domingo, agosto 06, 2017
Excelencia mordaz
Me siento insatisfecha y llena de odio hacia mí, no porque haya errado, no porque sea importante, sino porque no puedo. Tonta, tonta, tonta mujer que no puede ser quien desea ella misma. Débil de voluntad, que piensa que cavila en exceso, pero no lo hace, sólo el ocio te consume. Quiero aprender con tantas ganas, pero me desilusiono de mi, de este ser ordinario. Lo intenté, pero no lo deseo, no tengo la vitalidad de instalarme en este mundo insano, ni siquiera generando una resistencia. Insuficiente, tan insuficiente. ¡Cómo te puede costar tanto!, ¡cómo volver adaptarte y esforzarte te cuesta tanto! Estoy devorada por lo efímero, lo mordaz que acarrea el tiempo, por la pérdida de segundos... lo único que efectivamente se pierde. Busco las horas debajo de las sábanas y jamás las encuentro, ni siquiera en la reflexión exitosa retengo una utilidad. Capitalizada y confusa, deseando la apropiación de mi vida y se me va de las manos. Inútil... ¡Inútil! ¡Voluntad, se mía!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario