últimos dagoes que vagan por el país, la idea es: "todo lo que me ayuda es lo bueno, todo lo demás es lo malo". Es como expresó Gorki sobre la moral del salvaje, y es como sigue: "Si robo la mujer de mi vecino, eso es lo bueno; si mi vecino me roba mi mujer, es lo malo". Para ser exactos, hay muchos y suficientes principios morales que abstractamente son ciertos, pero están viciados por su aplicación. 
El anarquista va adelante y expresa: todo lo que es ayuda para mi sin perjudicar a los demás es bueno; todo lo que ayuda a los demás sin perjudicarme a mi también es bueno, todo lo demás es malo. Busca su libertad en la libertad de todos, su felicidad en la felicidad de todos, su bienestar en el bienestar universal. Estoy con él" (Fragmento de a carta de Vanzetti a la sufragista Elizabeth Glendower Evans) 

Ayer estaba molesta y triste mientras veía el conteo inicial de las votaciones, mi pecho dolía con tanta desesperación no porque perdiera Guillier, porque él no me interesa en lo absoluto, tampoco el bloque que representaba. Si bien tardé en comprender completamente mi postura ante estas elecciones, reconstruí mediante análisis mi postura final: tenía miedo de la peor opción, del bloque político económico, pensando que esto arriesgaría luchas pasadas. Pero no, la lucha no estaba completa, la reforma no es un avance, porque esta puede ser destruida con facilidad; el Estado aún, con la Nueva Mayoría y los otros partidos nuevos que hablaban de una alternativa de gobierno, aún hedían a burguesía, se habían manchado del poder burgués que distingue a este Estado. Nunca fueron opción porque jamás hubo responsabilidad de sus militantes... y no hablo de la responsabilidad de los burgueses disfrazados de ovejas, sino de los pobres que no alzaron la voz en sus propios partidos para limpiar de corrupción sus actos. Luego, vienen a decir que debieron votar por el FA, pues acaso no cometieron la misma equivocación, su obsesión con sus partidos hizo que hedieran a caudillismos, hicieron sus esfuerzos, pero estos no eran los que debieron ser. No lo lograron. 
Así que estaba triste y decepcionada por los traicioneros, los desclasados, aquellos que alguna vez incorporé como "mi pueblo" al cual pertenezco. Estos agredieron con su inconsciencia, golpeó tan fuerte con su moral inmoral, me dolió, me dolió esa fuente de egoísmo recalcitrante, me hicieron recordar todos los momentos de mierda de esta sociedad. Mi pecho ardió y sollocé pensando "traicioneros". 
No obstante, al subir al bus me puse a leer esta carta, me emocioné y me llené de esperanza, pues era el ultimo impulso para definirme: en mi pecho arde mi responsabilidad individual de acción y mi propósito de transformación colectiva. Mi pecho ardía y decía "REVOLUCIÓN!" y por mi pueblo, por lo que aman, por los que dignifican, por mis compañeros, REVOLUCIÓN! Mi corazón quema estas cadenas, quema como un zapatero y como un vendedor ambulante. Me sacudo de todas las cargas para nuestra libertad y recobro la fe por la historia de los sencillos, de los que vemos que el esfuerzo es romper los grilletes, más allá de la conservación de la felicidad y la dignidad. Y te señalo a ti traicionero, agresor! moralista inmoral! que decides conservar mis cadenas! Traicionero! Y te digo traicionero viéndote como un par, porque tu irresponsabilidad mata, destruye y me quita dignidad. No pretendo infantilizarte, eres un agresor! se responsable de tu inmoralidad! 

Pongo mi esperanza en la bondad y en mi inteligencia! hay que transformar esta sociedad!

viernes, diciembre 01, 2017

Germinar

Me poso en la oscuridad de la distancia buscando tu cuerpo, tu mirada que florece en la mañana junto a la mía, la frescura de tu piel en la brisa que se cuela por la ventana. Mis canas ennegrecen a cada minuto que siento este latido pueril, vivo, ¡vivo!, vivo como si todo fuese una nueva historia. Me pierdo en la tonalidad que gira en torno a tus pupilas, recuerdo y tiño la madera del color de tus ojos. ¡Oh, alma mía resplandeciente! enardece mi boca ante tu mueca sencilla y sensible, te toco y mi labios se vuelven ceniza, me entrego, me entrego, me entrego completamente quemada por esta locura sublime. Y la cama que fue sólo mía, ahora expele petricor de nuestra piel de tierra y los ríos de emociones. Allí nuestra semilla late para unirnos en un solo sueño. Te amo.

lunes, noviembre 27, 2017

Una carta al amor

Entre murmullos compañeros he mencionado que el querer es distinto a desear, puesto que este último no es más que una pulsión de acercamiento a lo que nos pareció arrebatado, no a una persona, sino a las posibilidades. Por otro lado, el querer es racional, se quiere siempre con los pies bien puestos sobre la tierra, se quiere cuando conoces, cuando te anticipas y ves las posibilidades. Detrás de querer no sólo hay deseo, un impulso gallardo que te lleva a tomar lo que te extirparon hasta la miseria, sino que hay conocimiento de cómo alcanzarlo, es decir, hay mucha responsabilidad existencial detrás de querer. Y aquella responsabilidad existencial encuentra su propósito en lo álgido de la libertad. Entonces, ¿por qué hablar de "amor" si "querer" es lucha?, porque el amor es la utopía, porque el amor es el poder de todos. 

Y hoy te escribo amor reconociendo la miseria del mundo, cobarde y confundida, amodorrada de la rutina y capitales. Te pronuncio mis palabras desde la comodidad de mi posición semi-aburguesada mientras que a la distancia veo el castigo de los que no pecan, de los que nacieron en el barro y fueron rescatados con el balde que tuvieron que usar para trabajar. Te hablo de mi comodidad semi-aburguesada, malcriada y que piensa que encontró libertad en una profesión, pero heme acá, con las uñas limpias. Hablo de suerte de mi posición, de la posición de los que me antecedieron, porque con esfuerzo tengo más que migajas; hablo de suerte de mi posición social, porque tengo miedo a arriesgarlo todo. ¿Qué libertad he obtenido más que un tanto de suerte? 

¿Y qué es la libertad? Si el tirano tiene una mano igual a la tuya, manos que entran a bolsillos llenos, mientras que las de otros se llenan de llagas. Libertad es ante el tirano, ante la mano que jamás fue amiga y que pide deshonestamente tu perdón en papeletas y carnavales. Libertad, amiga mía, es tener la posibilidad de ser en potencia, el trabajo cooperativo, yo siendo el impulso significativo que te sube a mis hombros para que veas más que antes, para que veas detrás de los muros que instalaron los tiranos. Y te arrojo palabras que siguen enajenadas, porque no conozco amor, porque no conozco utopías completas, sino pequeñas victorias, pequeñas victorias que se llaman tú y yo. Te llamo amor, porque encontré el nido de las aves que están dispuesta al vuelo, porque no me he perdido en la suerte, porque me he encontrado en las razones. 

He encontrado las razones en el deseo, en el deseo que surge de la miseria que ofende, porque la ofensa es la reducción de tu dignidad, es usar lo que tienen para empobrecerte, aislarte y arrebatarte hasta la fe. La ofensa surge de la contraposición política, porque la ofensa es una agresión, la acción contraria de mi derecho, la acción contraria de la ley que escribimos con esfuerzo en la historia: Nuestro derecho. ¿Pero sabes, amor?, soy mujer y mi historia es distinta al deseo de libertad de otros, otros que olvidan que también fuimos historia. 

lunes, octubre 30, 2017

Requisitos actuales

La percepción que tengo actualmente sobre la política es diferente a la que se podría apreciar hace unos años, a pesar que ya se había instalado ciertos principios para que estos sucediera. Para ser más clara, quiero hablar sobre cómo lo personal se ha transformado en un requisito político, porque, si bien este slogan se rescata desde el inicio del feminismo radical, no es hasta ahora que es posible apreciar que existe una discusión moral detrás de una posición política. Era consabido que el viejo senador o diputado tenía gustos peculiares con prostitutas, o abusaba de su familia en diversas formas, pero ahora ese tabú es transparentado y no sólo eso, tu moral se vuelve un requisito en tu participación política. Esto indica que hay que dirigir la participación política a este nuevo requisito, el cual solventa el capital social dentro de cada organización y que posteriormente puede llegar a la consolidación de un poder social. 
 

jueves, octubre 26, 2017

La mecha corta

Díganme mecha corta porque no callo por largo tiempo aquello que quema, porque no estoy dispuesta al silencio, porque no estoy dispuesta a los malos tratos. Diganme mecha corta porque prefiero libertad en vez de padecer, explotar en vez de ser lanzada al agua para jamás servir. Prefiero no dar el tiempo a una reacción para que así pueda reconocer las causas, porque es seguro que no se escondan y vuelvan pensando que no he funcionado. Prefiero las ansias del ahora,  prefiero la acción inmediata, prefiero explotar en la mano de quien enciende el problema. No, no vuelvo intacta después del fuego, soy y me disperso, me entrego con fuerza a un recuerdo, me entrego para decir "jamás".

viernes, octubre 13, 2017

Temor de Dios

Cuando el mundo me rodeó con su inmensa sombra, supe que ese momento no era para temer de Dios, sino para alumbrar con mi bandera. Solo la oscuridad podía ser extensa, tan grande, que nos pensáramos a nosotros mismos como incapaces de medirla, de comprender su tamaño, pero fue justamente por eso que me desafié al aprendizaje, no así a la enseñanza, porque la enseñanza era mi tumba y el aprendizaje las alas. Y así de sencillo, era yo la que se paraba desafiante ante algo y así jamás caí, porque la certeza se volvió lo que era, un lugar y nada más, un acierto o un error. Así nada más, me sostuve ante ti para desafiarte con lo que yo iba aprender, tomando el riesgo de seguirte.

martes, octubre 10, 2017

Un breve ensayo sobre feminismo

El principal propósito de éste documento es la revalorización de la historicidad de la lucha feminista, considerando contradicciones discursivas y metodológicas en el movimiento. Para ello sólo consideraré 4 contradicciones:
1) "Determinación biológica del dominante"
2) "El argumento binomio se vuelve el principal enemigo"
3) "Arbitrariedad punitiva"
4) "Paternalismo"

Determinación biológica del dominante.

Simone de Beauvoir arranca en su libro más reconocido, El Segundo Sexo, con la premisa que existe una construcción cultural de poder que se basa en el binomio sexual, es decir, se determina biológicamente prácticas que son culturales. Esto indica que en torno al sexo se edifica una estructura de dominación, que invalida culturalmente a un sexo, pero que es ejercida socialmente. Aquí da cuenta que existe un privilegio cultural (o poder cultural), que consta en subordinación de la subjetividad de un sujeto, el cual es construido con roles y condiciones materiales. Por lo tanto, acá ella nos indica que hay que poner en cuestión la dotación de poder cultural, es decir, en la construcción de roles que determinan el género privilegiado y subordinado (el valor). 

Sin embargo, en la práctica punitivista, la masculinidad es el hombre, no así los roles entregados. Si se sigue determinando biológicamente el rol, damos por sentado que el feminismo fue un movimiento que nació muerto, porque sólo por la transformación de sexo se podría destruir el patriarcado. La razón de decir que "la masculinidad es el hombre" es cuando se da por sentado que el hombre adquirirá su rol y siempre ejercerá su potestad: "El hombre es privilegiado". La masculinidad también se construye. Este hecho viene a cuestionar sloganes de separatistas y liberales, que levantan la bandera del "lesbianizate". 

El argumento binomio se vuelve el principal enemigo. 

Para este caso recurriré al ejemplo que vengo analizando hace un tiempo, donde he discutido si el "Stealthing" puede ser considerado violencia de género o violencia sexual. Lo primero que hice para poder analizar las partes fue aseverar: la condición "receptiva" o femenina es subordinada ante la condición "penetrante", situación que se reitera en la masculinidad y feminidad de homosexuales. Hasta el momento iba todo bien, hasta que percibí que grupos que sostienen como bandera de lucha la abolición del binomio de género, aseverando que no existe un sentir o una esencia femenina ni masculina inherente al sexo, obviando la construcción histórica y cultural de ese poder. Hay que reconocer dos cosas de ese postulado: valida que el género es una construcción cultural, pero obvia que la lucha es en torno a esa razón. El problema no es el rol, sino el privilegio que hace que resurja la nomenclatura e incluso para ser utilizada instrumentalmente para el análisis. 

Si nos basamos en planteamientos de dominación cultural o simbólica explicitadas por Pierre Bourdieu, el sentido y el significado de una práctica es producto de la relación, donde la dotación de un capital es el que hace la diferencia. En este caso, "la penetración" es la cualidad o condición dominante porque es la potestad de poder, y la "recepción" es la cualidad subordinada. Si se tiene esta condición es dominación, empero la "recepción" sí tiene una condición de poder ¿ésta no estaría ejerciendo un poder ante la "penetración"? Caso donde el control de natalidad lo sostiene la mujer (píldora anticonceptiva). ¿Existe un privilegio producto del patriarcado?  En ese sentido, la condición "receptora" y "penetrante" solo tienen sentido en la práctica y no están dotado sui generis. Lo que vuelve a postular que el problema es el privilegio de una construcción cultural, no así la nomenclatura femenino y masculino, siendo estos últimos la expresión del privilegio (que en términos materialistas, sería la propiedad de los medios culturales). 

Arbitrariedad punitiva 

Llamo "arbitrariedad punitiva" a todo aquel caso que sea producto del apogeo de una de las posturas feministas durante ciertos periodos, las cuales han llegado a contradecirse históricamente. Hace años atrás, en especial en mi universidad, vi el apogeo del "pornoterrorismo", ya que llamaba a la mujer a conocer su cuerpo y la sexualidad: si contradecías eras machista y sometías a la mujer a su virginidad, siendo objeto de deseo, pero incapaz de descubrirse a sí misma. Este año, con el apogeo radical y separatista, el porno es nuevamente aniquilado, ya que demuestra que tiene relación con las prácticas de dominación sexual, que son naturalizadas: si contradices, eres machista y estás a favor de la explotación de la mujer. En ese sentido, vemos una contradicción en lo que se puede entender por libertad y una disputa entre feminismo liberal v/s radical. Cuando el principal problema es la definición de libertad, es necesario comprender cual la condición de dominación. Aquí ninguna de las dos posturas ha defendido cual es la condición, pero si el castigo y la denuncia. 

Si sigo la línea que vengo a defender en este ensayo, la libertad es en torno a la propiedad del privilegio, es decir, la propiedad del valor y su administración. En otras palabras, la libertad consta en la socialización del acuerdo, considerando la potencialidad de los valores y su práctica. Por lo tanto, la subordinación de la mujer en la libertad sexual, se situaría en la capacidad de descubrimiento de su intimidad y sexualidad, por lo que el movimiento no debería sostenerse en la manifestación sexual como libertad, ni en en la abolición de la expresión sexual socializada, sino en cómo se lleva a cabo ese conocimiento. Acá rescato una postura muy válida del movimiento radical, donde la industria del porno sí genera explotación, pero que el problema es el cómo se socializa y cómo se subordina a la mujer en el porno industrializado. (Se considera la clase dentro de la administración).

Paternalismo

Bueno, acá no es algo nuevo lo que puedo decir, puesto que Camille Paglia lo ha dicho con mayor claridad: el movimiento feminista no puede ser paternalista. El paternalismo o el "locus in parentis" (en lugar de los padres), fue parte del movimiento que ella fue parte, donde se quería obtener las mismas reglas entre institutos divididos por sexo. Ahora lo que vemos es que se busca que la institución, la cual es marcada por lógicas patriarcales, sea la responsable de acoger y suministrar la representación femenina en un porcentaje. En ese sentido, se está apostando por un exceso de protección femenina, que en algunos casos ha llegado a contradecir la igualdad de condiciones que se ha buscado históricamente: Si la mujer denuncia no debe existir investigación, ya que por estructura ella dice la verdad. Es decir, la institución debe proteger y no socializar las condiciones. ¿Estamos subordinando a la mujer por incapacidad de defensa estructural? ¿La mujer no es responsable de su militancia feminista? 

Ante esas dos preguntas llevo a un caso, cuando criticas a una construcción cultural de mujer y una práctica, por ejemplo, una madre que ejerce violencia a su hijo. Al cuestionar un rol femenino y decir "mala madre", ante discursos públicos te vuelve inmediatamente machista, puesto que atenta contra una cuestión femenina ante la cual tiene protección social. Otro caso fue la visibilización de machismo entre lesbianas, donde quien ejerce el poder masculino o un grupo lo define como masculino, esta tiene su protección: No se otorga responsabilidad de ejercicio de privilegios e inclusive cuando se trata de pares, porque nuevamente no se define qué es lo que genera el poder cultural. 

Conclusión

Para poder cerrar, quisiera explicar por qué hablo inicialmente de "feminismo histórico", principalmente acuño esta frase debido a que el privilegio es producto de la dotación de capitales culturales, simbólicos y económicos, que han mutado a lo largo de la historia y por "campos sociales" (si bien adoro la postura de Bourdieu, desprecio este concepto, pero sirve como categoría de análisis). La historia ha marcado diferentes formas de relacionarse en el espacio social, por lo que la dotación o incorporación de estos, en primer lugar deben ser socializados como parte de una responsabilidad política (sí, me pongo existencialista en este aspecto). Por ende, la destrucción del patriarcado depende de la destrucción del privilegio, por medio de la socialización, la cual consta en entregar el mismo valor al rol y administrar su ejercicio como necesidad social, no como rol atributado al sexo. Es de esta manera, que la lucha feminista es histórica y constante, la cual recrea una nueva forma de administración. 

Referencias 
(como esto no es para la U lo ordenaré como a mí se me antoje jajaja) 
Bourdieu, meditaciones pascaliana
Simone de Beauvoir, el segundo sexo
Camille Paglia, https://www.youtube.com/watch?v=LOu3PJNWpaU
Noticia de stealrhing http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/sexualidad/stealthing-advierten-peligrosa-practica-sexual-que-ya-califican-como/2017-04-27/110026.html
Pornoterrorismo https://www.youtube.com/watch?v=gQEh7GvF4gs
Documental sobre la industria del porno https://www.youtube.com/watch?v=qTkEIGsNXu4 
Y Rita Segato en sus postulaciones antipunitivistas 
(y que tanto si soy rupturista de las bibliografías) 





sábado, octubre 07, 2017

Conflicto

Te vi día a día postrada en la cama, a veces te levantabas para planchar la ropa y otras veces no. A veces te levantabas para forzarnos a tomar leche antes de ir al colegio, mientras que nosotras te decíamos que no la tolerábamos porque nos sentíamos mal. Te vi día a día postrada en la cama, con el televisor encendido hasta que las transmisiones se terminaran, incluso cuando al día siguiente nosotras debíamos estar levantadas a primera hora. Te vi fingiendo cuando llegaban visitas, mientras que nosotras vimos lo que era tener una madre que no te ve, aunque lloraras a su lado. Te vi yendo a un par de reuniones de apoderados y llenando cuestionarios sobre tus hijas, donde nada de eso éramos. Te vi fantaseando mientras que no nos mirabas ni por un segundo, así fueron más de 20 años, así fue casi toda la vida a tu lado. 
Me obligaron a amarte, me obligaron a amar cuando todo lo que veía era abandono. Aún te amo y ahora yo también estoy enferma, aún te amo y te comprendo, pero verte me lastima. A veces te odio, a veces no mereces nada de lo que tengo, a veces no mereces la fuerza que tengo para amarte: pero te amo. Te amo y todo en mi entorno se enfermó, todas mis oportunidades se quebraron, ya no soy nada y quise ser nada. Y yo, sin posibilidades... y tu, sin saber cuánto daño sigues haciéndome. Tu locura, tu delirio... yo soy tu hija. 

martes, octubre 03, 2017

Revisé su página

Revisé mis amigos en facebook y miré detenidamente a todos aquellos que he mantenido algún tipo de encuentro afectivo, pero no sentía nada, simpatía y cariño, pero nada más de eso. Recordé a una persona que me pegó la patada en la raja y nunca entendí tan bien por qué, pero lo hizo. Entonces revisé su página y me largué a reír... no, no era porque estaba cambiado o algo así, si no que al fin comprendí por qué me odiaba, porque yo era igual que él. Bueno, creo que la gran diferencia es que no dejo mi facebook con publicaciones públicas. Eran meses y meses diciendo las mismas pelotudeces, poniendo las mismas canciones, como si estuviéramos conectados.

Nos conocimos, decíamos las mismas cosas, estábamos igual de traumados y teníamos el mismo rechazo de salir con alguien... así que salimos negando que era así: teniendo una cita, pero que no era una cita; quedándome a dormir en su casa, pero sin dormir juntos; conversando hasta las tantas de la noche, pero sin un beso final. Tuvimos la cita perfecta, pero no era una cita. Y después, cuando me atreví a acercarme, me dice que no le agrado. Es penca verse al espejo de esa manera al parecer. Es el chiste absurdo que más me ha hecho reír. TTY

miércoles, septiembre 27, 2017

Mi breve historia con el feminismo

Hasta el año 2014, mi historia con el movimiento feminista fue la misma, veía a pocas compañeras de Universidad asistir a marchas en Concepción, hablar sobre la píldora del día después y yo no entendía nada, sólo consideraba que esas causas eran necesarias, nada más. Recién el año 2014 comencé a ver más campañas feministas, aludiendo más que nada a la libertad sexual y a toda la postura más de deconstrucción propia de la tercera ola, por lo que yo aún seguía sin entender (¿cómo que el dildo es una muestra de la sexualidad? ¿qué es eso del pronoterrorismo? ¿qué es eso de liberar el ano? ¿"el lenguaje crea realidades", pero eso tiene que ver con el significado o el significante (cuerpa)?). Sí, para mi feminismo no era la palabra adecuada, porque desconocía completamente la trayectoria de la lucha de la mujer, desconocía la lucha porque tampoco era consciente para mí, ya que hasta ese momento era increíblemente machista. Veía que amigas o compañeras alzaban slogan, cosas que cuestionaba en su efectividad y originalidad de reflexión, ya que en primera instancia me parecían reflexiones dogmáticas. Me costó comprender qué era el privilegio y el patriarcado, no fue sencillo... y debo asumir que aún me parece un tema demasiado complejo para poder ser enseñado con precisión. 

Le consulté a una amiga y ella me dijo que existían líneas distintas, que estaban las feministas por la diferencia y por la igualdad. Y yo, sin argumentos, le discutía que había visto casos donde la mujer no respetaba la intimidad del hombre, reproduciendo el discurso de la virilidad y la masculinidad. Ella me decía que eran cosas distintas, no era una cuestión de hombres o mujeres, era una cuestión de estructura de privilegios. ¿Qué puedo decir? seguí sin entender en ese momento, pero al menos algo me aproximé. Luego tuvimos clases de género en la Universidad, para variar, creo que terminé más confundida con todas las variantes existentes en el movimiento feminista y sin comprender qué era el patriarcado. El lado amable es que me acerqué mucho al cine en esos planos y recordé otras películas que había visto, lo cual me sirvió de material de análisis posteriormente. 

Tiempo después, un hombre, sí, un hombre me dijo que yo misma me "objetivaba", que mi dependencia emocional me llevaba a objetivarme a cambio de afecto. De pronto, todos los pensamientos comenzaron a hilarse, como si fuese la gran revelación, algo que todo el tiempo trataron de enseñarme y yo no entendía. Le pedí el libro "El segundo sexo" a un amigo y lo devoré en unos días, comprendía con claridad y empecé a doler... empecé a sentir, porque tuve consciencia de cada huella mal habida. 

 Así es como los recuerdos comenzaron a doler y sanar, recordé aquella vez, el año 2010 cuando iba en un bus hacia Santiago desde Concepción y fui ultrajada por el pasajero que estaba a mi lado. Esa semana fui a ver a un amigo que estaba de cumpleaños y el último día que estuve allí lo celebramos, así que bebimos toda la tarde, hasta que en la noche tomé el bus de vuelta a casa, impregnada con olor a cerveza. A eso de las 5 de la mañana (el trayecto toma seis horas y tomé el bus a las 12), siento una mano que estaba tocando la vagina por encima de la ropa. Confundida por lo que estaba sintiendo y percatándome que estaba ladeada mirando hacia la ventana y dándole la espalda al pasajero, traté de moverme para mostrarle que estaba despierta. El quita su mano y la deja en mi trasero, así que yo tomé su mano y la corrí, a lo que él dijo "lo siento" y se dio media vuelta. No pude dormir de ahí en adelante, tenía ganas de salir, sentía ganas de llorar y no entendía por qué. Lo miraba y era un hombre joven, un par de años mayor que yo probablemente, era un hombre común y corriente. Cuando llegamos me bajé velozmente, tomé mi bolso y corrí sollozando. 

Ojalá que todo eso hubiese quedado hasta ahí, pero no fue así, ya que al llegar a mi casa necesitaba conversar con alguien y nadie estaba allí, así que hablé con amigos y todos ellos me dijeron: "es que a lo mejor te sintió el olor a copete", "quién te manda a viajar en ese estado", "te pasó por hueona". Y sí, me sentía incauta, torpe y descuidada conmigo misma. Luego hablé con una amiga y me dijo que a ella le había pasado lo mismo, pero no era un pasajero, era un auxiliar del bus. Todo esto lo recordé porque lo pude entender y en ese momento me pude dar el consuelo que necesitaba. Pero las historias no acababan ahí, puesto que recordé al vecino que atendía un negocio cerca de mi casa y que cada vez que yo iba a comprar bebida, el me tocaba mis pechos pequeños. Yo en esos momentos sólo tenía nueve años o diez, y siempre sospeché de mi misma si era real lo que vivía, si era efectivo que un padre de familia, un hombre que aparentaba ser amistoso con todo el mundo fuera un abusador de menores y de pequeñas mujeres. 

Las historias seguían y seguían, como aquella vez que una pareja que tuve un tiempo solía despertarse en la madrugada y bajarme los pantalones para masturbarse. Yo no participaba de esa situación, ni me parecía erótica, tan sólo lo evitaba y pretendía dormir...
Seguían las historias, otra pareja se retiró de mi casa disgustado porque le dije que no me iba a acostar con él, porque ya habíamos terminado. Siendo que antes de eso me empezó a dar un masaje hasta dejarme inmovilizada contra el suelo, donde yo me desesperé y le señalé aquello...
Seguían las historias, me había contagiado una infección menor que se quitaba con antibióticos, y al avisarle a las parejas que había tenido, ninguno cuestionó que ellos fueran los portadores, ninguno cuestionó haber dicho los improperios que me dijeron: puta, vagina infecciosa, fácil...
Seguían las historias, me controlaron por medio de chantajes, me dijeron que me matara, me mintieron hasta salir de la cama, me hicieron sentir estúpida no una vez, sino muchas veces... y lo era... siempre lo era...

Cuando entendí el feminismo me perdoné, me perdoné por pensar que estaba loca, por pensar que era tonta, por agredirme a mi misma cuando me necesitaba tanto. No quise ir detrás de cada agresor, porque entendí que esto era un sistema, que todo estaba camuflado hasta llegar a lo profundo. Que todos dirán que no, incluso los más hábiles en el tema tendrán prácticas oscurecidas y silenciadas. Y puedo estar equivocada con esto, pero cuando hay mucho ruido, quien obra en silencio puede causar mucho daño. No me sentiré protegida cuando el agresor pague, sino cuando el sistema cambie. No me sentiré protegida cuando el agresor tenga miedo de mí, sino cuando la ética de las personas se base en cuestionar su poder. No, la sociedad no ha cambiado desde que soy feminista, ni cuando lo fueron muchas compañeras, pero lo hará... yo pondré de mi parte. 

Quisiera detener la historia ahí, pero también tengo que reconocer algo, algo que nunca me ha gustado de mi bando, de mi lucha, ese algo es el dogmatismo, el la arrogancia del conocimiento. Un sistema hegemónico controla por medio de la ignorancia, elige lo que unos saben y lo que otros no, por lo que enrostrar el conocimiento de unos frente a otros reproduce la dominación, reproduce nuestro dolor como mujeres. Ridiculizar, menospreciar, desdeñar provoca parte de nuestro sufrimiento, debido a que muchas personas defienden sus reflexiones como manera de mostrarse dignos, inteligentes y capaces (a pesar que no se hayan preocupado de ello). Esta situación a la larga genera una división, de manera que no es el feminismo, ni la razón de nuestra lucha la que nos divide, sino el dogma ante un sistema hegemónico. Algunas feministas dirán: no es el rol de las feministas educar a los hombres, pero yo difiero de ello: cada lucha es enseñar, cada lucha es un aprendizaje, entrar a una lucha es estar dispuesto a formarse e informar. Enseña, lucha e incluye, ahí veo la igualdad... 


Me inquieta la burla ante la ignorancia, en especial cuando veo cosas que se me han pasado por la mente y las he dicho de forma pública. Me siento ridiculizada, torpe, carente, a pesar que no sea yo quien ha sido sorprendida diciendo esas cosas. Esa inquietud me genera inseguridad al defender una reflexión, porque eventualmente otra posición, con más conocimiento , la reduciría hasta que no quede ni un resabio. Quizá eso sea bueno, porque las ideas más poderosas requieren de tiempo, trabajo, dedicación, disciplina, porque no sólo son buenas por ser atesoradas por nosotros mismos, sino porque una idea fuerte sobrevive en los contrastes.

lunes, septiembre 25, 2017

Abre las puertas de la percepción, pasea en la tormenta

Ojalá decir "estoy hasta la coronilla con esta enfermedad" me hiciera cambiar... No creo en nada de lo que he sido en esta breve historia de mi misma. Los monstruos no están, jamás han estado, son sólo sombras. La locura de años pasó a tu memoria efímera, no eres nada, no estás concluida. La única esperanza es el olvido y las posibilidades, la negación del delirio, la duda de tu paranoia... la razón.
Abre las puertas de la percepción, entra en el delirio que provoca tu enfermedad, camina en la tormenta, cree que aún no es el fin y no tienes poder, estás entregada... Se creatividad... abre las puertas de la percepción y ama. Ama... ama... ama...

Riders on the storm. The doors


Guía práctica para entender la depresión

La depresión es una enfermedad y aunque algunos hemos tratado de contradecir esa afirmación a lo largo de nuestra vida, sólo terminas asumiéndola, porque se vuelve una situación innegable. El desgano vital, como algunos han mencionado, consta en una sensación similar a estar agripado o afiebrado, deliras en pensamientos de autoconvencimiento de tu situación momentánea. Cuando tratas de hablar de lo que te pasa, sientes deseos de llorar y desmoronarte, como si fueses un cúmulo de barro seco mal armado. Algunos hablan de un quiebre, como si tu mente y cuerpo quieran ceder ante esa sensación de pesadez mental. 

Algunos que hayan tenido periodos de paranoia fumando marihuana u otras drogas, comprenderán la sensación de veracidad de tus pensamientos, donde crees en todo lo que piensas, como si fuese la verdad más grande que hayas encontrado en tu vida. Claro, hasta cierto punto lo es, porque es una lucha de vida y muerte, donde la decisión de tu propia muerte es el momento más álgido de tu poder personal. Como hablábamos con una amiga, se vive similar a cuando terminas con alguien y crees a ciencia cierta que jamás tendrás la misma oportunidad como la tuviste con esa persona, a pesar que la relación sea tóxica. Crees con todas tus fuerzas en que eres incapaz de resolver el delirio, lo que te vuelve indeseable socialmente e incluso molesto para quienes no comprenden este episodio tan común en un depresivo. 

Los demás dirán: es un problema de tu voluntad o lo atribuirán a tu inmadurez; claro, se expresa como inmadurez emocional, porque es una adolescencia, una incapacidad. La misma persona que posee esta depresión también lo piensa, por ello cree que jamás estará preparada, porque la sociedad te lo reafirma con rechazo. Entonces ahí deriva el encubrimiento de tu sensación: finges estar enfermo de otras cosas, del estómago, jaqueca, etc, hasta que empiezas a somatizar paulatinamente, para ser validado como enfermo. Por otro lado, otras personas se vuelven herméticos y no demuestran lo que piensan o lo que sienten, lo que deriva en una depresión endógena. 

Otros, como yo, tratan de ser útiles y buscar la catarsis de todas las frustraciones que surgen de la incapacidad, por ende, suelen tener problemas con el alcohol, drogas, sexo, vicios... Hasta que llegan a un climax de cansancio o stock de actividad, entonces caes en el periodo B, que es el descanso y una desgano vital profundo. Algunos amigos depresivos eran muy productivos, de hecho, uno había pasado de vivir con su pareja en un local a comprar una casa, un auto y más, por medio de su obsesión con el trabajo, hasta que se cansó y volvió a perder todo. 

