Quizás ya no seríamos amigos o quizás nunca lo fuimos. Por alguna razón me he acordado mucho de ti, Julio, en un escenario completamente diferente, pero que definitivamente responde a un tejido de eventos que nos llevan a este punto. Hablaba de por qué estoy en contra de la psiquiatría, de lo cambiado que estuviste después del tratamiento y lo poco que te entendió este mundo. Hablaba con una amiga sobre el electroshock y su práctica, te recordé, recordé la cara de la Vane cuando le avisé que había hablado contigo mientras estabas internado sin tu consentimiento. Recordé que buscamos la clínica por internet, que fuimos al negocio de tu familia a preguntar por ti, fingiendo que te llevaba una película que me prestaste ("El milagro de P Tinto").
Recordé que la Vane estaba preocupada porque te vió extraño, debía repetirte las cosas porque no entendías qué sucedía. Recordé que ella te quería mucho, te quiso mucho durante esos años, pero siempre el mundo será una tropa de cojos. Pasó el tiempo y ustedes lo atravesaron, ya no podían verse, pero a veces conversábamos. Yo sabía que la situación del puente, de la enajenación, no fuiste tu, fue el terror que implanta un mundo que indica que estas loco, tan sólo eras un gato con un mundo fantástico en tu cabeza. Tomé distancia para que no llegaras tan fácil a ella, para no ser una intermediaria, a pesar de que te entendía mucho. Sin embargo, el día que te dieron por desaparecido me hablaste, no quise responderte por eso, porque me hice a un lado. Fui canalla.
Recordé que mi papá cuando te vio caminando por el Remanso dijo "ese niño va a terminar colgado", yo lo quedé mirando con extrañeza. La Vane después sufrió la muerte del Diogo, culpando que te lo habías llevado de la misma manera que tú te habías ido - los perros saltan sin saber que están atados al cuello-. Cuando volví a Los Andes para tener noticias de ti y de tu desaparición tuve un sueño, donde estabas sentado bajo el sillón de mi casa, ese que está bajo la escalera, sonriendo y brillando. Cuando le contaba eso a mis amigas, me comunicaron que ya te habían encontrado. Recuerdo que una de ellas en tu funeral dijo cosas estúpidas, pero hice caso omiso, de nuevo me callé. Ya casi no hablo con la Vane y eso me hace pensar que ya no seríamos amigos si siguieras aquí.
Puse Gameover porque me acuerdo de tu subtitulo de messenger y que me recomendaste escuchar unas canciones también. Recordé el 13 de mayo del 2010 y que la Vane me rescató de mi pieza. Muchas veces pensé que le di la posibilidad de salvar, de hacer lo que no pudo hacer contigo. Yo, la loca, la de ahora, la del 2009, todas, ninguna entiende lo que pasa con esta vida. Recordé cuando enloquecí con mi abuelo, porque me decía que tenía que echarte de la casa, que ya eran las 3 de la mañana. Él llamó a mi papá y cuando te vio se puso a reir y te fue a dejar a tu casa. Al llegar me dijo "si hubiese sabido que estabas con Harry Potter no habría venido", luego se largó a reír.
Hay personas que te dan vida por un instante, como ahora, o algunos te dan la vida para siempre, como la Vane el 13 de mayo. Aunque ya no seamos amigos, aunque estemos menos locos, aunque nos trepemos a los árboles para entender el mundo, escondamos nuestra sonrisa por vergüenza, recordaremos sin entender las señales, porque éstas sólo nos quieren dar mensajes antojadizos.
"Y si ya no existes tú, ¿cómo es que existo yo?" Como es que existo después de años y tu no... azar... cobardías y agallas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario