el germen de lo que hicieron Lenin y Stalin estaba precisamente en lo que escribió Marx. Fue él quien tachó a la religión como “el opio del pueblo”, poniendo en marcha la política cristianófoba del comunismo. Fue él quien abominó de la propiedad privada, dando pie a la violación sistemática de ese derecho. También fue él, junto a Engels, el que arremetió contra el matrimonio y la familia. Y podríamos seguir con muchos más temas. Marx era un fanático y creó una ideología perversa, y lo que hicieron las dictaduras comunistas es desarrollar las locuras que él escribió.
Sin ser comunista puedo decir que en el ataque de derecha no hay conocimiento sobre las bases teóricas de Marx. "La religión es el opio del pueblo", frase acuñada por Marx apela que la religión adormece a los trabajadores, ponen su vida en función a esta "droga" sin actuar en las condiciones materiales existentes. Lo de abominar en la propiedad privada es una parte principal de la teoría, donde da cuenta que la relación de poder surge de la propiedad primitiva, por una clase precisa de propiedad privada (no toda propiedad privada es un medio, ni toda propiedad genera dominación), por lo tanto, no está en contra de la propiedad como un todo, sino del capital. De hecho, la consigna "la propiedad es un robo" acuñada en la época de Marx fue una de las cosas que buscó refutar, ya que cuestionaba que toda propiedad era vista de la misma manera. En cuanto al matrimonio y la familia, primero era acorde a la primera dominación que expresa Engel, la dominación de la mujer, luego la reproducción del lucro privado. Y no era en contra de la familia en sí, sino en la idea de la familia burguesa.
¿Acaso esto es no es una muestra de algo? El conocimiento sí libera, el conocimiento conlleva el reconocimiento de ti en el mundo, de ti ante la hegemonía. Si ignoro y replico lo que no entiendo ¿cuál es mi posición ahí?
sábado, abril 21, 2018
jueves, abril 05, 2018
- Mira, partamos por otro supuesto, del supuesto que se basa en no considerarnos por defecto inteligentes, sino más bien en proceso de aprendizaje, porque en el caso contrario vamos a mirar al otro como un estúpido con efecto de reflejo. Creo que partir asumiendo que eres capaz de aplicar tus conocimientos, ponerlos en cuestión y contrastarlos es suficiente para debatir, ¿no?...
... luego de eso me dijo "feminazi", "comunista come guagua" y otros apelativos.
Creo que pedir conocimiento y dudar de lo que se sabe es más difícil de lo que se piensa.
jueves, marzo 29, 2018
Relaciones normalmente esquizofrénicas.
Las conductas culturales que surgen en torno de la reproducción son múltiples y vacilan entre: apego y desapego, cooperación y dependencia, afecto y falta de afecto, etc. Este problema se vuelve más complejo aún cuando estructuralmente se vive una relación de dominación con la persona por la que tienes impulsos sexuales. Tratar de entender las relaciones interpersonales cuando hay dominación puede ser digno de un análisis Batesoniano en cuanto a los niveles del habla, análisis usado para explicar causas sociales en la esquizofrenia. En nuestra cultura hemos adoptado un término, que en lo personal me parece horrible, llamado "conquista". La conquista, mismo término usado para la dominación española en tierras indígenas, es la forma por la cual las personas expresan su atracción. Pero bajo un sistema patriarcal, no siempre hablamos de una atracción consentida, sino una meta objetivada y lograda. En cuanto al periodo de conquista (práctica completamente patriarcal) se usan las mismas prácticas culturales de manifestación de afecto o amabilidad: invitar, comprender, acercar. Para quien es dominada bajo este sistema hay un punto donde ya es difícil reconocer cuándo la práctica representa cariño genuino o representa una intención. Tema que incluso ha sido discutido con el famoso término de la "friendzone". Claro, la pista es mucho más clara cuando se manifiesta el término, pero en la práctica, en la carencia de la catalogación, genera paranoias, inestabilidades, en aquella persona que es objeto de conquista.
Bajo esta premisa ¿cómo resolvemos esto?, ¿limitamos nuestra interacción con nuestro dominador?, ¿evitamos cualquier signo de interés? Ante esta última pregunta me respondí que esto era peor aún, porque aceptamos el lenguaje esquizofrénico en las relaciones interpersonales y coartamos cualquier tipo de afecto. Aceptamos el lenguaje porque lo asumimos como parte del comportamiento, aseveramos hay doble intención, lo cual anula la posibilidad de expresión de equidad. Consecuente a esto, imaginamos que hay selectividad cuando la misma práctica replicada es de quien la deseas, y ahí todas esas frases machistas cobran sentido, ¿no?, "se quejan sólo cuando el loco no les gusta" (claro, ¿acaso debemos aceptar todo?, no). Y quiero aclarar bien este punto, la selectividad y la vez del consentimiento también puede incurrir en la objetivación (Es chistoso cuando la crítica machista es una forma por la cual se delata el otro y nos patenta la dominación).
Hace un tiempo comencé a preguntarme si el "consentimiento" era suficiente, pregunta que surge con el caso de la denuncia del comediante Louis CK, puesto que todas sus agresiones sexuales habían sido "consentidas" (Consentidas en el sentido que las mujeres habían dicho que sí). El mismo comediante, luego de la denuncia establece que al ser un hombre hipersexualizado y con un fetiche tan grande por la masturbación, pedía si las mujeres lo podían observar en el acto, donde ellas asumen haber accedido. Él dentro de su propio análisis dice, sin negar las acusaciones, que el tenía una posición de poder, era mirado como un "ídolo" de su área, lo cual favorecía la aceptación de las mujeres, incluso cuando ellas tenían dudas. Usaba su posición de poder para el acceso. Es decir, la agresión ocurre con consentimiento. Cuando analisé esta situación vi en mi vida personal había incurrido en más de una ocasión a una agresión sexual con consentimiento, el "amigo", el "amigo bondadoso y buena onda" había sido aceptado, sin siquiera generarme un impulso sexual. Lo único que recuerdo de ese momento es haber llorado post coito, de sentirme decepcionada porque me habían mentido, porque yo no sentía haber provocado la situación, pero había accedido. Y ahí llegué a la objetivación naturalizada, pasando cautelosamente entre mis análisis, inadvertida y sigilosa.