Por otro lado, la búsqueda de identidad se vuelve algo temible para un depresivo, puesto que si tienes un historial depresivo es tu referente de construcción personal. Entonces, no sabes si advertir al resto que eres una persona inestable para ser entendido o reniegas de ti mismo hasta que el azar te lleve de nuevo a un periodo similar, aunque creas que ya eres sano. Esto deriva a ser agredido si la persona no comprende el episodio psicológico que vives. En conclusión, las relaciones sociales de un depresivo dependen mucho de las capacidades sociales y emocionales de su entorno, a pesar que éste no lo desee. 
En conclusión, dependiendo de la experiencia personal que haya tenido el depresivo con su entorno este puede hallar soluciones: si este ha enfrentado constantes rechazos, abandonos, agresiones, este puede llegar a un estado de desesperación y megalomanía hasta quitarse su vida. Si este ha experimentado sucesos de esperanza social, puede ser más estable, puesto que ve en su entorno una oportunidad de mejora. Sin embargo, todo esto se traduce en un acompañamiento y estabilidad emocional de su entorno, por ello, la mejor tratamiento para un depresivo es generar relaciones estables que comprendan el fenómeno interno. 

La depresión sí es una enfermedad y puede ser letal. En casos más serios, el depresivo ya no tiene esperanza alguna que la situación pueda ser revertida, siendo este uno de los principales casos donde el depresivo abusa de su entorno, puesto que no existe mejora. Entonces, en los casos más severos, la agresión de su entorno aumenta como medida de defensa ante el abuso del depresivo, lo que derivaría en un aumento de delirios, déficit comunicacionales o constantes intentos suicidas. Por lo tanto, un depresivo en periodos álgidos puede ser excesivamente conversador, pero poco inteligible, incapaz de hacer algo y por lo tanto, es dependiente por completo de la persona que lo atiende.

Es curioso, un depresivo, como yo... puede comprender todo esto y aún estar hasta las cachas con esto. ¿Crees que es una cuestión de voluntad todavía? ¿Como podría ser voluntad si eres convencido por el delirio? Con suerte la mayoría de las personas logran ser disciplinadas en algo y esperan que el depresivo sea capaz de tener un control inmenso de su voluntad. Si conoces a un depresivo, ten cuidado de las pelotudeces que dices. Porque si aún brilla y está enfermo, es porque hay mucho esfuerzo detrás, más del que te imaginas. 

jueves, septiembre 21, 2017

La paradoja del azar y el quiebre: felicidad

"Que la inspiración te pille trabajando" dicen algunos, mientras que otros poetas se quedan sumidos en la modorra. Que quizá no es la historia, sino tu nombre en ella lo que va a importar cuando pase el tiempo. Y mi letra sin descripción, sin hilo, sin palillo, sin costura, sin forma, se enlaza a mí como si fuese la personalidad y no el relato. Somos soñadores triviales, de sílaba muda y letra muerta, así me lo dijo la sombra que estila desde mis pies. Fecundo desde el alma, amanece un pensamiento, seguro como el sol a la misma hora y yo lo anochezco con las cortinas del pasado. Paradoja escurridiza, que confunde lo que he sido y lo que quiero ser, como si fuese destino volver a errar, como si fuese destino haber vivido. Paradoja escurridiza es doler por lo que he sido y pensar que soy, cuando no quiero ser y deberé ser. Paradoja de cuitas que se posa como corona, hegemónica por falta de quiebre, por falta de una oportunidad, por falta del olvido de mi. ¡Dame la suerte de olvidarme! ¡Azar! ¡Oh, Azar! eres el amigo que me falta.

martes, septiembre 12, 2017

Falsas víctimas

La historia siempre partió conmigo sentada frente a la pantalla y el teclado, entregando todo lo que mi imaginación y angustia podría crear, aunque fuese poco ético o protector conmigo misma. Esta vez, como si fuese un falso final en esta página, quiero retomar una de las historias viejas, aquellas que procedían de la madrugada y sus necesidades. Viernes 3 am, una canción de Sirú Giran, que explicaba tan claramente la sensación que habita siempre en un deprimido patológico. Trataba de estar solo, frente a uno mismo, lidiando con la enfermedad que te comía lentamente. Trataba de intentar cambiar para poder acoplarse con alguien más, para contradecir ese argumento que renacía siempre noctámbulo. En la noche nadie podía rescatar, nadie podía socorrer y era mensaje secreto para quien contestaba una llamada a esa hora. 

Los héroes no existen, no existe el superhombre, no existe un dios entre los mortales, ni menos nosotros somos sus hijos. Lo que verdad existe son pasiones, deseos infundados, pulsiones antojadizas que han matado el amor suplantándolo. Existe: "ahora no puedo", "deja agendar para esta semana", "quizá deberías morir otro día", "deberías resolverlo y dejar de quejarte". ¡BANG, BANG! Ahora sonrío, porque la depresión se volvió diurna, atenta a sí misma, buscando ayuda para sobrevivir o no vacilar en tu intento. Las respuestas son las mismas, no cambian. Y tú, intentando ser una persona asimilada a la sociedad, dices sin dudar: no importa, comprendo. 

Pensaba en los antihéroes, aquel que me levantó en sus brazos y me llevó para cuidarme; sólo podía ser una persona tan agredida como yo, el cual me acogería y cuidaría reconociendo mi soledad. Sólo podía ser otro enfermo, impulsado por su deseo carnal para tomar ventaja de una falsa víctima. Los antihéroes que llegan de noche sólo los primeros meses, mientras que el sexo sigue siendo un misterio, misterio ligado a la insatisfacción libidinal de la princesa en peligro. De pronto, el seudo superhéroe comprende que la princesa es la que subió a la torre y se encerró, se aburre de la misma rutina y deja un vacío en su cama. 

El enfermo no es una víctima, es tan sólo eso, un enfermo. Alguien que repite patrones, que acumula su infección en alguna parte de su cuerpo o su contexto, repitiéndose a sí mismo lo desdichado que es. Incapaz de proyectarse, porque sus horas fueron pensadas y destinadas, pero nadie quiere asumirlo como es. El enfermo sólo quiere ser recogido del pavimento, para así no pudrirse en soledad antes de estar bajo tierra; es un higiénico que no quiere ser la mierda en la cual se posan las moscas. Nos preocupan tonteras, como quién cantará en la misa o quien levantará nuestro ataúd. 

Somos falsas víctimas que jamás nos dimos una oportunidad, sólo dimos más tiempo para ser útiles, jamás nos engañamos con el compadecimiento de llamarse amigo de aquellos que sólo existió el egoísmo y lo posible. Un deprimido que aprendió algo puede ser aquel que se dijo en soledad: no amo a nadie a quien le pido ayuda, porque es su ausencia la que marca el límite de mi sobrevivencia. No lo necesito, no necesito a nadie para vivir, no necesito las espaldas volteadas, ni milagros completamente accesibles. Necesito mi soledad comprendiendo que no hay nadie, no porque haya algo mal conmigo, sino porque hay algo mal en ellos cuando yo soy un defecto de la sociedad. Soy un cuerpo, un escorial, un basural que tiene reflexiones que hace desviar la mirada. Tengo las capacidades de hacer exactamente lo que hacen los demás, pero soy una negación, soy una boca sedienta que se rellena con comida y no con agua. 

Vivo sólo para ser útil o esa es la mentira que solemos decirnos para no cortar la historia. Vivir para culminar un proyecto, para ser autosuficiente, trabajar hasta que desmayes en el trabajo y te recojan con la escoba para poner a otra persona. Se útil para sentirte diferente a los demás, se útil quizás para hacer historia... pero a los deprimidos nos gusta inventarlas. Imagina esta sociedad si eres tan útil hasta ser historia, imagina como podría ser si piensas que eres diferente, sólo el ego puede crear esas utopías. Que puedo decir de las lágrimas, esas que parecían de cansancio y tristeza, sólo fueron frustraciones por deseos y no por realidades. Nos volvemos prácticos porque no es la sociedad la que nos hace vivir, sino la capacidad de caminar sin una muleta. Hablé de compartir... compartir, pero nunca darse por completo, ésa es la tónica de la sobrevivencia. 

A ratos la rabia se convertía en rencor, en una sumatoria de "deber ser" que garantizaba mi maldad y acción egoísta. Pero yo no puedo, diganme loca, no puedo ser la primera de la lista en todas las cosas que hago, porque eso nunca me ha interesado. No puedo planear mi venganza, mi "ojo por ojo", mi falsa justicia, sólo puedo incurrir en la autosuficiencia y pensar que tendré una oportunidad de no ser yo el motivo que aleja a las personas y dejar a la vida que ponga las circunstancias. Nunca fuimos víctimas de este sistema, sino más bien somos el soñador que se paró ante lo increíble y se planteó realizarlo, sin saber que esto le costaría el resto de su vida. 

No necesito, sólo debo dejar que la fractura ocurra. 
 

viernes, septiembre 08, 2017

Tras un sueño Kafkiano

No sé si lo recuerdas, pero estábamos sentados en el suelo de un lugar muy antiguo, con paredes blancas y pocas luces. Llevábamos horas mirándonos, hasta que de una forma abrupta miro mis manos y veo que tengo dos cajas pequeñas, una de metal y otra de plástico. Tú me pasabas un anillo y yo lo guardaba en la caja de metal, mientras que te pasaba la caja de plástico. Luego con mis dos manos tapé la caja de metal y cerré los ojos. Tu abriste la caja de plástico y sonreíste, diciendo: Lo lograste. Sonreíamos, como si hubiésemos hecho algo que no estaba permitido y habíamos cruzado todas las barreras. 
Nuevamente junté las manos hasta que empecé a sentir mucho calor entre ellas y que algo se iba acomodando. Las abrí y era dinero, mucho dinero. Saltábamos y danzamos por la habitación, puesto que al fin habíamos descubierto algo que nadie más sabía o conocía, algo tan oscuro que ni su imaginación podía alcanzar. Hasta que una pregunta detuvo nuestros pies: ¿de dónde provenía todo ese dinero?
Miramos de reojo a nuestro alrededor, algo estaba por suceder y no lo sabíamos, hasta que vemos entrar a la luz muchas cucarachas. Ya no huían de la luz, sino que se acercaban sin miedo hasta nosotros, como un batallón en busca de venganza. Teníamos miedo, tratábamos de pisarlas para defendernos del pavor que se había adueñado de nuestros rostros, pero cada vez eran más y más. En nuestra desesperación caímos y nos cubrió un manto negro, sentíamos cosquillas y mordidas feroces. Chillábamos desesperados, tratábamos de evadirlas, pero al gritar entraban por nuestra boca y nos ahogaban. 
Cuando sentía que moría, estallan las ampolletas que estaban en el lugar, quedando suspendidos en el aire los miles de fragmentos. Con el único ojo que estaba libre de cucarachas, miraba hacia la pared y veía que se formaba una silueta que no podía distinguir bien, puesto que la única luz que teníamos era la que entraba por un pequeño agujero en la pared. Esa luz se intensificó de golpe, lo que me permitió reconocer a nuestras siluetas bailando, hasta que de pronto un sonido seco, como un puño en el pecho, me despierta de toda esa escena. 

sábado, agosto 26, 2017

Lo sabíamos

Me siento como tú, como tú cuando te digo que me siento como si alguien se hubiese colgado de mi mandíbula, desencajándola del resto de mi cara. Así me siento: invadida por una electricidad por evitar lo que ya sabes.
El doctor me examina, entra por mi lengua y es devorado por mi aliento, destroza mi imagen, destruye todo lo que no entiende, hasta la solución.
Mi personaje de ficción tiene un gato que se llamará Truman. Cada vez que éste juega situándose en lo más alto del lugar sabremos que su show ha empezado.

El dueño de mi cuerpo

Tan extraño como el sudor helado, que quema por el cuello y electrifica tu cabeza; tan extraño como la humectación de tu líbido, la locura expele como un orgasmo. Soñé con una mujer que se desnudaba lentamente frente a mi, me miraba y sonreía mientras se sacaba cada prenda. Luego noto que es hermafrodita y yo quedo rendida a sus pies: ¡la necesito, la necesito!, caigo a sus pies porque la necesito. ¡Grito!, grito sostenidamente hasta reducir el ruido externo y me meto a la teta, como si fuese leche retrocediendo en un cuerpo que se vuelve pueril. Vuelvo a la teta, a su teta, al amor y el error. Lloro, lloro como si fuese semen después de la excitación. Sudo frío, muy frío... muero, apago luces y sueño. 
El dueño de mi cuerpo chilla como un animal, como un prisionero de mi normalidad, con la cabeza atascada en la trampa, una trampa violenta, como el deseo que te mata. Muere el animal por su deseo, como el feroz por hambre. El tiempo no se siente, me enajeno, me extravío, no entiendo. Me siento inteligente por segundos, olvido y vuelvo a ser idiota. El dueño de mi cuerpo es un extraño, una historia extraña que entra a una vida saludable, ¡me mata!. Vibro, vibro excitada para que me bajes la melancolía y comience a llorar posterior al coito. Me desprecio y me amo. No me entiendo. 


Leeme rápido. 

miércoles, agosto 23, 2017

Quizás ya no seríamos amigos

Quizás ya no seríamos amigos o quizás nunca lo fuimos. Por alguna razón me he acordado mucho de ti, Julio, en un escenario completamente diferente, pero que definitivamente responde a un tejido de eventos que nos llevan a este punto. Hablaba de por qué estoy en contra de la psiquiatría, de lo cambiado que estuviste después del tratamiento y lo poco que te entendió este mundo. Hablaba con una amiga sobre el electroshock y su práctica, te recordé, recordé la cara de la Vane cuando le avisé que había hablado contigo mientras estabas internado sin tu consentimiento. Recordé que buscamos la clínica por internet, que fuimos al negocio de tu familia a preguntar por ti, fingiendo que te llevaba una película que me prestaste ("El milagro de P Tinto").
 Recordé que la Vane estaba preocupada porque te vió extraño, debía repetirte las cosas porque no entendías qué sucedía. Recordé que ella te quería mucho, te quiso mucho durante esos años, pero siempre el mundo será una tropa de cojos. Pasó el tiempo y ustedes lo atravesaron, ya no podían verse, pero a veces conversábamos. Yo sabía que la situación del puente, de la enajenación, no fuiste tu, fue el terror que implanta un mundo que indica que estas loco, tan sólo eras un gato con un mundo fantástico en tu cabeza. Tomé distancia para que no llegaras tan fácil a ella, para no ser una intermediaria, a pesar de que te entendía mucho. Sin embargo, el día que te dieron por desaparecido me hablaste, no quise responderte por eso, porque me hice a un lado. Fui canalla. 
Recordé que mi papá cuando te vio caminando por el Remanso dijo "ese niño va a terminar colgado", yo lo quedé mirando con extrañeza. La Vane después sufrió la muerte del Diogo, culpando que te lo habías llevado de la misma manera que tú te habías ido - los perros saltan sin saber que están atados al cuello-. Cuando volví a Los Andes para tener noticias de ti y de tu desaparición tuve un sueño, donde estabas sentado bajo el sillón de mi casa, ese que está bajo la escalera, sonriendo y brillando. Cuando le contaba eso a mis amigas, me comunicaron que ya te habían encontrado. Recuerdo que una de ellas en tu funeral dijo cosas estúpidas, pero hice caso omiso, de nuevo me callé. Ya casi no hablo con la Vane y eso me hace pensar que ya no seríamos amigos si siguieras aquí. 
Puse Gameover porque me acuerdo de tu subtitulo de messenger y que me recomendaste escuchar unas canciones también. Recordé el 13 de mayo del 2010 y que la Vane me rescató de mi pieza. Muchas veces pensé que le di la posibilidad de salvar, de hacer lo que no pudo hacer contigo. Yo, la loca, la de ahora, la del 2009, todas, ninguna entiende lo que pasa con esta vida. Recordé cuando enloquecí con mi abuelo, porque me decía que tenía que echarte de la casa, que ya eran las 3 de la mañana. Él llamó a mi papá y cuando te vio se puso a reir y te fue a dejar a tu casa. Al llegar me dijo "si hubiese sabido que estabas con Harry Potter no habría venido", luego se largó a reír. 
Hay personas que te dan vida por un instante, como ahora, o algunos te dan la vida para siempre, como la Vane el 13 de mayo. Aunque ya no seamos amigos, aunque estemos menos locos, aunque nos trepemos a los árboles para entender el mundo, escondamos nuestra sonrisa por vergüenza, recordaremos sin entender las señales, porque éstas sólo nos quieren dar mensajes antojadizos. 
"Y si ya no existes tú, ¿cómo es que existo yo?" Como es que existo después de años y tu no... azar... cobardías y agallas. 

viernes, agosto 18, 2017

citando

"Para Marx (para cualquier libertario, en realidad), libertad y dictadura conforman un antagonismo indisoluble. Cierto que caminan juntos –como todo binomio de opuestos–, mas no por la misma ruta, y de hacerlo (de pretenderlo, quiero decir), jamás llegarían al mismo sitio: si el fin justifica los medios, son los medios los que prefiguran el fin... En otras palabras, no se alcanza la libertad por la vía de la imposición. Nunca..." Canek Sánchez Guevara 

(No le compro todo al nieto del Che. A pesar que sea el nieto descarriado de los guevara, tiene algo de cierto su critica a la frase "el fin justifica los medios") 

martes, agosto 15, 2017

Nunca fueron señales

Tenía que tomar una decisión sobre asistir a un lugar que no quería, pero debía decir mi resolución ese mismo día. Como tenía que pagar por mi asistencia, comencé a evaluar las señales antes de llegar al lugar y confirmar. De camino pasé a comprar y el vuelto fue exactamente lo que debía pagar ese día para asistir, por lo que me dije a mí misma "estas son señales". No, no era señal que debía ir, sino que, evidentemente yo no lo deseaba y que podría tener todas las condiciones para hacerlo, pero me resistiría hasta el final. Decidí no ir. La señal no es lo que majestuosamente aparece en la vida, si no cómo codifico ese mensaje creado por mi propia percepción y la relevancia que le doy. 

Hoy me dejé llevar por esas señales, esas pruebas a mis propios pensamientos, a esa autoevaluación de mis preferencias. Rompí una regla y creo que debo retirarme de esta emoción que se transforma en un juego. Me di cuenta que me miente. Al igual que una noche hace más de 3 años, sentí, sentí el insomnio apoderándose de mí, intuyendo que las cosas acabarían hoy sin siquiera mover un dedo. Y creo que no encuentro momento más oportuno que este, puesto que esa lectura no es más que un aprendizaje viejo, el cual te da la posibilidad de realizar tu apuesta con los jugadores necesarios. Me retiro de la mesa con los bolsillos llenos.  

domingo, agosto 06, 2017

Excelencia mordaz

Me siento insatisfecha y llena de odio hacia mí, no porque haya errado, no porque sea importante, sino porque no puedo. Tonta, tonta, tonta mujer que no puede ser quien desea ella misma. Débil de voluntad, que piensa que cavila en exceso, pero no lo hace, sólo el ocio te consume. Quiero aprender con tantas ganas, pero me desilusiono de mi, de este ser ordinario. Lo intenté, pero no lo deseo, no tengo la vitalidad de instalarme en este mundo insano, ni siquiera generando una resistencia. Insuficiente, tan insuficiente. ¡Cómo te puede costar tanto!, ¡cómo volver adaptarte y esforzarte te cuesta tanto! Estoy devorada por lo efímero, lo mordaz que acarrea el tiempo, por la pérdida de segundos... lo único que efectivamente se pierde. Busco las horas debajo de las sábanas y jamás las encuentro, ni siquiera en la reflexión exitosa retengo una utilidad. Capitalizada y confusa, deseando la apropiación de mi vida y se me va de las manos. Inútil... ¡Inútil! ¡Voluntad, se mía!

sábado, julio 29, 2017

No me interesa poseerte, sólo me interesa el hecho que jamás deba decir adiós.

Doris

A veces creo que la gente piensa que soy tonta, que he hecho las cosas mal... a veces creo que me subestiman. He visto que sus recurrente relaciones de pareja son una forma que ellos usan para no validar mi estilo de vida, pero después los veo sufriendo por el olvido, lidiando con sus deseos y sus orgullos, sin poder superar nada. Mientras tanto, yo aquí supe entender el olvido y manipularlo, evitando dar puntada sin hilo, porque supe encontrar la paz después del usufructo del deseo. 

Solo lo significante se agarra con fuerzas, lo demás se suelta como la brisa ... el tiempo, el tiempo y la añadidura de cosas. Supe ser un fantasma, ser íntima, pero olvidable. Soy como un latido que se reconoce cuando vuelve a presentarse, pero muere con el paso de las horas. Soy una risa y espanto diseminada en segundos. Así, como supe construir tu olvido, pudiste olvidar al paso de los meses. ¡Adiós, viejo amor! Adiós al que no está, porque en cada cosa mundana está lo significante. Si me encuentras en ti, si me encuentras en lo que eres, jamás dirás adiós. 

domingo, julio 23, 2017

La cuna

¡Ay!, cariño.
Quiero una cosa multiplicada por mil.
Quiero enlazarme a tu brazo y a tu palabra,
 mientras miramos cómo caen las hojas. 

¡Ay!, cariño
¿En qué segundo lo sencillo se volvió magno?
¿fue cuando despertamos
o cuando nos pillaron dormidos?

¡Ay!, cariño. 
Habita en mi letra muerta.
Tala en mí el verbo que me acerque
a todo lo que me aleja de encontrarte

¡Ay!, cariño.
Limpia mi hiel y lamento.
Endulza mi flor en el tálamo
y sacia al navegante perdido

¡Ay!, cariño.
Fuimos santos de tanto pecar.
Aprendimos al día siguiente
sobre el coraje intempestivo 

¡Ay!, cariño.
Mito y sueño.
Alimenta mi garbo cansado,
mostrando los dientes gentiles

¡Ay!, cariño.
Laguna de palabras guardadas. 
Sumergido en conversaciones húmedas,
porque el tiempo sólo fue una pausa.

