sábado, junio 28, 2008

arriba en la cordillera

Erase una vez un hombre con un paraguas, bajo la tempestad de invierno, con rostro taciturno y con aquel ademan como si estuviera esperando algo. Los minutos pasaron y una micro andaba a lo lejos y se acercaba cada vez más. Un hombre con una guitarra se acerca a el y se dispone a tomar la misma locomoción.
Los peldaños ya habian sido pisados y su asiento ya era parte de su descanso: Y una mirada al exterior lo miraba a el. Era una muchacha muy joven, con cabellos claros, con tanta vida por delante pero con un rostro tan amargado.
Una vos suena repentinamente en el vehiculo:
"Que sabes de cordillera si tu naciste tan lejos hay que conocer la piedra que corona el ventisquero hay que recorrer callando los atajos del silencio y cruzar por las orillasde los lagos cumbrereños mi padre anduvo su vida por entre piedras y cerros.La viuda blanca en su grupala maldicion del arriero llevo a mi viejo esa noche a robar ganado ajeno junto al lago de Atacalpoa la entrada del inviernole preguntaron a golpe y el respondio con silencio los guardias cordilleranos clavaron su cruz al viento.Los Angeles, Santafueron nombres del infierno hasta mi casa llegaba la ley buscando al cuatrero mi madre escondio la cara cuando el no volvio del cerro y arriba en la cordillera la noche entraba en sus huesos el que fue tan hombre y solo llevó la muerte en su arreo.Nosotros cruzamos hoycon un rebaño del buenoarriba en la cordillerano nos vio pasar ni el viento con que orgullo me querría si ahora llegara a saberlo pero el viento no mas sabedonde se durmio mi viejo con su pena de hombre pobre y dos balas en el pecho."

Entre su melancolía ella voltio a la mirada de aquel hombre que sostuvo el paraguas, que no era un hombre, sino, un simple joven que la miraba a lo lejos sonrojado por ser descuibierto. De una linda melodía, su sonrisa floreció tan sutil como el respiro.
Ella que no es ella, recordó su estadia tan lejos de la cordillera, donde sintió los años avanzar en segundos, donde la vejez toco sus hombros y recordo tiempos aquellos donde ella miraba desde una ventana, cuando tenía 19 años.

domingo, junio 15, 2008

Premio de Consuelo

No queria dejar sus abrazos un día como esos, pero las 12:15 hrs ya había llegado, debía subir a aquel bus y marcharse nuevamente. Cuando se subió se sentó lejos de la ventana, para no ver lo que tendría que dejar una vez más, para construir satisfacciones futuras, conducir por el camino para no perderse en este amplio mundo, donde la incertesa se produce segundo tras segundo. El la miró furtivo entre unos pilares, pudo notar su rostro melancólico; Ella podía sentir ese nudo en la garganta cuando intentas ser fuerte, no ser derrotado por el llanto.
Durante las seis horas de viaje ella pudo distinguir entre la luz y el ocaso, entre las fantasias y las realidad, su mente y su corazón que al fin habían concordado. Entre tantos sueños imagino una historia, un hombre que corria todos los días en el atardecer, salía cerca de las 17:30 para alcanzar a ver el crepúsculo, las ultimas instancias de la luz, antes que se ocultara tras el mar... corría contra los segundos, perseguía en su recorrido al sol... corria hacia el lado contrario del mundo, esto le daba vida.
Tras todo esto, su recorrido había finalizado y tenía que tomar su bolso que ni siquiera podía sostener, para poder irse a aquella casa donde nadie sabía que llegaría, donde nadie la esperaba, donde solo había cortesía y consuelo. Es verdad, sería cruel si lo olvidara, hay personas que les intereso, pero es dificil para mi ser yo misma con ellos, siento aquel cariño que tengo por mi familia, su acogedora postura, tantas cosas buenas... Pero en esos momentos solo quería estar triste, como tantas veces, adoptando esa postura depresiva.
El hambre la corroía pero no deseaba comer, hasta que frente la television se desahogaron todas sus penas, comio y comio una y mil galletas, bebiendo leche chocolatada, para endulzar su amargura. Veía peliculas y series pasando por su mente y uno que otro recuerdo evocados por la imagenes.
Entre tantas peliculas capto una en especial, "Closer" aquella tipica escena donde el la deja, donde el su rechazo le causa decir todas las verdades de una boca adolorida, donde el solo dice que es egoista y ella necesita huir... En muchas historias, aparece estos mismos detalles...

