miércoles, noviembre 23, 2011

El corazón no me dio paz,
la mente hizo un mal plan
y la vagina tuvo que pagar. 
Por quererte, por no querer
por no tener y desear. 

Tate, que las cague!

viernes, noviembre 18, 2011

Me lo dijo a litros

Es un genio el que puso el frío en una botella, la froto tal como un momento excitado y desparrama el liquido mas sanguinario de verdades ocultas. Amo el vino de las noches sollozando los viernes, de los corazones apretados y los malos planes. Ver a los demás a través del vaso ahogándose en otro trago amargo. Rezo por un cigarro más largo acumulando cancer en la taciturna noche que forma tumores en la garganta. Y yo solo trago este liquido morado que me besa hasta la mañana siguiente. ¿Cuándo? ya no se cuantos viernes necesitaré, solo deseo a una botella que me conceda una epifania absurda que me haga creer ... creer en el amor, creer en la voluntad. Lloro apretando los músculos del pubis al igual que lloro cuando entra el humo del cigarro al ojo... no tengo que fingir, siempre hay un pretexto...antes del texto, antes de la palabra, antes de hablar, cuando no dices nada. Lloro porque es un pretexto de tristeza cuando la soledad se aprieta.

jueves, noviembre 17, 2011

Me dieron una cuchara

La vi bajar por la escalera y me quedé helado, no la conocía en lo absoluto pero con tan sólo verla un par de veces, eso ya era suficiente para descolocarme. La veía bajar por la escalera como si la siguiera un haz de luz como aquella que iluminaba su cara antes de lo sucedido, cuando dejo su pie en el suelo terminando su recorrido sentí el sonido de un golpe, muy similar cuando alguien atropella a algún animal en la carretera, pero mucho mas suave. 
Venia de unas calles, miraba un letrero que tenia una luz fluorescente tras el papel, yo me sorprendí por verla de nuevo, hace meses que la había visto. Pensaba en bajarme, además por las demoras en el metro como cuando el anterior presenta un atraso y hay muchas personas esperándolo, demorando así ser abordado. Ella dio la media vuelta y se acercó a los rieles del metro, con la cabeza baja mirando la linea amarilla bajo sus pies. Sonaba la aproximación del metro que venía de su lado , cuando miró hacia al frente, el guardia de chaqueta amarilla la vio y comenzó a correr rápido. Yo a la vez corrí hacia la puerta del metro antes que se cerrara. El metro comenzó a andar y entre su andar sentí un golpe y unos gritos. Los segundos que demora el metro en pasar hasta retirarse me fueron infinitos... cuando como una cortina muestra el telón, habían mujeres cubriéndose la cara con las manos, algunos abrazando a algunas, otros mas intrigados y sorprendidos, como si algo anduviera mal con los espectadores. Desde ese momento y al correr hasta el otro lado, mi cabeza iba eligiendo imágenes de las que estaban afuera, hasta que llegue y lo único que pude pensar fue: ni siquiera tengo el número de su familia. La gente se iba acercando al lugar, mientras que los guardias gritaban algunas cosas como para apartar a grupos de morbosos, sonaban los walkie talkie y los parlantes de la estación. Unas personas se retiraban decidiéndose tomar otro tipo de transporte pasando por esta rejilla de vidrio que impide el paso por el costado de los molinetes. ¿Cómo una acción como esta puede cambiar el día de muchas personas, perturbar el orden de tal manera, cambiar rutinas? Y su familia, la cual apenas conocía, cuanto iban a cambiar de aquí en adelante.
Y yo aún no tengo su teléfono, ni siquiera pude decir: Yo la conozco. Porque no habría servido de ninguna ayuda. No, no la conocía ... pero algo me sucedía. No, no la conocía. 
Esa fue la Historia, quede muy absorto esa ocasión, siempre he tenido pensamientos depresivos, pero yo no la conocía, quizá me hubiera agradado más, habríamos tenido una cuchara de palo para cavar nuestra tumba a lo largo de nuestras vidas mientras que paulatinamente nos cansábamos y nos reíamos, mientras que cavábamos y menos deseábamos morir. 
Creo que la hora terminó, supongo que aun tengo mi cuchara. 

sábado, noviembre 12, 2011

Milagro de desgraciados

Me acuerdo cuando estaba leyendo algo de embriogenia y las clases de un profesor que asumía que la concepción era un milagro, que eran múltiples factores funcionando a la vez para poder crear el embrión. Vivir el resto de tu vida también es un milagro... un millón de factores acumulándose en el cáncer que te matará al momento de nacer de nuevo.
Milagro fue encontrarte en esa multitud y milagro fue ahora verte desaparecer, como si todo estuviera rebobinando desde aquel momento que te vi entre la muchedumbre de la calle, hasta esconderte en la lejanía. Milagro fue que dos desgraciados se encontraran, que se besaran y después que cogieran en tardes calurosas o en parques deshabitados... milagro es que te fueras y que te perdieras en la muchedumbre de mi corazón y del tiempo. El problema fue el tramo que se consolida el cáncer y el amorobsesivo no-amor.

jueves, noviembre 10, 2011

Misoginia

Esa repulsión a lo femenino, al teatro innecesario, a las actitudes infantiles... el movimiento feminista debería ver a quién defiende, la boca femenina esta llena de torpeza, de necedad, de perspectivas inútiles y cobardes, falta de gallardía, de palabras en lo privado siendo obvio. No me eximo de torpeza, ni de imbecilidad en muchos casos, pero le aviso a aquella mujer más estúpida, que la vagina que tiene le hace ser weona, repulsiva, intratable... Si fuera hombre solo entendería una dinámica, que el mete y saca es lo único respetable de una mujer. Lo demás... lo demás es algo que no sirve.

lunes, noviembre 07, 2011

Encuéntrame en la angustia

¿Realmente será necesario desear para ser? Me quede en la angustia de las preocupaciones, del nudo en el pecho, en el pedazo mal tragado. No me preocupa nada que yo haya decidido, todo fue configurado antes y mi culpa como siempre fue estar. Me encontré con las cosas que le dedico tiempo tratando de sostenerlas como aire... Realmente no tengo idea de nada. ¡Pero qué importa! Me mata la angustia, algo me preocupa, quiero desear y ese es el problema... no me acepto como alguien sin deseos y sin conciencia. Me encuentro en la angustia del espejo de todos.