¡Ay!, cariño.
Echa a andar.
Corre
y ven a mi  







Vigor

Gobernarán en los asilos y las rejas aquellos que tuvieron una infancia martillada, que a pesar de todo, sabrán gritar fuerte por la sangre de sus bocas. ¡No temeremos! ¡La muerte fue nuestra partera y el vigor nuestra tumba! ¡No temeremos! Nacimos para vuestra contradicción, para devolverle a su pereza esa opinión sin arraigo.
Gobernarán en los asilos y las rejas aquellos que tuvieron una infancia martillada, porque la culpa ya no es razón después de aprender a contemplar el deseo bienhechor. ¡No temeremos! ¡Nuestra boca será la cuna que acogerá el sueño de un domingo! ¡No temeremos! Recordamos para aventurarnos a la narración de mañana.
Seremos sensatos, perfectos, como la aguja que cruza la tela y nos une. Seremos rebeldes y felices, porque el cuerpo fue la herramienta, no la condena.
Te prometo llorar hoy, para reir mañana.
Te prometo decir hoy y siempre mañana.

Conversaciones con mi madre

Después del almuerzo comenzamos a sanar, yo sacudí la tierra de sus rodillas y ella sacó las hojas secas de mi espalda. Reímos, lloramos y nos abrazamos. Luego discutimos y divagamos. Nuevamente nos encontramos, las dos locas, las dos que gritaban desde lejos sin poder escucharse. Ese día sanamos, como muchos otros, poniendo nuestro pie en el siguiente escalón. Tan distintas, pero con los mismos problemas, con los mismos sentimientos. Tan distintas, compartiendo fechas diferentes y las mismas experiencias. Las dos locas que conocen los laberintos de espinos, las vueltas del pensamiento y el extravío. Yo la encontré en mí y ella me condujo hacia afuera, como siempre había sido, con ese dolor que ya no se entiende. ¡Bendíceme en mi incredulidad y yo construiré mecanismos paganos en tu religión!. Tan distintas y latiendo en la misma conversación.

miércoles, julio 12, 2017

antónimos aparentemente semejantes

En apariencia, la soledad se pinta similar al individualismo, empero la soledad es una resistencia, un resguardo ante un individualismo colectivo. No me estoy mirando el ombligo a solas, estoy imaginando las posibilidades.

martes, julio 11, 2017

Estancamiento

Era claro, nuevamente iba a tener estos debates, ya que las dudas no han sido resueltas. Me encuentro cuestionando mis falencias por medio de mi responsabilidad en la acción, siempre tan pasiva, siempre cómoda, siempre tan introvertida. No sé cómo he llegado a este punto, quizá será mi interés, mi deseo de cambiar las cosas... no lo sé. No sé, quisiera que alguien me llevara de la mano y me ayudara en este proceso. No sé, quisiera que alguien me guiara un poco más, para dejar de sentirme extraviada en todo lo que hago. Quisiera descansar de esta soledad... sin migajas, sin cosas a medias.

viernes, julio 07, 2017

Para comenzar a escribir...

El tema y nuestra intención es lo que primero que debemos plantearnos para comenzar a escribir, en otras palabras, establecer "¿qué es lo que quiero contar?". Definiendo la razón de comunicarnos, se debe determinar el inicio, desarrollo y su respectiva conclusión. Pero ¿qué sucede si sólo deseamos hablar sobre la vida? Difícil tema como para poder entender cuál es LA conclusión. Entonces me voy a algo más sencillo, ¿qué sucede cuando sólo quiero hablar sobre algo de mi vida? Aquí me doy cuenta de la magia que generan los verdaderos escritores, aquella capacidad que tienen para poder entender y desenmarañar el sentido que tiene una persona en su propia vida. Esto, queridos amigos, es talento.  
Otro consejo: para escribir no sólo basta con el reconocimiento del tema y su orden lógico, sino también es necesaria la capacidad de reconocer el sujeto o sustantivo que genera todas las acciones, empero esta es una labor complicada cuando prefieres el anonimato. Entonces, ¿qué resulta del anonimato?, pues el desconocimiento de la historia. ¿Cómo se podría construir el inicio, desarrollo y final sin asumir cuál será la historia? Tarea imposible. Deberíamos reconocer qué es lo que nos conmueve, excita, estimula de esta vida como para comenzar a escribir sobre una pequeña parte de nosotros, aquella parte que compromete la totalidad de una persona. Sin embargo, me doy cuenta que la identidad ha sido un tema que se ha quedado dormido en la cama del romance. 
Quizá todo este tiempo debí preguntarme a mí misma quién era, como una manera de estimularme a tomar decisiones claras y oportunas. No debí enceguecer por la necesidad de afecto que me invadía, buscando la aceptación de un otro, sin haber logrado la mía antes. Ahora me pregunto, pero la cifras son negativas: no tengo una respuesta ante mi identidad, a pesar que he trabajado sobre la memoria y la identidad de forma académica. Un fraude, soy un enorme fraude. Por otro lado, pienso que todo esto es parte de la negación, la negación a asumir que para el resto puedo tener una historia aburrida. No, mi vida no era aburrida en lo absoluto, estaba llena de dramas, tragedias y otro tipo de literaturas. Entonces, ¿por qué no me he podido ver a mi misma en el pasado?
Me siento como Alicia ante la pregunta de la oruga fumadora, porque "he cambiado tantas veces, que ya no sé quien soy". Si la vida consta en cambios, probablemente el punto de partida es un momento particular que aglomera una época. Sí, la historia es sobre una época, pero ¿cuál? Quizás debería escribir sobre el final, sobre lo que soy ahora... ¿pero si mi versión actual es sólo una mujer en proceso de convertirse en adulta? ¡Me agobia! ¡¿Cómo es que llegué a este punto?! ¡¿Cómo es que llegué a convertirme en alguien tan aburrida?! Tanto tiempo de hablar de mi misma, que ni siquiera puedo evaluar un mísero episodio. A lo mejor la respuesta no está en lo que debería escribir, sino, en lo que debería hacer. 

miércoles, julio 05, 2017

Érase una mente atrapada en la calma

Como todos los días ella salía a eso de las 11 de la mañana a comprar las verduras, para luego preparar el almuerzo. Antes de salir limpiaba su casa, barría, trapeaba, lustraba los muebles y al concluir se daba un baño. Todo era como siempre, la calle, el almacén, la gente. Cuando llegó de vuelta a su hogar las cosas cambiaron, ya no quería sacar una a una la mercadería del día, ni disponerse a cortar cada verdura como si fuese lo más importante. Ese día, un día remoto, se sentó en una silla de su comedor y se negó a realizar su rutina. Recordó por unos instantes la muerte de la madre de una de las amigas de su madre, la cual falleció mientras pelaba habas. Posteriormente, se acordaba de las historias que tenía con algunas personas, los dramas, las alegrías, las pulsiones, puesto que ahora todo eso se había ido. De nuevo negó su existencia rutinaria, porque algo nacía desde la represión de la calma, algo muy similar al aprendizaje. 
Se levantó de su silla y se dirigió al baño para mirarse al espejo, allí vió las canas que habían aparecido en su cabello, sus pocas líneas de expresión y su piel marchita con el tiempo. Se miró y pensó que la vida no debía pasar en vano, necesitaba hacer algo de ella o los gusanos de la repetición podrían devorarla. Acto seguido, fue a su celular y comenzó a llamar a sus viejas amigas, pero de ese intento sólo habían obstáculos. La gente se tornó predecible y adulta, llena de ocupaciones y horarios por cumplir, ya no tenía tiempo para pensar nada de lo que ya había sido en sus vidas. 
Inicialmente culpó a la sociedad, luego a cada uno de sus cercanos y finalmente, se culpó a sí misma por dejar que el tiempo pasara. No, ella no tenía la culpa, pero si era parte de esta maraña de destinos. Se sentía ambivalente, con sus deseos obstruidos y rechazados, completamente impotente y frustrada; a la vez de percibirse con ansias y esperanzas. Entendió que era responsable, quizá no del mundo, pero si de seguir al mundo. Olvidó todo y corrió a buscar sus llaves para salir nuevamente de casa. 
Ese día, caminó por unos parques, compró un libro y golosinas en la calle, conversó con un extraño que estaba sentado en una banca. Leyó minuciosamente cada línea del libro, miró el paisaje mientras reflexionaba en esas ideas, se sentía levemente útil a pesar de estar sentada. Aquel día se abrieron las puertas que ocultaba sus reales necesidades, así empezó a cuestionar sus pasos y experiencias, y todo ello no le pareció aburrido o agotador. Aprendió que había libertad, que no era el libro que había comprado o la golosina que se había comido, ni las elecciones de su vida, sino que estaba ahí, guardada en su voluntad y en su sentido. 

sábado, julio 01, 2017

Un recuerdo...

Por escuchar música empecé a acordarme de algunas cosas, entre esas la primera pijamada que tuve, donde celebrábamos el cumpleaños de mi hermana. En la noche vimos matrix, mientras nos reímos de cosas de niños. Recordé que invité a una amiga del colegio en esa ocasión, la Paulina, ella repitió al menos 5 veces que su papá coleccionaba llaveros, luego de esa frase se transformó en una broma interna. Me acordé de cómo nos volvimos amigas ese año y fue porque unas compañeras que se sentaban con ella le quitaron el asiento, lo que generó que se cayera y se golpeara muy fuerte su cabeza. Faltó muchos días al colegio, pero por cortesía le pregunté a su madre cómo estaba la salud de Paulina, ya que la vi en el colegio. No sé por qué, pero cuando volvió a clases ella estaba muy agradecida, así que me buscaba para conversar. Después de eso nos volvimos muy cercanas, solía ir a su casa seguido y a veces sin avisar.
Yo era una niña muy tímida, por lo que me intimidaba el desplante que ella tenía, pero me facilitaba las cosas. Sin embargo, una vez ella se molestó conmigo y se paró de mi lado, yo no supe qué hacer así que sólo le sostuve el delantal para que no se fuera. Fue la primera vez que me angustió la indiferencia de alguien, o el quiebre de una relación que intentase formar. Sentí tanta vergüenza de tratar de no dejarla ir, así que desde ese momento me encerré en mi misma por largo tiempo. Definitivamente nunca he sido una persona muy efusiva con las palabras, pero ahora me encuentro aquí hablando sobre un recuerdo...

viernes, junio 30, 2017

Que tema más manoseado es la soledad y el amor... ¿pero qué haríamos los novatos sin ello?