Y así llegamos nuevamente, por medio de esa objetivación naturalizada, a la esquizofrenia afectiva, amigos que no lo son, amigos que sí son y no pueden expresar afecto porque el afecto es terreno del sexo patriarcal. Un terreno completamente dominado y enfermo. Hace un tiempo escribí "extraño que una taza de té sólo sea una taza de té, que lo dicho sea claro, que la relación sea íntima, que quien miras sea alguien abierto a ser conocido". Sin embargo, el patriarcado de adueñó de la claridad, de la cordura y transformó la manifestación de afecto como una forma de objetivar, usar y controlar el sexo. Y es aquí donde vemos el regocijo del separatismo, la simpleza de no ser objetivada, donde el afecto es claro, donde el código sólo tiene un mensaje. Pero ¿cómo vivimos fuera de la separación?
martes, marzo 20, 2018
Locuras sobre el poder
Hoy llegué a pensar que el gran problema del cambio de valores sociales es que sabemos muy poco de todo lo que nos rodea y que nuestra ética puede ser cuestionada constantemente desde otro punto de vista, debido a que un planteamiento es producto de una relación histórica de poder, que no sólo consta en la dominación, sino que también elimina incertidumbres sociales por medio de la norma. ¿Y qué pasaría si reducir incertidumbres también significa aumentar privilegios? La situación es caótica y eso es precisamente lo que vivimos. Claro, lo que digo no es nuevo, todo aquel que ha trabajado en estudios del poder busca entender las normas y los límites de lo inteligible y lo que no lo es (frases dignas de Foucault). En ese sentido, el control de la norma no sólo debería verse como el control de subjetividades, sino que a su vez, el control de beneficios.
Pero ¿qué sucede con el planteamiento de la ventana de Overton? En primera instancia se revisa la experiencia sobre un tema que está fuera de la norma, un tema clasificado previamente como un tabú o como una experiencia de incertidumbre. El dilema está en la dignificación y la posición de los grupos de poder, es decir, el establecimiento de la jerarquía. En ese sentido, vuelvo a la pregunta que me hice a los 18 años ¿según quién?, puesto que un planteamiento no es nada sin una posición de límites preconcebidos. En ese sentido, la lógica de exponer un tema fuera de la norma (anormal) y volverlo parte de una cultura, como lo plantea Overton, es sólo un sistema que funciona bajo un régimen jerárquico.
Cambiar un paradigma no siempre implica una aberración en las costumbres, sino que incluso permite el desarrollo de más herramientas, es decir, una apertura a las posibilidades de acción. Y es aquí donde se sitúa la rebeldía política, en un compendio de incertidumbres que busca el beneficio socializado, el cual es necesario explorar, pero siempre comprendiendo que existirá una masa social que se resista por una norma preestablecida. En ese sentido, la revolución es sacar de la anormalidad un beneficio o una utopía. Pero ¿cuál es la dirección de la utopía? ¿quiénes son los beneficiarios? ¿Deberíamos plantearnos la ruptura de la norma ante una comunidad imaginada que es la nación? ¿quiénes nos agrupan? ¿la ruptura deriva en la fragmentación social? ¿la fragmentación social interviene en la producción?
No sé... no sé... sólo encontré todos estos pensamientos tras prohibirme de tratar a mi adversario como un idiota.
No sé... no sé... sólo encontré todos estos pensamientos tras prohibirme de tratar a mi adversario como un idiota.
jueves, marzo 15, 2018
Hay veces que me derrota el pesimismo, en especial cuando veo los comentarios de noticias, en especial cuando me doy cuenta que hemos perdido la libertad por culpa de la estupidez. Me baja el pesimismo cuando escucho la frase "la sobrevivencia del más apto", no se refiere a que la inteligencia pueda volverte apto, porque mientras más lógica ocupes, más te das cuenta que las cosas andan mal por acá.
martes, febrero 20, 2018
Reflexión sobre el posmodernismo
Hace un tiempo he expuesto coloquialmente mi crítica hacia elementos del posmodernismo y ahora quisiera argumentar cuáles son aquellos elementos los cuales desapruebo de lo que se concibe como tal. Si bien la definición de lo que es "posmodernismo" ha sido bastantemente abordada, no busco explorar ni poner en discusión estas múltiples posturas, sino que abordarla directamente desde una de las tantas aproximaciones: posmodernismo como reconfiguración del pensamiento moderno. La modernidad, como periodo de la historia en la cual se consolida el pensamiento científico, posterior a la hegemonía de la religión como acercamiento a la realidad, viene a plantear ante todo el desarrollo del pensamiento abstracto como herramienta de control de la realidad. En ese sentido, el pensamiento moderno debe leerse desde su posibilidad política, es decir, es una falacia que la subjetividad racional del ser humano se pone en el centro, sino que es el hombre restringido el que viene a encontrar un lecho de acción política en la racionalidad. Hago esta acotación porque la experiencia ser humano ha concebido distintos órdenes a lo largo de su existencia, hasta donde tenemos conocimiento, por lo tanto, la racionalidad es una herramienta de libertad del sujeto en un periodo dado de la historia, aboliendo pequeñas e importantes partes de la hegemonía de la religión como acercamiento a la realidad.
Tomando en cuenta esta breve introducción a lo que se concibe como pensamiento moderno, los sujetos desarrollan su racionalidad por medio del pensamiento abstracto, situación que cambia con la posmodernidad, donde se toma en cuenta (no estoy en desacuerdo con esto) la multiplicidad de relatos, también expuestos desde las relaciones de poder, situados en un espacio, tiempo y contexto. Sin embargo, lo que ocurre con el pensamiento posmoderno y es ahí donde dirijo mi crítica, se presenta una exacerbación de la subjetividad plural. Esta subjetividad plural es distanciada del contexto político, siendo que aún imperan relaciones de dominación, lo que da paso a la verdad por autoridad. Entonces, inicialmente se puede ver una visibilización de múltiples pensamientos subalternos, pero que a lo largo del tiempo pasan a ser dominio culturales sin relación entre sí, abandonando lentamente la abstracción como acercamiento. Lo que en otros momentos puede ser leído como el abandono del universalismo, es más que nada, un abandono de la abstracción como vinculación de las relaciones sociales y de producción de conocimiento activo.
La posmodernidad abrió la caja de pandora y generó la Era de la opinión por autoridad, tiempos experimentados como la contraposición de relatos distantes y sordos, que no valora la racionalidad como la disputa política que es, como el orden social que significó. ¿Por qué concibo que es necesaria la crítica? Porque al no permitir una discusión sobre la abstracción, se reducen las posibilidades de aplicación y de cambio en la realidad, es decir, no se dirige a la población hacia la mejor experiencia consigo y su medio. La discusión se estanca en la legitimidad del relato y no así en la complementariedad de pensamientos en post a objetivos políticos de libertad. Un ejemplo de eso, es el complicado escenario ante la defensa de situaciones de violencia: si defino la violencia como un contexto político, dado por la dialéctica y su relación con condiciones materiales significantes, donde la posición dominante restringe, agrede y reduce a su contraparte adueñándose de su subjetividad y capacidad, esta definición queda anulada por la sola existencia de una contraposición de relato, quitando la posibilidad de generar un cambio para quien sufre como dominado. Es decir, no sólo permite entender la relatividad de pensamientos, cultura y relato, sino el empobrecimiento del conocimiento activo. ¿No les parece motivo suficiente para enloquecerse y volverse un nihilista pesimista?
