martes, octubre 10, 2017

Un breve ensayo sobre feminismo

El principal propósito de éste documento es la revalorización de la historicidad de la lucha feminista, considerando contradicciones discursivas y metodológicas en el movimiento. Para ello sólo consideraré 4 contradicciones:
1) "Determinación biológica del dominante"
2) "El argumento binomio se vuelve el principal enemigo"
3) "Arbitrariedad punitiva"
4) "Paternalismo"

Determinación biológica del dominante.

Simone de Beauvoir arranca en su libro más reconocido, El Segundo Sexo, con la premisa que existe una construcción cultural de poder que se basa en el binomio sexual, es decir, se determina biológicamente prácticas que son culturales. Esto indica que en torno al sexo se edifica una estructura de dominación, que invalida culturalmente a un sexo, pero que es ejercida socialmente. Aquí da cuenta que existe un privilegio cultural (o poder cultural), que consta en subordinación de la subjetividad de un sujeto, el cual es construido con roles y condiciones materiales. Por lo tanto, acá ella nos indica que hay que poner en cuestión la dotación de poder cultural, es decir, en la construcción de roles que determinan el género privilegiado y subordinado (el valor). 

Sin embargo, en la práctica punitivista, la masculinidad es el hombre, no así los roles entregados. Si se sigue determinando biológicamente el rol, damos por sentado que el feminismo fue un movimiento que nació muerto, porque sólo por la transformación de sexo se podría destruir el patriarcado. La razón de decir que "la masculinidad es el hombre" es cuando se da por sentado que el hombre adquirirá su rol y siempre ejercerá su potestad: "El hombre es privilegiado". La masculinidad también se construye. Este hecho viene a cuestionar sloganes de separatistas y liberales, que levantan la bandera del "lesbianizate". 

El argumento binomio se vuelve el principal enemigo. 

Para este caso recurriré al ejemplo que vengo analizando hace un tiempo, donde he discutido si el "Stealthing" puede ser considerado violencia de género o violencia sexual. Lo primero que hice para poder analizar las partes fue aseverar: la condición "receptiva" o femenina es subordinada ante la condición "penetrante", situación que se reitera en la masculinidad y feminidad de homosexuales. Hasta el momento iba todo bien, hasta que percibí que grupos que sostienen como bandera de lucha la abolición del binomio de género, aseverando que no existe un sentir o una esencia femenina ni masculina inherente al sexo, obviando la construcción histórica y cultural de ese poder. Hay que reconocer dos cosas de ese postulado: valida que el género es una construcción cultural, pero obvia que la lucha es en torno a esa razón. El problema no es el rol, sino el privilegio que hace que resurja la nomenclatura e incluso para ser utilizada instrumentalmente para el análisis. 

Si nos basamos en planteamientos de dominación cultural o simbólica explicitadas por Pierre Bourdieu, el sentido y el significado de una práctica es producto de la relación, donde la dotación de un capital es el que hace la diferencia. En este caso, "la penetración" es la cualidad o condición dominante porque es la potestad de poder, y la "recepción" es la cualidad subordinada. Si se tiene esta condición es dominación, empero la "recepción" sí tiene una condición de poder ¿ésta no estaría ejerciendo un poder ante la "penetración"? Caso donde el control de natalidad lo sostiene la mujer (píldora anticonceptiva). ¿Existe un privilegio producto del patriarcado?  En ese sentido, la condición "receptora" y "penetrante" solo tienen sentido en la práctica y no están dotado sui generis. Lo que vuelve a postular que el problema es el privilegio de una construcción cultural, no así la nomenclatura femenino y masculino, siendo estos últimos la expresión del privilegio (que en términos materialistas, sería la propiedad de los medios culturales). 

Arbitrariedad punitiva 

Llamo "arbitrariedad punitiva" a todo aquel caso que sea producto del apogeo de una de las posturas feministas durante ciertos periodos, las cuales han llegado a contradecirse históricamente. Hace años atrás, en especial en mi universidad, vi el apogeo del "pornoterrorismo", ya que llamaba a la mujer a conocer su cuerpo y la sexualidad: si contradecías eras machista y sometías a la mujer a su virginidad, siendo objeto de deseo, pero incapaz de descubrirse a sí misma. Este año, con el apogeo radical y separatista, el porno es nuevamente aniquilado, ya que demuestra que tiene relación con las prácticas de dominación sexual, que son naturalizadas: si contradices, eres machista y estás a favor de la explotación de la mujer. En ese sentido, vemos una contradicción en lo que se puede entender por libertad y una disputa entre feminismo liberal v/s radical. Cuando el principal problema es la definición de libertad, es necesario comprender cual la condición de dominación. Aquí ninguna de las dos posturas ha defendido cual es la condición, pero si el castigo y la denuncia. 

