Ante todas las cosas, tengo una contradicción producto de la excepción. Dicen que tener el sueño cambiado es un depresógeno y claramente, para poder mantener controlado esto, debería considerar que no puedo provocar quedarme dormida tarde, sin embargo, las situaciones así lo disponen. Además debido al contexto también me he sentido algo cansada, por lo que no he podido distinguir si esto es cansancio o depresión. Me desperté recién a las 15:00 hrs, no quise comer. Recibí un par de mensajes en el celular, sentí rabia. Me fui a bañar y me quebré. Que puedo decir, detesto hablar tantas veces de "me" y "yo" dentro del mismo texto. Quisiera responder que todo es causado de una vida ni tan triste, culpar a todos los responsables de mi estado, pero ya es muy tarde para hacerlo, porque tener salud significa perdonar y hacer la vista gorda, distinguir que esto no es más que una conducta sistemática. Quisiera decir que me avergüenza que las personas se quejen de las oportunidades que tienen de dedicarle su tiempo a alguien que lo necesita, porque se manifiesta claramente este egocentrismo tan instalado en las personas, que hacer algo que involucre su dedicación a algo que ellos no van a tener un beneficio concreto los descoloca. ¿Podría decir que soy la excepción de esos casos? No, claramente soy igual de egocéntrica que el resto de las personas, pero he experimentado la necesidad de ver si la persona que te importa aún respira por la noche, mudarla y ponerla en un ataúd. Hace poco tiempo él me dijo que ahora que se sentía mejor, notaba que tampoco sabía nada de los demás y no le importaba, es curioso que así se exprese la salud mental.
Sí creo que la depresión es una enfermedad, pero es realmente patética para este sistema, no sólo está invisibilizada, sino que es una burla, no puedo decir con justa razón qué es lo que me duele y si quiero una eutanasia para cesar de vivir de esta manera, o que prefiero morir del dolor que causa, como sucede con otras enfermedades mortales, es una burla... algunos han mostrado que este dolor es grande exponiéndolo con gran teatralidad, pero resulta que de abajo unos tipos deplorables gritan con todas sus fuerzas que no se quieren perder del show. Lo que le duele al depresivo es tener que lidiar con los demás, no es el corazón, no es el hígado, ni el páncreas, ni nada de eso, es tener que ver que la sociedad es un fiasco y no se necesita ser tan inteligente para poder ver la basura. ¿Pero podría ser un sociópata y terminar con mi problema? Definitivamente no, sería un trabajo tan absurdo, ya que nunca terminaría de resolver con asesinatos la causa de todos estos males, además tampoco soy la excepción como para exaltar mi superioridad moral, pero a veces pienso que muchas personas son potenciales sociópatas... y siendo sincera, creo que el sociópata es un ser con carencias intelectuales.
¿Cómo duele? por ejemplo, tú te tocas donde te duele, en cambio yo imagino escenarios, uno de los dolores más bonitos fue cuando me imaginé colgándome en el puente de los candados, cagándome en los pantalones, siendo obscena en toda su esencia, pero teniendo en mi pantalón una nota que diga "Eso que llaman amor no existe, se necesita grandes cambios para que ocurra... pero aún no pasa nada, adiós". Empero, me siento culpable por el mismo egocentrismo que me ataca, que es lo que dije al comienzo, porque he visto que hay unas personas que hacen lo mejor que pueden para amarme, pero resulta que no puedo estar destinada sólo a estar con esas personas, porque esta sociedad te exige salir del nido. Y esa es la excepción, la incapacidad de hacer algo completamente egocéntrico porque hay una persona el mundo que hace el intento y yo no podría responderle con el odio que le tengo a los demás. Bueno, a eso yo le llamo vivir.
No mentiré, me he sentido entusiasmada con algunos quehaceres, por algo puedo mantener esta enfermedad controlada y en tanto pueda, invisible... porque para qué vamos a andar con cosas ¿cómo voy a vivir bien si el resto cree que soy patética? Claro, la calidad de vida es empezar a imitar a los demás y ser la conchuda que desprecias, pero teniendo al menos una moral un tanto más desinteresada.
Son las 18:30 y aún no quiero comer. La incomodidad es parte del crecimiento, ¿no crees? Ya dejé de llorar por autodesprecio, pero me duelen los ojos... quizás debería volver a ser normal.
** Por cierto, es un texto muy mal logrado.
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