¿Qué ofrezco como resolución? Pues entender que la racionalidad fue una herramienta política, por ende, es necesario resituar la racionalidad en la política para volver a concebir la abstracción como productora del conocimiento activo, siendo así útil para las personas y su medio. En ese sentido, es necesario tomar la multiplicidad de relatos en un escenario relacional, de expresiones de poder, expresiones de posturas y de cómo la abstracción retoma ciertas formas en el predominio y ausencia de relatos determinados, para reproducir un lenguaje común y activo. ¿Pero cuál es la falencia que se tendría? El abandono de la abstracción universal sobre lo que se entiende como política... es decir, a nuestra falencia le hace falta acción política.
lunes, febrero 05, 2018
Libertad: Entre el contexto y la acción.
Los que me conocen saben que suelo revisar los comentarios de las noticias, para estar al tanto de las reacciones de las personas a ciertos hechos, pues esta reflexión surge de esa práctica que tengo. Ayer pasé por el encabezado el cual hablaba que las azafatas de la fórmula 1 ya no tendrían empleo, debido a la fuerza que ha tenido el movimiento feminista en la actualidad. El cuerpo de la noticia incluía los comentarios de las azafatas que protestaban por no contar con empleo al cual ellas se sienten preparadas y que el escenario actual ya no les permitía desarrollarlo. En los comentarios las personas decían distintos insultos dirigidos a las mujeres feministas, algunos usados estereotipadamente como "guatonas, peludas, feas, envidiosas de las lindas, feminazis" y otros que apelaban que el movimiento feminista restringe la libertad de elección laboral de algunas mujeres.
Y ahí me quedé pensando sobre la falacia de la libertad de elección, teniendo como supuesto inicial que la libertad que yo tengo se mide según la sociedad y el poder que se ejerce, al punto que es una acción de libertad es capaz de protegerme socialmente en mi desarrollo sin efectos perjudiciales colaterales. No hay que olvidarlo, una transformación viene a cuestionar la ética de las personas, el cómo se concibe la realidad y como debería ser transformada. Teniendo esto claro, avanzaré a un ejemplo, ocupando un tema que me agrada mucho en cuanto su complejidad: relaciones sexuales.
Hace unos años me abrí sexualmente a explorar, no pensándolo así necesariamente, pero quise hacer las cosas cuando así las sentía, aunque esto tuviese sus defectos. En ese sentido, tuve libertad de acción y elección, elegí con quien mantenía relaciones y con quienes no. Sin embargo, esa libertad de acción, estaba coartada por una restricción y castigo por ser mujer, no estuvo exento de agresiones, es decir, por ser mujer desarrollé una sexualidad violentada de forma sistemática. Claro, hice lo que quise, pero también recibí tratos que no eran equivalentes entre lo que podía desarrollar el hombre y lo que no podía realizar yo. Y ojo, hago esa comparación para entender que hay límites de género, que dan cuenta justamente de una desigualdad política entre distintos tipos de personas.
Es ahí donde yo comprendí, primero, la violencia es una situación contextualizada que debe ser entendida como una expresión de desigualdad política que reduce al ser humano (restrictiva y represora); y segundo, la libertad era contar con una situación de igualdad política, es decir, la libertad también debe ser el orden político de igualdad de desarrollo, por lo tanto, de condiciones (Esto puede ser trabajado desde la teoría materialista, para comprender la naturaleza de los medios y la dialéctica, al igual que con los planteamientos de Simone de Beauvoir). Entonces, a pesar que yo pudiese elegir, la represión iba a marcar el privilegio de género, es decir, develando el sistema patriarcal. De este modo, mi desarrollo estaba reprimido por una herencia cultural de privilegios, del cual no se puede salir, por lo tanto, como feminista debiese eliminar parte de esta herencia, toda aquella que reduzca a la mujer a un objeto y no permita el desarrollo como sujeto con sus respectivas responsabilidades sociales.
Finalmente, no, no creo que es una cuestión de subjetividad e impresiones, de sentires, sino más bien, hablamos de la reducción de la subjetividad, que produce la objetivación. Parafraseando a Simone de Beauvoir, la objetivación sucede cuando mi subjetividad no depende de mi mismidad, sino de la subjetividad de un otro que anula la mía. En otras palabras, no dependo de mi reflexión en la sociedad, sino de aquello que hacen de mi, en contra de mi misma. Entonces, cuando hablo que el proyecto de libertad de la mujer, consiste en resguardar nuestra integridad de forma social, porque existe un consenso proveniente de una igualdad política. Por lo tanto, para poder tener dicha libertad, es necesario eliminar esta forma de entender la subjetividad femenina y, por consiguiente, la violencia que se genera para que las mujeres no nos desarrollemos como sujetos íntegros. En otras palabras, la libertad de elección de la cual hablan estas personas menoscaba la libertad social, es decir, la que me permite mi desarrollo subjetivo y libre.
¿Esos empleos se deben eliminar? Claro, porque profundizan la desigualdad política objetivando a las mujeres y permitiendo el desarrollo del privilegio masculino, el cual es usado para reprimir a las mujeres. Y no, no elimino una vía laboral, porque no determino a las mujeres a esas funciones que ponen en riesgo a otras, sino que es un movimiento que abre las puertas a otras opciones que consten en permitir la libertad de todas. Por tí, por mí, por todas mis compañeras hay que eliminar la herencia del privilegio masculino.
Salud!
PD: No, no soy gorda, tengo un estado de salud que se respalda con instrumentos de la medicina; como cualquier persona de chile, tengo rasgos mestizos; y no tengo envidia de las bonitas, creo éticamente y políticamente en la sororidad
Una feminista más en chile.
PD: No, no soy gorda, tengo un estado de salud que se respalda con instrumentos de la medicina; como cualquier persona de chile, tengo rasgos mestizos; y no tengo envidia de las bonitas, creo éticamente y políticamente en la sororidad
Una feminista más en chile.
sábado, enero 20, 2018
El bonsai
Él me dijo que era liberal...