Ella despues de ese momento, se mira a sí misma y solo ve consuelo a su alrededor, momentos de soledad y angustia.

martes, junio 10, 2008

Como un disparo.

Surges como el silencio después de vernos a los ojos, lánguido y triste como aquella figura de despecho, sin hambre, con vergüenza de ser quien es. Sabías que a veces me atormenta su mirada y me mata su desdén, soy como un feligrés un tanto fanático que lleva en su mano un flagelo para castigarse cuando su vida lo traicione. Me pone enferma saber de su existencia, al pasar el tiempo los espejos solo reflejan siluetas enjutas que desconozco, no te lo negare, me enfermé pensando en el.
¿Recuerdas aquella conversación de la vida? Tratamos de ver nuestro camino positivamente y mientra el cigarro se consumía en mis falanges tú me dijiste que serían tres horas menos para mi vida con cada cajetilla fumada y yo solo te dije abúlica: si te pones una pistola en tu cabeza es menos. No le tengas miedo a la muerte y si es menos, trata de disfrutarlo, no te queda otra… pero te digo algo amiga, debes sentirte agradecida de lo que tienes, sentir que has vivido, es verdad, debes sentir gratitud. Pronto a esto recuerdo ese personaje que entre vastos pastizales, miraba a su victimario clamando perdón, soltando su arma paulatinamente. Posterior a ver esa escena ella voltea y corre libre por la vida, hasta que sus ojos, que me miran como esas películas de suspenso, absorta, sosteniendo una bala en su corazón y muriendo en el acto, por la mano de su moribundo asesino.
O también podemos ser como la muñeca de porcelana que es guardada con los recuerdos de alguien, pero toma vida para salir del plástico de las bolsas que la van asfixiando en cada intento de ser recordada. Pero cuando logra salir, camina hasta el salón donde suele reunirse la familia a quien le perteneció, pero solo pudo ver espacios vacuos, solo una mujer solitaria en la esquina, con la piel agrietada y un rostro asustado
que mira desde el alma adolorida, que esta furtiva de la sociedad y que desaparece cuando nadie la llama. Pues la muñeca ahora entiende su abandono, el tiempo ha pasado y las personas algunas veces no retornan a su nicho, se olvidan de quienes son y se disipan como la piel hasta el punto de ser polvo. Sus manos quebradizas se deslizan por la madera crujiente, llegando hasta la caja que fue su hogar por tanto tiempo, se sentó dentro de ella y pensó que era el momento de ser olvidada para siempre. Nunca existió.
Así la vida se va de nuestras manos, no sabemos como, ni cuando todo esto se extinguirá, pero la vida continúa hasta el segundo que viene…¿No es cierto amiga?

sábado, junio 07, 2008

Linea imaginaria

A veces no me encuentro tras esa máscara, detras de las historias que me relate tantas veces, las veces que me ilusione con tesoros escondidos y sigo buscando hasta desilusionarme y esperanzarme de nuevo.
Recuerdo ese día frente al espejo, sacandome de la piel todas las máscaras adheridas. Entre ellas encontre una muy similar a mi verdadero rostro o el que me imagino tener, en ese instante sentí algo por mí, me encandile como otras oportunidades lo habia hecho con esas personas, que son tan humanos como yo... pero aun así, mi caminar ante ellos es atolondrado. Ante esta situacion note cuan acertada estaba inconcientemente, ya sea por el hecho de encontrarme jugando en la linea de la discordia, entre dos lugares, saltando de un lado a otro. Entendi que uno de esos lados me cegaba, que cuando miraba habia algo dentro de mi, una fascinacion por cada parte...
Me enamore de la belleza y ese fue mi limite y he comprendido todo este tiempo mi rechazo a ese rostro, el hecho de ocultarme... no puedo ser bella, no puedo encandilarme con mi imagen, podría volverme loca!, podría mirarme como los miro a ellos... tan frustrada.

Otro cuento a mi vida, otra mentira para creerme, tras eso me oculto nuevamente detras del papel maché.