Si dicen "te amo"

Me preguntan por qué soy tan incrédula y desconfiada con las personas, yo les respondo que tengo dos motivos. El primer motivo es que gran parte de las personas que he conocido no saben lo que quieren, por lo que al tiempo cambian de opinión. El segundo motivo es que también he visto cómo se incurre en mentiras para lograr un objetivo. Lo peor de ambos motivos es cuando estos se juntan, y suelen hacerlo, mienten para lograr cosas que no saben si realmente quieren. Los resultados de eso es no creer, porque la falla se convierte en ley. 
¿Por qué soy incrédula? No, no soy completamente incrédula, siempre me he quedado donde mismo esperando actos de afecto. No suelo huir, a menos que sea completamente necesario. Entonces aquí estoy, perdiendo las esperanzas de unirme a alguien, porque no hay nada que me indique lo contrario. Definitivamente una se acostumbra a esto, a esto de mirarse los pies durante la noche, en no sentir miedo de caer desmayada en la calle, o en la tina... miento, hace pocos días estuve cerca de desmayarme en un local y sentí mucho miedo. Tuve miedo y sentí pena de estar sola, no quise seguir con esto. Todo se transforma en un absurdo, ya que me resulta más creíble ser capaz de recuperarme después de una situación así, en vez de tener a alguien a mi lado capaz de hacer una promesa. Me parece más creíble que volveré a pasar por eso, que sentiré el sudor frío de una forma repentina, que mi vista se nublará, mientras que en mi oído comienza a ensordecer con un pitido. 
Pongo en duda mi deseo de ya no estar sola, es un acto egoísta y de autoconservación, no me acerca a nadie, sino que me sigue alejando. Me acerca a alguien con una mentira, así que de pronto soy yo la que miente. Me pone una razón equivocada y me confunde, por lo que no me deja ser certera con lo que quiero. De pronto, aquellas personas que no les creo también soy yo, tras mi necesidad de no morir sola por accidente. Sin embargo, no diré "te amo", porque todo lo que tendré para entregar es algo insuficiente para nuestra edad: una mera amistad. Finalmente, solo me queda la esperanza... la esperanza que lo mejor ocurra. 

miércoles, junio 28, 2017

Los dibujos

Soñé con él. A pesar que hace más de un año que eliminé toda posibilidad de cercanía, menos la de la casualidad, siento que hay algo que debo volver a revisar sobre esta situación. Hasta ahora él ha sido el hombre más lindo que he visto, y me refiero sólo de forma estética, ya que él se transformó en muchos dibujos en mis croqueras. Si bien la estética es algo muy subjetivo, me impresionaba el impulso que me gobernaba y me llevaba a retratarlo de forma incesante en miles de hojas. Su rostro estaba lleno de detalles, como el reflejo de la luz en sus ojos color avellana, el mechón de pelo que decoraba sus pómulos, su nariz que se inclinaba hacia el otro. Cada característica entraba en mi cabeza como si fuese un embrujo, que a su vez me incitaba a tomar mis lápices y adorar cada trazo. Fue difícil dejarlo, ya que eso significaba eliminar todo ese trabajo, pero era necesario debido al nivel de agresividad que existía en él. No, no pretendo volver a hablarle, el motivo de tomar distancia fue por amor propio y de resguardo ante tanta agresión de su parte. Por mucho que adore el romanticismo, eso significaría volver a presionar el gatillo. Sin embargo, me preocupa mi pérdida del asombro ante el otro. 
Cada vez que dibujaba a un hombre, se transformaba en una sentencia de causa perdida, puesto que aquello que me llevaba a hacerlo era una pasión desatada. Hubo un tiempo que prefería no regalar estos dibujos por una cuestión casi supersticiosa, porque no entendía la razón de todo esto. Ahora, con el tiempo, he podido comprenderla un poco más, pero he perdido esa fascinación estética. Mis croqueras están vacías de esos detalles que me volvían loca... me preocupa y lo diré sin cansancio. A veces cuestiono este sentimiento como si fuese un deseo de mi otro yo eufórico y maniático, que necesita de esos pensamientos para sentirse inteligente y valorado. Me resulta horrible tener que desconfiar tanto de mi misma por el miedo a la enfermedad psicológica que padezco, pero más que nada, por el daño que puede causar dar rienda suelta a estas ideas. ¿Acaso no existe el equilibrio en una persona como yo? 
Creo que sí disfrutaba el acto de retratar a una persona, porque me sentía cercana a mi misma cuando llenaba de sentimiento algunas líneas. Definitivamente sentía un grado de enamoramiento al proceso artístico, que ahora más que nada se ha vuelto un cuestionamiento técnico. Estaba enamorada porque el mundo me conmovía, en gran parte para mal, pero me sentía tocada por lo que estaba fuera de mi. Y quizás eso era la maravilla del sexo: sentirme tocada por algo que estaba más allá de mi misma. Pero también todo esto podría darse por la desesperanza por el medio, que sólo agoniza en la utopía política que he ido construyendo; o remotamente se debe a que no he sabido reconocer los momentos en base a lo nuevo que gobierna en mis ideas, puesto que sólo tengo las buenas historias del pasado para hacerlo. 
Hace días me quedé donde una amiga y comencé a pensar antes de dormir. Para los que sufren de insomnio es un pésimo indicador. Pero no me negué a esas ideas, las cuales al fin de cuenta me dejaron temblando de miedo al sobreanalizarlas. Pensaba en que detrás de muchos eventos hermosos, se escondía algo horrendo: un beso y el abuso, el cariño y el deseo frustrado, la adoración y el maltrato. Todo se construía como un binario maldito, dando la sensación que eso era lo completo de cada experiencia estimulante. Tal como hablaba con un amigo "las cosas que amamos nos destruyen". Sin embargo, quizá ese es el error de la discriminación y la diferencia de conceptos, el amor y el deseo se construyen como una maldición, no así como un don lleno de sentidos. Quizá ese sentido está lleno de praxis, de procreación y crianza normalizada, en vez de casualidades y milagros. Sí, claramente la lógica se ha llevado mi imaginación, todo se ha vuelto calma, mientras que mi alma busca descontrolarse nuevamente. 
En ese binario maldito, el 1 es la existencia del hombre y la mujer, el milagro de la vida; mientras que el 0 es el control. Era la dualidad de la explosión en el silencio, como la pasión en la falta de esperanzas. Esta no es una reflexión nueva, hace pocos meses me llamó la atención lo atraída que me sentí a un amigo, ya que el me decía que iba a viajar lejos y no lo vería en mucho tiempo. Nunca me había parecido más atractivo más que en la carencia de su presencia. Nunca me ha parecido alguien tan atractivo como en el intento del olvido. Luego me reí y todo volvió a la normalidad. 
¡Quiero el asombro! pero ahora parece tan distante en este mundo que se cae a pedazos, en este mundo que ahora me parece pesimista por el control que he elaborado. No, ya no deseo el nivel de protección que tengo, si al fin de cuentas estoy perdiendo cada hoja que cae a su muerte, o cada promesa que cae en una condena. 

sábado, junio 17, 2017

Poética apagada

Creo que no todo el tiempo se puede hacer poesía o al menos hacer el intento. Es curioso cómo llegan algunas informaciones a tus oídos, sin buscarlas, sin llamarlas y sin esperarlas. Ojalá fuesen buenas noticias, pero nuevamente es para enterarme que algunos vínculos que formamos con el tiempo son un fraude. Entro en mi catalogo de gente que conozco y voy diciendo: confié en esta persona, también en esta otra, pero nuevamente fue un fracaso... un fraude. Poco a poco me convierto en una persona que acoge de vuelta su intimidad, resguardandome en el único lugar que me resulta infalible. Sin embargo, no todo es tan terrible, encontré cosas buenas, personas valiosas y me alegra. ¡Qué más da!, creo que tengo menos miedo y resquemores de dar parte de lo que pienso, en vez de dar lo que siento. 
Pienso que siempre confío, nunca pido silencios a menos que me sean urgentes, supongo que esta estrategia me ha expuesto, pero también me ha mostrado la moral compartida. No todo es tan malo cuando ves que sin pedirlo, sin exigirlo, el acto de amor está a merced de la voluntad de algunas personas. Siento que he ganado todo lo que buscaba y he perdido lo que nunca desee.Fin de la batalla, el viento sopla a mi favor.  

jueves, junio 15, 2017

¿Estás aún conmigo? ¿Estás ahí?

viernes, junio 09, 2017

Crujiendo

Mis manos suelen comunicarse más que mi boca, lo sabes bien, los ruidos de los locos nunca se han entendido. Tantos años pegados los unos a los otros, para aprender a quedarnos mudos e impávidos. No entiendo mucho, sólo tengo un par de ideas, quizá alguna vez puedan servir.

Siento que crujo al avanzar, como rompiéndome en el camino, quizás son los años. Pongo el cronómetro cada vez que conozco a alguien, hay algunos andando aún, pero la mayoría se han pausado ¡que lástima!

Yo no hago cosas bonitas, ni cosas que puedan sentir lástima, ¿debería sentir vergüenza? Descuida, nadie lo sabe aún.

Público

Son tan silenciosos desde lejos,
son tantos
estoy frente a ti

Él estaba acostado en el suelo
eran las doce del día
la gente evitaba pisar su mano

Son tan silenciosos desde lejos
son tantos
estoy frente a ellos

Él cantaba en el baño
calentaba la tina
y su sangre

Son tan silenciosos desde lejos
son tantos
estoy escondido de ellos

Él iba a cruzar la calle
al igual que el auto
ninguno detendría su pie

Son tan silenciosos desde lejos
son tantos
estoy furtivo de ellos

Él conversaba en la tarde
en la noche escribió
en el alba durmió

Son tan silenciosos desde lejos
son tantos
estoy gritando por ellos

Bandoleros en los árboles

¿Tendría que culparte? Si soy una niña bandolera que gira con los ojos tapados, moviendo los brazos, fingiendo que disparo al aire. Estoy atrapada en este vasto espacio, congelada hasta los huesos a causa del anonimato. ¿Debería sorprenderme? ¿debería culparte? ¿debería resignarme? ¿debería seguir preguntando? Trepé hasta la cima del árbol para poder dejarme caer, para gritar de un golpe y sentir el último aliento. Trepé para sentir el pitido de la sangre y el silencio de las hojas moviéndose. 
Mi nuca se entibia, mi mirada se fija y mis dedos se ponen rígidos.¿Tengo que terminar las cosas así? ¿A quién le importa? 

¿Pienso esto para que le importe? Nunca he sido tan incoherente. A la gente le gusta las sonrisas, yo no tengo ninguna más que alguna involuntaria. Estrepitosa forma de caer en silencio, como la pausa después del choque, como dejar que las cosas sigan pasando hasta que suene el pitido. ¿Pienso esto para preocuparle a la gente? ¡que va! si los que quitaron las esperanzas, ya han corrido lejos. ¿Es una lucha contra ellos? Claro, como un bandolero disparando al aire. La gente deja sombras, pero nunca su presencia. 

Las sombras se cuelan entre los árboles, como risas viejas que silban entre las ramas, como juegos y pasos rápidos sobre las hojarascas. Las añosas sombras tienen memoria y a veces nos cuentan historias cuando nos sentamos solos en alguna banca. Algunos duermen con esas historias en los parques, se quedan hasta tarde, hasta que culmine con sus oraciones. Algunos corrimos en nuestra imaginación por esas sombras, nos metemos en aquellos cuentos y hacemos temblar las ramas. 

Los bandoleros somos solitarios, porque nunca sabemos si reír o llorar si estamos acompañados ¿alguien me enseñará como sentir? Y si estamos acompañados, a veces no sabemos por qué. Tiemblan mis manos hasta tocar la taza de café, como si volviera en paz después de las fantasías, como si nada de lo que pensara tuviera sentido. Mi cuerpo reposa, mientras mi mente se ha ido caminando hasta llegar al bosque, donde los árboles caen sin hacer ruido. 