Por alguna razón recordé un minuto de mi vida a los 10 años, veníamos viajando de Los Andes a San Felipe en el auto de mi papá, hablábamos de varias cosas, entre esas, sobre ser libre. No puedo detallar la razón del tema, pero mi padre dijo: nadie es libre, ni siquiera en tu propia cabeza, si quieres probarlo, piensa dañar a la persona que más ama de la manera más brutal. Así que intenté pensarlo, pero no pude, el cariño a esa persona no me permitía sin siquiera imaginármelo. Ahora creo que sí podría, por la cantidad de agresión que hay en mi entorno de la cual soy más consciente.
Sin embargo, me di cuenta que había un límite y ahí, en ese límite, estaba la marca del fin de la libertad. Luego durante años pensé que la libertad se trataba de entropía, del desorden, pero no, en realidad esa marca era la del poder. Así pues entró una nueva discusión, ¿cuál era el rol del poder si hablamos de libertad?, por un lado estaba la realización y el acto; por otro lado, estaba el orden y la coordinación; y por otro punto estaba la subordinación de la acción. En mi discusión personal, me di cuenta que era el poder significaba la acción de ordenar, pero el dilema era ¿cómo y por qué? Y es ahí donde se encontraba la utopía, el lugar lejano que pretendemos llegar, un lugar de un poder socializado o un lugar de un poder jerarquizado.
La utopía se basaba en una relación de orden anterior, donde el límite no sólo era una marca en el suelo, sino más bien, se construía con ladrillos fuertes, restringiendo cualquier tipo de crecimiento que no correspondiera al orden. Crecíamos como un bonsai, pensando que esa era nuestra gracia, ese era el sentido y le dimos valor a eso. El poder más grande era el status quo, el presente semejante al pasado, la imposibilidad de pensar algo, ni saber cuáles eran nuestras facultades. Pues así armamos el cultivo de locos y revolucionarios, que se preguntaron más de una vez las mismas cosas y se vieron a sí mismos como el primer límite. Entonces, los locos y los revolucionarios, a veces ambos a la vez, empezamos a conocernos, a conocer nuestras facultades y entender dónde se formaba ese límite.
Y ese límite era por la propiedad, la herencia de privilegios y el castigo, lugar donde tu fuerza se destruía apenas al entrar en contacto con ellos. Lugar donde te degradabas cada vez más, mediante la tortura de vivir como estabas asignado y designado. La propiedad, la herencia y el castigo era ser un bonsai... ¿Y tú, tú que permites el límite, me dices que eres liberal? ¿Tú con privilegios hablando de tortura y de victimización de los que no hemos tenido privilegios? De esta manera recojo una frase popular durante estos días "En Chile se encarcela la pobreza" ¿y tú diciendo que yo soy poco realista para mis abstracciones, cuando no le has trabajado un día a nadie? ¡QUE DESCARO!
sábado, enero 13, 2018
La herencia de la masculinidad
El género es una construcción social dijo Simone de Beauvoir en El segundo sexo, pues claro, la vida de la corporalidad se vive socialmente, de manera que si dirigimos nuestra atención hacia la masculinidad, el privilegio es a su vez una herencia social. Esta herencia social se compone de una serie de características prácticas definidas, lo cual quiere decir que a quien se le dota de privilegio, como medios de desarrollo político, se dota porque tiene características corporales definidas. Dicho de este modo, al hombre se le dota de privilegios masculinos y se le obliga a ejercerlos, es decir, a ejercer su potestad ante su contrario que es la mujer. Entonces, a diferencia de la perspectiva separatista, el hombre no nace hombre, sino que también se hace.
viernes, enero 12, 2018
proyecciones de sombras
Hola, soy yo de nuevo, no sé si me recuerdas de todas esas noches que entorpecí tu calma con pensamientos pulsantes. La verdad de las cosas es que hoy me siento un tanto estúpida, no porque hiciese algo torpe, sino porque me siento banal y con un ego increíble que me hace pensar que debo mirar a los demás hacia abajo. Pero en realidad soy tan efímera, una masa de carbono que piensa a lo largo de su vida que aporta a algo, pero se consume en su propia inmundicia mortal. Me siento un costal de mierda, orgullosa y banal, pienso que soy la tuerta cuando de verdad soy una ciega más. No sé, me siento como un loco que se recoge en la esquina de una habitación, debatiendo sus propios delirios, encontrándose en la tumba de la soledad.
No, ya no quiero hacer más proyecciones que sólo me contemplan a mí y a mi sombra, no quiero debates de delirios, no quiero sueños que se acaban en mis incapacidades. Te quiero a ti, amor, junto a mí a cada momento. Te quiero a ti, amor, mi contradicción.
No, ya no quiero hacer más proyecciones que sólo me contemplan a mí y a mi sombra, no quiero debates de delirios, no quiero sueños que se acaban en mis incapacidades. Te quiero a ti, amor, junto a mí a cada momento. Te quiero a ti, amor, mi contradicción.
lunes, diciembre 18, 2017
La esperanza de un anarquista
"Para mí, el sentido moral proviene de los instintos más poderosos de todo ser viviente. Quiero decir, de los instintos de conservación y felicidad, que tan pronto como viene la inteligencia, generan un tercer instinto, el de amor de la raza. Tan pronto como cualquiera criatura inteligente comienzan una vida social están obligados de a deberes sociales: de ahí la noción de qué es justo y qué es injusto, de qué es bueno y qué es malo. Por consiguiente, podemos decir que la moral así como todo lo demás hecho por el hombre, tiene el propósito de conservación y felicidad. Esa es la razón por la cual quien expresó que la naturaleza fundamental de la moral no varía, tenía una razón, y esa es la razón por la cual los hombres rompen una relación moral con cualquier cosa o persona tan pronto como dejan de creer en su bondad y justicia. Y este es el porqué toda nueva idea que indica progreso tiene en sí una bondad superior.
Lo que expresó Kropotkin en su Moral Anarquista: "Haz a otros lo que desearías que los otros te hicieran a ti, en las mismas circunstancias", puede ser la base de la moral. Por supuesto, muchos camaradas lo han criticado, pero mi pequeño yo cree que está muy cerca de la razón. Nad nuevo en esto, salvo una pequeña modificación que no solo ordena no hacer cosas injustas, sino ordena también hacer el ven. Y esto es progreso. Toda persona normal puede estar de acuerdo.
El problema y las diferencias comienzan cuando se ponen en duda los valores morales de nuestras instituciones presentes, de nuestro contrato social, de nuestras costumbres. Y surgen más complicaciones cuando tratamos sobre detalles de la vida, del carácter relativo y absoluto de esta, porque todos somos individuales y, lo que es más importante, criaturas determinadas que se guían en la vida por una influencia de nuestra vida personal, en medio de un conflicto perpetuo entre la mente y el corazón.
Pero tenemos instintos que nos guían, e inteligencia que los sirve, y después de todo, una naturaleza fundamentalmente igual. Esas cosas serían suficiente si el hombre no fuera susceptible a la degeneración, tan pronto como abandona su modo de vida natural. Aquí afrontamos un problema gigantesco; no una carta, sino un libro será necesario para resolverlo, o mejor, para explorarlo.
Antes de concluir, me planteo a mi mismo una pregunta, y la respondo "¿qué es lo bueno y qué es lo malo? Hasta ahora, desde las más grandes luminarias hasta los últimos dagoes que vagan por el país, la idea es: "todo lo que me ayuda es lo bueno, todo lo demás es lo malo". Es como expresó Gorki sobre la moral del salvaje, y es como sigue: "Si robo la mujer de mi vecino, eso es lo bueno; si mi vecino me roba mi mujer, es lo malo". Para ser exactos, hay muchos y suficientes principios morales que abstractamente son ciertos, pero están viciados por su aplicación.
El anarquista va adelante y expresa: todo lo que es ayuda para mi sin perjudicar a los demás es bueno; todo lo que ayuda a los demás sin perjudicarme a mi también es bueno, todo lo demás es malo. Busca su libertad en la libertad de todos, su felicidad en la felicidad de todos, su bienestar en el bienestar universal. Estoy con él" (Fragmento de a carta de Vanzetti a la sufragista Elizabeth Glendower Evans)
Ayer estaba molesta y triste mientras veía el conteo inicial de las votaciones, mi pecho dolía con tanta desesperación no porque perdiera Guillier, porque él no me interesa en lo absoluto, tampoco el bloque que representaba. Si bien tardé en comprender completamente mi postura ante estas elecciones, reconstruí mediante análisis mi postura final: tenía miedo de la peor opción, del bloque político económico, pensando que esto arriesgaría luchas pasadas. Pero no, la lucha no estaba completa, la reforma no es un avance, porque esta puede ser destruida con facilidad; el Estado aún, con la Nueva Mayoría y los otros partidos nuevos que hablaban de una alternativa de gobierno, aún hedían a burguesía, se habían manchado del poder burgués que distingue a este Estado. Nunca fueron opción porque jamás hubo responsabilidad de sus militantes... y no hablo de la responsabilidad de los burgueses disfrazados de ovejas, sino de los pobres que no alzaron la voz en sus propios partidos para limpiar de corrupción sus actos. Luego, vienen a decir que debieron votar por el FA, pues acaso no cometieron la misma equivocación, su obsesión con sus partidos hizo que hedieran a caudillismos, hicieron sus esfuerzos, pero estos no eran los que debieron ser. No lo lograron.
Así que estaba triste y decepcionada por los traicioneros, los desclasados, aquellos que alguna vez incorporé como "mi pueblo" al cual pertenezco. Estos agredieron con su inconsciencia, golpeó tan fuerte con su moral inmoral, me dolió, me dolió esa fuente de egoísmo recalcitrante, me hicieron recordar todos los momentos de mierda de esta sociedad. Mi pecho ardió y sollocé pensando "traicioneros".
No obstante, al subir al bus me puse a leer esta carta, me emocioné y me llené de esperanza, pues era el ultimo impulso para definirme: en mi pecho arde mi responsabilidad individual de acción y mi propósito de transformación colectiva. Mi pecho ardía y decía "REVOLUCIÓN!" y por mi pueblo, por lo que aman, por los que dignifican, por mis compañeros, REVOLUCIÓN! Mi corazón quema estas cadenas, quema como un zapatero y como un vendedor ambulante. Me sacudo de todas las cargas para nuestra libertad y recobro la fe por la historia de los sencillos, de los que vemos que el esfuerzo es romper los grilletes, más allá de la conservación de la felicidad y la dignidad. Y te señalo a ti traicionero, agresor! moralista inmoral! que decides conservar mis cadenas! Traicionero! Y te digo traicionero viéndote como un par, porque tu irresponsabilidad mata, destruye y me quita dignidad. No pretendo infantilizarte, eres un agresor! se responsable de tu inmoralidad!
Pongo mi esperanza en la bondad y en mi inteligencia! hay que transformar esta sociedad!
viernes, diciembre 01, 2017
Germinar
Me poso en la oscuridad de la distancia buscando tu cuerpo, tu mirada que florece en la mañana junto a la mía, la frescura de tu piel en la brisa que se cuela por la ventana. Mis canas ennegrecen a cada minuto que siento este latido pueril, vivo, ¡vivo!, vivo como si todo fuese una nueva historia. Me pierdo en la tonalidad que gira en torno a tus pupilas, recuerdo y tiño la madera del color de tus ojos. ¡Oh, alma mía resplandeciente! enardece mi boca ante tu mueca sencilla y sensible, te toco y mi labios se vuelven ceniza, me entrego, me entrego, me entrego completamente quemada por esta locura sublime. Y la cama que fue sólo mía, ahora expele petricor de nuestra piel de tierra y los ríos de emociones. Allí nuestra semilla late para unirnos en un solo sueño. Te amo.
lunes, noviembre 27, 2017
Una carta al amor
Entre murmullos compañeros he mencionado que el querer es distinto a desear, puesto que este último no es más que una pulsión de acercamiento a lo que nos pareció arrebatado, no a una persona, sino a las posibilidades. Por otro lado, el querer es racional, se quiere siempre con los pies bien puestos sobre la tierra, se quiere cuando conoces, cuando te anticipas y ves las posibilidades. Detrás de querer no sólo hay deseo, un impulso gallardo que te lleva a tomar lo que te extirparon hasta la miseria, sino que hay conocimiento de cómo alcanzarlo, es decir, hay mucha responsabilidad existencial detrás de querer. Y aquella responsabilidad existencial encuentra su propósito en lo álgido de la libertad. Entonces, ¿por qué hablar de "amor" si "querer" es lucha?, porque el amor es la utopía, porque el amor es el poder de todos.
Y hoy te escribo amor reconociendo la miseria del mundo, cobarde y confundida, amodorrada de la rutina y capitales. Te pronuncio mis palabras desde la comodidad de mi posición semi-aburguesada mientras que a la distancia veo el castigo de los que no pecan, de los que nacieron en el barro y fueron rescatados con el balde que tuvieron que usar para trabajar. Te hablo de mi comodidad semi-aburguesada, malcriada y que piensa que encontró libertad en una profesión, pero heme acá, con las uñas limpias. Hablo de suerte de mi posición, de la posición de los que me antecedieron, porque con esfuerzo tengo más que migajas; hablo de suerte de mi posición social, porque tengo miedo a arriesgarlo todo. ¿Qué libertad he obtenido más que un tanto de suerte?
¿Y qué es la libertad? Si el tirano tiene una mano igual a la tuya, manos que entran a bolsillos llenos, mientras que las de otros se llenan de llagas. Libertad es ante el tirano, ante la mano que jamás fue amiga y que pide deshonestamente tu perdón en papeletas y carnavales. Libertad, amiga mía, es tener la posibilidad de ser en potencia, el trabajo cooperativo, yo siendo el impulso significativo que te sube a mis hombros para que veas más que antes, para que veas detrás de los muros que instalaron los tiranos. Y te arrojo palabras que siguen enajenadas, porque no conozco amor, porque no conozco utopías completas, sino pequeñas victorias, pequeñas victorias que se llaman tú y yo. Te llamo amor, porque encontré el nido de las aves que están dispuesta al vuelo, porque no me he perdido en la suerte, porque me he encontrado en las razones.
He encontrado las razones en el deseo, en el deseo que surge de la miseria que ofende, porque la ofensa es la reducción de tu dignidad, es usar lo que tienen para empobrecerte, aislarte y arrebatarte hasta la fe. La ofensa surge de la contraposición política, porque la ofensa es una agresión, la acción contraria de mi derecho, la acción contraria de la ley que escribimos con esfuerzo en la historia: Nuestro derecho. ¿Pero sabes, amor?, soy mujer y mi historia es distinta al deseo de libertad de otros, otros que olvidan que también fuimos historia.
lunes, octubre 30, 2017
Requisitos actuales
La percepción que tengo actualmente sobre la política es diferente a la que se podría apreciar hace unos años, a pesar que ya se había instalado ciertos principios para que estos sucediera. Para ser más clara, quiero hablar sobre cómo lo personal se ha transformado en un requisito político, porque, si bien este slogan se rescata desde el inicio del feminismo radical, no es hasta ahora que es posible apreciar que existe una discusión moral detrás de una posición política. Era consabido que el viejo senador o diputado tenía gustos peculiares con prostitutas, o abusaba de su familia en diversas formas, pero ahora ese tabú es transparentado y no sólo eso, tu moral se vuelve un requisito en tu participación política. Esto indica que hay que dirigir la participación política a este nuevo requisito, el cual solventa el capital social dentro de cada organización y que posteriormente puede llegar a la consolidación de un poder social.
jueves, octubre 26, 2017
La mecha corta
Díganme mecha corta porque no callo por largo tiempo aquello que quema, porque no estoy dispuesta al silencio, porque no estoy dispuesta a los malos tratos. Diganme mecha corta porque prefiero libertad en vez de padecer, explotar en vez de ser lanzada al agua para jamás servir. Prefiero no dar el tiempo a una reacción para que así pueda reconocer las causas, porque es seguro que no se escondan y vuelvan pensando que no he funcionado. Prefiero las ansias del ahora, prefiero la acción inmediata, prefiero explotar en la mano de quien enciende el problema. No, no vuelvo intacta después del fuego, soy y me disperso, me entrego con fuerza a un recuerdo, me entrego para decir "jamás".
viernes, octubre 13, 2017
Temor de Dios
Cuando el mundo me rodeó con su inmensa sombra, supe que ese momento no era para temer de Dios, sino para alumbrar con mi bandera. Solo la oscuridad podía ser extensa, tan grande, que nos pensáramos a nosotros mismos como incapaces de medirla, de comprender su tamaño, pero fue justamente por eso que me desafié al aprendizaje, no así a la enseñanza, porque la enseñanza era mi tumba y el aprendizaje las alas. Y así de sencillo, era yo la que se paraba desafiante ante algo y así jamás caí, porque la certeza se volvió lo que era, un lugar y nada más, un acierto o un error. Así nada más, me sostuve ante ti para desafiarte con lo que yo iba aprender, tomando el riesgo de seguirte.
martes, octubre 10, 2017
Un breve ensayo sobre feminismo
El principal propósito de éste documento es la revalorización de la historicidad de la lucha feminista, considerando contradicciones discursivas y metodológicas en el movimiento. Para ello sólo consideraré 4 contradicciones:
1) "Determinación biológica del dominante"
2) "El argumento binomio se vuelve el principal enemigo"
3) "Arbitrariedad punitiva"
4) "Paternalismo"
Determinación biológica del dominante.
1) "Determinación biológica del dominante"
2) "El argumento binomio se vuelve el principal enemigo"
3) "Arbitrariedad punitiva"
4) "Paternalismo"
Determinación biológica del dominante.
Simone de Beauvoir arranca en su libro más reconocido, El Segundo Sexo, con la premisa que existe una construcción cultural de poder que se basa en el binomio sexual, es decir, se determina biológicamente prácticas que son culturales. Esto indica que en torno al sexo se edifica una estructura de dominación, que invalida culturalmente a un sexo, pero que es ejercida socialmente. Aquí da cuenta que existe un privilegio cultural (o poder cultural), que consta en subordinación de la subjetividad de un sujeto, el cual es construido con roles y condiciones materiales. Por lo tanto, acá ella nos indica que hay que poner en cuestión la dotación de poder cultural, es decir, en la construcción de roles que determinan el género privilegiado y subordinado (el valor).
Sin embargo, en la práctica punitivista, la masculinidad es el hombre, no así los roles entregados. Si se sigue determinando biológicamente el rol, damos por sentado que el feminismo fue un movimiento que nació muerto, porque sólo por la transformación de sexo se podría destruir el patriarcado. La razón de decir que "la masculinidad es el hombre" es cuando se da por sentado que el hombre adquirirá su rol y siempre ejercerá su potestad: "El hombre es privilegiado". La masculinidad también se construye. Este hecho viene a cuestionar sloganes de separatistas y liberales, que levantan la bandera del "lesbianizate".
El argumento binomio se vuelve el principal enemigo.
Para este caso recurriré al ejemplo que vengo analizando hace un tiempo, donde he discutido si el "Stealthing" puede ser considerado violencia de género o violencia sexual. Lo primero que hice para poder analizar las partes fue aseverar: la condición "receptiva" o femenina es subordinada ante la condición "penetrante", situación que se reitera en la masculinidad y feminidad de homosexuales. Hasta el momento iba todo bien, hasta que percibí que grupos que sostienen como bandera de lucha la abolición del binomio de género, aseverando que no existe un sentir o una esencia femenina ni masculina inherente al sexo, obviando la construcción histórica y cultural de ese poder. Hay que reconocer dos cosas de ese postulado: valida que el género es una construcción cultural, pero obvia que la lucha es en torno a esa razón. El problema no es el rol, sino el privilegio que hace que resurja la nomenclatura e incluso para ser utilizada instrumentalmente para el análisis.