Si sigo la línea que vengo a defender en este ensayo, la libertad es en torno a la propiedad del privilegio, es decir, la propiedad del valor y su administración. En otras palabras, la libertad consta en la socialización del acuerdo, considerando la potencialidad de los valores y su práctica. Por lo tanto, la subordinación de la mujer en la libertad sexual, se situaría en la capacidad de descubrimiento de su intimidad y sexualidad, por lo que el movimiento no debería sostenerse en la manifestación sexual como libertad, ni en en la abolición de la expresión sexual socializada, sino en cómo se lleva a cabo ese conocimiento. Acá rescato una postura muy válida del movimiento radical, donde la industria del porno sí genera explotación, pero que el problema es el cómo se socializa y cómo se subordina a la mujer en el porno industrializado. (Se considera la clase dentro de la administración).

Paternalismo

Bueno, acá no es algo nuevo lo que puedo decir, puesto que Camille Paglia lo ha dicho con mayor claridad: el movimiento feminista no puede ser paternalista. El paternalismo o el "locus in parentis" (en lugar de los padres), fue parte del movimiento que ella fue parte, donde se quería obtener las mismas reglas entre institutos divididos por sexo. Ahora lo que vemos es que se busca que la institución, la cual es marcada por lógicas patriarcales, sea la responsable de acoger y suministrar la representación femenina en un porcentaje. En ese sentido, se está apostando por un exceso de protección femenina, que en algunos casos ha llegado a contradecir la igualdad de condiciones que se ha buscado históricamente: Si la mujer denuncia no debe existir investigación, ya que por estructura ella dice la verdad. Es decir, la institución debe proteger y no socializar las condiciones. ¿Estamos subordinando a la mujer por incapacidad de defensa estructural? ¿La mujer no es responsable de su militancia feminista? 

Ante esas dos preguntas llevo a un caso, cuando criticas a una construcción cultural de mujer y una práctica, por ejemplo, una madre que ejerce violencia a su hijo. Al cuestionar un rol femenino y decir "mala madre", ante discursos públicos te vuelve inmediatamente machista, puesto que atenta contra una cuestión femenina ante la cual tiene protección social. Otro caso fue la visibilización de machismo entre lesbianas, donde quien ejerce el poder masculino o un grupo lo define como masculino, esta tiene su protección: No se otorga responsabilidad de ejercicio de privilegios e inclusive cuando se trata de pares, porque nuevamente no se define qué es lo que genera el poder cultural. 

Conclusión

Para poder cerrar, quisiera explicar por qué hablo inicialmente de "feminismo histórico", principalmente acuño esta frase debido a que el privilegio es producto de la dotación de capitales culturales, simbólicos y económicos, que han mutado a lo largo de la historia y por "campos sociales" (si bien adoro la postura de Bourdieu, desprecio este concepto, pero sirve como categoría de análisis). La historia ha marcado diferentes formas de relacionarse en el espacio social, por lo que la dotación o incorporación de estos, en primer lugar deben ser socializados como parte de una responsabilidad política (sí, me pongo existencialista en este aspecto). Por ende, la destrucción del patriarcado depende de la destrucción del privilegio, por medio de la socialización, la cual consta en entregar el mismo valor al rol y administrar su ejercicio como necesidad social, no como rol atributado al sexo. Es de esta manera, que la lucha feminista es histórica y constante, la cual recrea una nueva forma de administración. 

Referencias 
(como esto no es para la U lo ordenaré como a mí se me antoje jajaja) 
Bourdieu, meditaciones pascaliana
Simone de Beauvoir, el segundo sexo
Camille Paglia, https://www.youtube.com/watch?v=LOu3PJNWpaU
Noticia de stealrhing http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/sexualidad/stealthing-advierten-peligrosa-practica-sexual-que-ya-califican-como/2017-04-27/110026.html
Pornoterrorismo https://www.youtube.com/watch?v=gQEh7GvF4gs
Documental sobre la industria del porno https://www.youtube.com/watch?v=qTkEIGsNXu4 
Y Rita Segato en sus postulaciones antipunitivistas 
(y que tanto si soy rupturista de las bibliografías) 





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