La banca

Visitame en cada lugar que estuve,
que mi memoria ya no tiene pasos.
Visitame cuando el alba llegue,
y se robe mi día

Lleva sonrisas en los bolsillos,
que los cristales ya no nos sirve.
Lleva una caja de momentos,
para pensar que nada es en vano

Llega a mí cuando ya no esté,
cuando todo sea tarde
Llega a mí cuando ya no esté
y no pueda agradecer

Cuando me vista de tierra
Cuando me vista de madera
Cuando me vista de gusanos
Cuando me vistan con flores

Visitame en el lugar que estuve
lleva una sombrilla para el sol
llega cuando sea más tarde
cuando no pueda decir que hay...

Dialecto críptico

Soy de dialecto críptico y solitario.
Soy de manantiales y abundancias.
Soy de océanos y naufragios

Queda en mí el valor de la insistencia.
Queda en mí los ríos de palabras.
Queda en mí la torre de marfil.

Se detiene en tus muros.
Se detiene en tu silencio.
Se detiene en la ausencia.

Soy de dialecto críptico y solitario,
hasta que una mano salude
hasta que quede en mí
y jamás se detenga




Humedad

Después de sentir quemando el sol de enero, la brisa comenzó a invadir todos los espacios vividos, que poco a poco nos acercó mayo. ¡Desdichada época!, con su nostalgia camuflada de belleza, me pierdo en tus hojas moribundas y en tus nidos. La belleza fastuosa que nos llama a la humedad, cristalizando lo endeble de nuestro pies que miran. Hoy, hoy correré dejando marcas de sal, correré con el peso de mi chaqueta, mientras que la luz pica mis ojos. Correré hasta junio y levantaré mis manos en la lluvia de julio. 
Esconderé mis palabras en el trabajo, en mis piernas andando, en las esperanzas que vuelvo a construir. Que nada es falso cuando lo creas, que nada es falso cuando entierras tus manos para poner los cimientos de lo que allí estará, que nada es falso hasta que sientes aún el respiro. En la cornisa del monumento de la vida reposará la sal y correremos en los pasillos que crearon los puños. Finalmente nuestras caras limpias mirarán la luna para poder descansar, porque aún queda algo de energía cuando nos evaporamos... 

domingo, junio 04, 2017

Psicosis y ciencias

Palabras claves: categoría, sesgo del observador, apofenia, creatividad y subjetividad

Hace poco rato terminé de ver "Dark side over the rainbow", una versión de "el mago de oz" con la música de Pink Floyd. Al finalizar la película salió el concepto apofenia, no conocía dicha palabra hasta ese momento. Tras saber vagamente sobre su significado, me puse a pensar si la capacidad de generar y asimilar patrones no repercute también en el desarrollo de la ciencia. Días atrás también estuve pensando sobre el "sesgo del observador", aplicado fuertemente en las ciencias naturales para evitar ver respuestas tendenciosas tras el proceso de experimentación. Al unir ambas ideas me puse a divagar sobre la posibilidad de generación de categorías ficticias/creativas, las cuales afectarían directamente a la ciencia como conocimiento útil. ¿Es posible saber si nuestras observaciones están sesgadas por nuestras intenciones? 


sábado, junio 03, 2017

Se iba a llamar "melancolía"

Sábado, 21:37 horas. Hice una pequeña pausa de la lectura recreativa, revisaba "La náusea" de Sartre. Poco a poco, dado a sus desoladoras palabras causadas por una soledad ingente, me precipité al deseo y a la empatía. Con el tiempo esas ansias llanas del romanticismo se han esfumado, ahora habita en mí un largo aliento de compartir intimidad y un gusto, algo así como una tarde fría junto a un libro y un café. Sin embargo, ese deseo se traduce en leer en voz alta aquello que reviso, para que el otro pueda escuchar y atender las cosas que voy experimentando. Quizás eso me parece más íntimo que cualquier otra cosa, ya que mis ganas de entablar una conversación se reduce por cada segundo de estar lado a lado sólo conmigo misma.

El aburrimiento tiene un dejo de melancolía, se ve como un problema que mezcla la escasez de ideas y los recuerdos, el ataque de tu vida que te condena a repetir todo, como si no hubiera más. Quizás sólo es una forma de quemar la incertidumbre, de gastar el tiempo recordando. O quizás, sólo es un ejercicio febril de nuestra mente, que se alimenta de recuerdos para promover el aprendizaje. A fin de cuentas, me siento contagiada por las palabras de Sartre, porque veo en sus letras las distancias que generamos con el tiempo, que a su vez se transforma en algo tan cercano, tan interno. Necesito cavilar sobre estas ideas y no generar aseveraciones, ¡tanto daño que han hecho esas aseveraciones!

viernes, junio 02, 2017

Concepción iridiscente

¿Recuerdas?
Solías estar embelesada por la humedad de la mañana, 
por los charcos en el camino,
por el movimiento de la nubes. 

¿Recuerdas?
Nadie que conocieras estaba alrededor
sólo había una libreta apoyada en las piernas
sólo había un espacio vacío contemplado

¿Recuerdas? 
Los mejores tiempos que tomaron todo de ti
Las sabias adicciones a su comunicación,
las sabias aflicciones de caminar al borde

¿Recuerdas?
Irisación de gasolina en el estacionamiento
El eco de la risa mientras corríamos
El eco de tu silencio al subir al bus

¿Recuerdas? 
Seguir con tus dedos las gotas en la ventana
tomar el cigarro como si fuese un pitillo por la lluvia
tomar el cigarro para olvidar los temblores

¿Recuerdas?
Cuando dije que en ti había encontrado mi hogar
Ahora mi lecho está vacío
Ahora la ausencia está llena

¿Recuerdas?
Las teorías de la yuxtaposición
A mi lado la continuación de nada
A mi lado todos los que faltaban 

(pensamientos acompañados de una canción https://www.youtube.com/watch?v=_pZ2bUkUKXs) 




sábado, mayo 13, 2017

Mi idea soy yo

Yo soy, soy mi idea,
una palabra atrapada en un pozo 
que arde en mi centro

Yo soy, soy mi idea,
el eco de un famélico
que cierra los ojos para ignorarse

Yo soy, soy mi idea,
el reloj guardado en el cajón
y los pasos en reversa

Yo soy, soy mi idea,
los abertales de un río seco
que cavila en tormentas

Arde en mi pecho famélico
un pozo y un cajón,
una palabra y unos ojos,
abertales de un reloj

lunes, mayo 08, 2017

Varada

Como un capitán suicida sobre el barco de timón atascado, la tormenta de la locura me llevó contra las rocas tratando de alcanzar tierra firme. Y a pesar de todo... sigo viva. Tengo sed, llévame al lugar más seguro.

sábado, mayo 06, 2017

Torbellino de autodesprecio

Ante todas las cosas, tengo una contradicción producto de la excepción. Dicen que tener el sueño cambiado es un depresógeno y claramente, para poder mantener controlado esto, debería considerar que no puedo provocar quedarme dormida tarde, sin embargo, las situaciones así lo disponen. Además debido al contexto también me he sentido algo cansada, por lo que no he podido distinguir si esto es cansancio o depresión. Me desperté recién a las 15:00 hrs, no quise comer. Recibí un par de mensajes en el celular, sentí rabia. Me fui a bañar y me quebré. Que puedo decir, detesto hablar tantas veces de "me" y "yo" dentro del mismo texto. Quisiera responder que todo es causado de una vida ni tan triste, culpar a todos los responsables de mi estado, pero ya es muy tarde para hacerlo, porque tener salud significa perdonar y hacer la vista gorda, distinguir que esto no es más que una conducta sistemática. Quisiera decir que me avergüenza que las personas se quejen de las oportunidades que tienen de dedicarle su tiempo a alguien que lo necesita, porque se manifiesta claramente este egocentrismo tan instalado en las personas, que hacer algo que involucre su dedicación a algo que ellos no van a tener un beneficio concreto los descoloca. ¿Podría decir que soy la excepción de esos casos? No, claramente soy igual de egocéntrica que el resto de las personas, pero he experimentado la necesidad de ver si la persona que te importa aún respira por la noche, mudarla y ponerla en un ataúd. Hace poco tiempo él me dijo que ahora que se sentía mejor, notaba que tampoco sabía nada de los demás y no le importaba, es curioso que así se exprese la salud mental.
Sí creo que la depresión es una enfermedad, pero es realmente patética para este sistema, no sólo está invisibilizada, sino que es una burla, no puedo decir con justa razón qué es lo que me duele y si quiero una eutanasia para cesar de vivir de esta manera, o que prefiero morir del dolor que causa, como sucede con otras enfermedades mortales, es una burla... algunos han mostrado que este dolor es grande exponiéndolo con gran teatralidad, pero resulta que de abajo unos tipos deplorables gritan con todas sus fuerzas que no se quieren perder del show. Lo que le duele al depresivo es tener que lidiar con los demás, no es el corazón, no es el hígado, ni el páncreas, ni nada de eso, es tener que ver que la sociedad es un fiasco y no se necesita ser tan inteligente para poder ver la basura. ¿Pero podría ser un sociópata y terminar con mi problema? Definitivamente no, sería un trabajo tan absurdo, ya que nunca terminaría de resolver con asesinatos la causa de todos estos males, además tampoco soy la excepción como para exaltar mi superioridad moral, pero a veces pienso que muchas personas son potenciales sociópatas... y siendo sincera, creo que el sociópata es un ser con carencias intelectuales.
¿Cómo duele? por ejemplo, tú te tocas donde te duele, en cambio yo imagino escenarios, uno de los dolores más bonitos fue cuando me imaginé colgándome en el puente de los candados, cagándome en los pantalones, siendo obscena en toda su esencia, pero teniendo en mi pantalón una nota que diga "Eso que llaman amor no existe, se necesita grandes cambios para que ocurra... pero aún no pasa nada, adiós". Empero, me siento culpable por el mismo egocentrismo que me ataca, que es lo que dije al comienzo, porque he visto que hay unas personas que hacen lo mejor que pueden para amarme, pero resulta que no puedo estar destinada sólo a estar con esas personas, porque esta sociedad te exige salir del nido. Y esa es la excepción, la incapacidad de hacer algo completamente egocéntrico porque hay una persona el mundo que hace el intento y yo no podría responderle con el odio que le tengo a los demás. Bueno, a eso yo le llamo vivir.
No mentiré, me he sentido entusiasmada con algunos quehaceres, por algo puedo mantener esta enfermedad controlada y en tanto pueda, invisible... porque para qué vamos a andar con cosas ¿cómo voy a vivir bien si el resto cree que soy patética? Claro, la calidad de vida es empezar a imitar a los demás y ser la conchuda que desprecias, pero teniendo al menos una moral un tanto más desinteresada.
Son las 18:30 y aún no quiero comer. La incomodidad es parte del crecimiento, ¿no crees? Ya dejé de llorar por autodesprecio, pero me duelen los ojos... quizás debería volver a ser normal.
** Por cierto, es un texto muy mal logrado.