Si nos basamos en planteamientos de dominación cultural o simbólica explicitadas por Pierre Bourdieu, el sentido y el significado de una práctica es producto de la relación, donde la dotación de un capital es el que hace la diferencia. En este caso, "la penetración" es la cualidad o condición dominante porque es la potestad de poder, y la "recepción" es la cualidad subordinada. Si se tiene esta condición es dominación, empero la "recepción" sí tiene una condición de poder ¿ésta no estaría ejerciendo un poder ante la "penetración"? Caso donde el control de natalidad lo sostiene la mujer (píldora anticonceptiva). ¿Existe un privilegio producto del patriarcado? En ese sentido, la condición "receptora" y "penetrante" solo tienen sentido en la práctica y no están dotado sui generis. Lo que vuelve a postular que el problema es el privilegio de una construcción cultural, no así la nomenclatura femenino y masculino, siendo estos últimos la expresión del privilegio (que en términos materialistas, sería la propiedad de los medios culturales).
Arbitrariedad punitiva
Llamo "arbitrariedad punitiva" a todo aquel caso que sea producto del apogeo de una de las posturas feministas durante ciertos periodos, las cuales han llegado a contradecirse históricamente. Hace años atrás, en especial en mi universidad, vi el apogeo del "pornoterrorismo", ya que llamaba a la mujer a conocer su cuerpo y la sexualidad: si contradecías eras machista y sometías a la mujer a su virginidad, siendo objeto de deseo, pero incapaz de descubrirse a sí misma. Este año, con el apogeo radical y separatista, el porno es nuevamente aniquilado, ya que demuestra que tiene relación con las prácticas de dominación sexual, que son naturalizadas: si contradices, eres machista y estás a favor de la explotación de la mujer. En ese sentido, vemos una contradicción en lo que se puede entender por libertad y una disputa entre feminismo liberal v/s radical. Cuando el principal problema es la definición de libertad, es necesario comprender cual la condición de dominación. Aquí ninguna de las dos posturas ha defendido cual es la condición, pero si el castigo y la denuncia.
Si sigo la línea que vengo a defender en este ensayo, la libertad es en torno a la propiedad del privilegio, es decir, la propiedad del valor y su administración. En otras palabras, la libertad consta en la socialización del acuerdo, considerando la potencialidad de los valores y su práctica. Por lo tanto, la subordinación de la mujer en la libertad sexual, se situaría en la capacidad de descubrimiento de su intimidad y sexualidad, por lo que el movimiento no debería sostenerse en la manifestación sexual como libertad, ni en en la abolición de la expresión sexual socializada, sino en cómo se lleva a cabo ese conocimiento. Acá rescato una postura muy válida del movimiento radical, donde la industria del porno sí genera explotación, pero que el problema es el cómo se socializa y cómo se subordina a la mujer en el porno industrializado. (Se considera la clase dentro de la administración).
Paternalismo
Bueno, acá no es algo nuevo lo que puedo decir, puesto que Camille Paglia lo ha dicho con mayor claridad: el movimiento feminista no puede ser paternalista. El paternalismo o el "locus in parentis" (en lugar de los padres), fue parte del movimiento que ella fue parte, donde se quería obtener las mismas reglas entre institutos divididos por sexo. Ahora lo que vemos es que se busca que la institución, la cual es marcada por lógicas patriarcales, sea la responsable de acoger y suministrar la representación femenina en un porcentaje. En ese sentido, se está apostando por un exceso de protección femenina, que en algunos casos ha llegado a contradecir la igualdad de condiciones que se ha buscado históricamente: Si la mujer denuncia no debe existir investigación, ya que por estructura ella dice la verdad. Es decir, la institución debe proteger y no socializar las condiciones. ¿Estamos subordinando a la mujer por incapacidad de defensa estructural? ¿La mujer no es responsable de su militancia feminista?
Ante esas dos preguntas llevo a un caso, cuando criticas a una construcción cultural de mujer y una práctica, por ejemplo, una madre que ejerce violencia a su hijo. Al cuestionar un rol femenino y decir "mala madre", ante discursos públicos te vuelve inmediatamente machista, puesto que atenta contra una cuestión femenina ante la cual tiene protección social. Otro caso fue la visibilización de machismo entre lesbianas, donde quien ejerce el poder masculino o un grupo lo define como masculino, esta tiene su protección: No se otorga responsabilidad de ejercicio de privilegios e inclusive cuando se trata de pares, porque nuevamente no se define qué es lo que genera el poder cultural.
Conclusión
Para poder cerrar, quisiera explicar por qué hablo inicialmente de "feminismo histórico", principalmente acuño esta frase debido a que el privilegio es producto de la dotación de capitales culturales, simbólicos y económicos, que han mutado a lo largo de la historia y por "campos sociales" (si bien adoro la postura de Bourdieu, desprecio este concepto, pero sirve como categoría de análisis). La historia ha marcado diferentes formas de relacionarse en el espacio social, por lo que la dotación o incorporación de estos, en primer lugar deben ser socializados como parte de una responsabilidad política (sí, me pongo existencialista en este aspecto). Por ende, la destrucción del patriarcado depende de la destrucción del privilegio, por medio de la socialización, la cual consta en entregar el mismo valor al rol y administrar su ejercicio como necesidad social, no como rol atributado al sexo. Es de esta manera, que la lucha feminista es histórica y constante, la cual recrea una nueva forma de administración.
Referencias
(como esto no es para la U lo ordenaré como a mí se me antoje jajaja)
Bourdieu, meditaciones pascaliana
Simone de Beauvoir, el segundo sexo
Camille Paglia, https://www.youtube.com/watch?v=LOu3PJNWpaU
Noticia de stealrhing http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/sexualidad/stealthing-advierten-peligrosa-practica-sexual-que-ya-califican-como/2017-04-27/110026.html
Pornoterrorismo https://www.youtube.com/watch?v=gQEh7GvF4gs
Documental sobre la industria del porno https://www.youtube.com/watch?v=qTkEIGsNXu4
Y Rita Segato en sus postulaciones antipunitivistas
(y que tanto si soy rupturista de las bibliografías)
sábado, octubre 07, 2017
Conflicto
Te vi día a día postrada en la cama, a veces te levantabas para planchar la ropa y otras veces no. A veces te levantabas para forzarnos a tomar leche antes de ir al colegio, mientras que nosotras te decíamos que no la tolerábamos porque nos sentíamos mal. Te vi día a día postrada en la cama, con el televisor encendido hasta que las transmisiones se terminaran, incluso cuando al día siguiente nosotras debíamos estar levantadas a primera hora. Te vi fingiendo cuando llegaban visitas, mientras que nosotras vimos lo que era tener una madre que no te ve, aunque lloraras a su lado. Te vi yendo a un par de reuniones de apoderados y llenando cuestionarios sobre tus hijas, donde nada de eso éramos. Te vi fantaseando mientras que no nos mirabas ni por un segundo, así fueron más de 20 años, así fue casi toda la vida a tu lado.
