-Me duele la cabeza, me siento un tanto enferma, creo que no ire.
-Esta bien, cuidate.
A veces, incluso en los días mas severos de sol, donde este quema las cortinas rojizas que cuelgan en los ventanales, hay algo que quema dentro de mi, la depresión a vuelto y yo pensé haberla superado, siempre la soledad, siempre viene la crisis pero cuando debo ser funcional ya las cuento, porque son las veces que no sólo me fallo a mi misma. La escondo como si fuera vergüenza de ser quien soy, la escondo porque cuesta entenderla, pero es parte de mi y parte de una sociedad que poco a poco se va enfermando. Y no es lo único que pienso, pienso en el abandono, pienso que sí, me he engatusado mas por una mirada falsa de un chico que no fue correspondido y que ahora debe odiarme, porque he sido una canalla, debe odiarme porque soy infantil y bipolar, pero eso es lo complejo de ser uno mismo, a veces no te aceptan. Y pienso también que estoy alrededor y dentro de un circulo de personas que son un montón de pelotudos que sueñan mas que yo y que pena es ser ellos cuando yo llevo la lucha en la sangre mas que ellos, porque me enfermo de los males sociales, de los sueños. Terminan siendo niños, siempre son niños jugando a ser grandes personas, personas que se dicen a si mismas que son inteligentes, pero no lo son, solo absorben lo que le dicen los demás y quedan satisfecho porque el de al lado, aquella persona inteligente y valorada para ellos se lo dice... pero no, no es suficiente, ni siquiera para mi intelecto poco valorado, una persona que no comprenda su identidad en el intelecto.
Cuando los días se acaben, quizá, quizá solo en ese instante podre darme cuenta que todo lo que hice en mi vida fue en vano, que vine a llenar un puesto sobrevalorado, que vine a sentarme en una silla que podría ser ocupada por cualquier otra persona, y no soy yo al lado o subordinada a otra persona, soy una persona más, tan invisible como todos nosotros, tan olvidable y reemplazable, el me olvido, y yo sigo soñando como si fuera a valer la pena... pero no la vale y aun sigo sintiendo pena.
Me acongojo porque he subido de peso, mi piel esta opaca, mi cabello esta opaco, todo en mi se ha oscurecido, pienso en nuevas formas de dieta, pienso en exfoliantes y soluciones rápidas para un problema que llevo adentro que su solución tiene que ver con el suceder de la vida, y que soy yo deseando volver a amar todo y no verme tan afectada, verme un poco más radiante, como aquellos días que no existían los problemas, aquellos días que no sentía los espasmos musculares adueñarse de mi cuerpo. Y el sexo paso la peor arma de todas, porque ahora un cuerpo vacío tocándose a si mismo, abandonado por la crueldad del ser humano. Me han dicho que no estoy sola, pero los roles que necesito están vacíos, ante que la soledad en sí, son las necesidades que afloran... Y si, son necesidad infinitas para poder seguir sintiéndome viva, porque lo estoy, pero ya no lo siento.
Me duele no poder llenar esos cuadernos con este intelecto casual de algunos días, llenos de logica, totalmente plausible y no tan común, dedicada a las ciencias sociales, una mujer vanagloriada por sus exitos academicos, pero no puedo sentirme bien conmigo misma y duele, duele mas que la estaca que puede venir de vez en vez.
Un poco mas gorda, un poco mas tonta, un tanto mas sola.
1 comentario:
cuando el mundo deje de afectarme... es decir nunca...
Publicar un comentario