Me obligaron a amarte, me obligaron a amar cuando todo lo que veía era abandono. Aún te amo y ahora yo también estoy enferma, aún te amo y te comprendo, pero verte me lastima. A veces te odio, a veces no mereces nada de lo que tengo, a veces no mereces la fuerza que tengo para amarte: pero te amo. Te amo y todo en mi entorno se enfermó, todas mis oportunidades se quebraron, ya no soy nada y quise ser nada. Y yo, sin posibilidades... y tu, sin saber cuánto daño sigues haciéndome. Tu locura, tu delirio... yo soy tu hija.
martes, octubre 03, 2017
Revisé su página
Revisé mis amigos en facebook y miré detenidamente a todos aquellos que he mantenido algún tipo de encuentro afectivo, pero no sentía nada, simpatía y cariño, pero nada más de eso. Recordé a una persona que me pegó la patada en la raja y nunca entendí tan bien por qué, pero lo hizo. Entonces revisé su página y me largué a reír... no, no era porque estaba cambiado o algo así, si no que al fin comprendí por qué me odiaba, porque yo era igual que él. Bueno, creo que la gran diferencia es que no dejo mi facebook con publicaciones públicas. Eran meses y meses diciendo las mismas pelotudeces, poniendo las mismas canciones, como si estuviéramos conectados.
Nos conocimos, decíamos las mismas cosas, estábamos igual de traumados y teníamos el mismo rechazo de salir con alguien... así que salimos negando que era así: teniendo una cita, pero que no era una cita; quedándome a dormir en su casa, pero sin dormir juntos; conversando hasta las tantas de la noche, pero sin un beso final. Tuvimos la cita perfecta, pero no era una cita. Y después, cuando me atreví a acercarme, me dice que no le agrado. Es penca verse al espejo de esa manera al parecer. Es el chiste absurdo que más me ha hecho reír. TTY
Nos conocimos, decíamos las mismas cosas, estábamos igual de traumados y teníamos el mismo rechazo de salir con alguien... así que salimos negando que era así: teniendo una cita, pero que no era una cita; quedándome a dormir en su casa, pero sin dormir juntos; conversando hasta las tantas de la noche, pero sin un beso final. Tuvimos la cita perfecta, pero no era una cita. Y después, cuando me atreví a acercarme, me dice que no le agrado. Es penca verse al espejo de esa manera al parecer. Es el chiste absurdo que más me ha hecho reír. TTY
miércoles, septiembre 27, 2017
Mi breve historia con el feminismo
Hasta el año 2014, mi historia con el movimiento feminista fue la misma, veía a pocas compañeras de Universidad asistir a marchas en Concepción, hablar sobre la píldora del día después y yo no entendía nada, sólo consideraba que esas causas eran necesarias, nada más. Recién el año 2014 comencé a ver más campañas feministas, aludiendo más que nada a la libertad sexual y a toda la postura más de deconstrucción propia de la tercera ola, por lo que yo aún seguía sin entender (¿cómo que el dildo es una muestra de la sexualidad? ¿qué es eso del pronoterrorismo? ¿qué es eso de liberar el ano? ¿"el lenguaje crea realidades", pero eso tiene que ver con el significado o el significante (cuerpa)?). Sí, para mi feminismo no era la palabra adecuada, porque desconocía completamente la trayectoria de la lucha de la mujer, desconocía la lucha porque tampoco era consciente para mí, ya que hasta ese momento era increíblemente machista. Veía que amigas o compañeras alzaban slogan, cosas que cuestionaba en su efectividad y originalidad de reflexión, ya que en primera instancia me parecían reflexiones dogmáticas. Me costó comprender qué era el privilegio y el patriarcado, no fue sencillo... y debo asumir que aún me parece un tema demasiado complejo para poder ser enseñado con precisión.
Le consulté a una amiga y ella me dijo que existían líneas distintas, que estaban las feministas por la diferencia y por la igualdad. Y yo, sin argumentos, le discutía que había visto casos donde la mujer no respetaba la intimidad del hombre, reproduciendo el discurso de la virilidad y la masculinidad. Ella me decía que eran cosas distintas, no era una cuestión de hombres o mujeres, era una cuestión de estructura de privilegios. ¿Qué puedo decir? seguí sin entender en ese momento, pero al menos algo me aproximé. Luego tuvimos clases de género en la Universidad, para variar, creo que terminé más confundida con todas las variantes existentes en el movimiento feminista y sin comprender qué era el patriarcado. El lado amable es que me acerqué mucho al cine en esos planos y recordé otras películas que había visto, lo cual me sirvió de material de análisis posteriormente.
Tiempo después, un hombre, sí, un hombre me dijo que yo misma me "objetivaba", que mi dependencia emocional me llevaba a objetivarme a cambio de afecto. De pronto, todos los pensamientos comenzaron a hilarse, como si fuese la gran revelación, algo que todo el tiempo trataron de enseñarme y yo no entendía. Le pedí el libro "El segundo sexo" a un amigo y lo devoré en unos días, comprendía con claridad y empecé a doler... empecé a sentir, porque tuve consciencia de cada huella mal habida.
Así es como los recuerdos comenzaron a doler y sanar, recordé aquella vez, el año 2010 cuando iba en un bus hacia Santiago desde Concepción y fui ultrajada por el pasajero que estaba a mi lado. Esa semana fui a ver a un amigo que estaba de cumpleaños y el último día que estuve allí lo celebramos, así que bebimos toda la tarde, hasta que en la noche tomé el bus de vuelta a casa, impregnada con olor a cerveza. A eso de las 5 de la mañana (el trayecto toma seis horas y tomé el bus a las 12), siento una mano que estaba tocando la vagina por encima de la ropa. Confundida por lo que estaba sintiendo y percatándome que estaba ladeada mirando hacia la ventana y dándole la espalda al pasajero, traté de moverme para mostrarle que estaba despierta. El quita su mano y la deja en mi trasero, así que yo tomé su mano y la corrí, a lo que él dijo "lo siento" y se dio media vuelta. No pude dormir de ahí en adelante, tenía ganas de salir, sentía ganas de llorar y no entendía por qué. Lo miraba y era un hombre joven, un par de años mayor que yo probablemente, era un hombre común y corriente. Cuando llegamos me bajé velozmente, tomé mi bolso y corrí sollozando.
Ojalá que todo eso hubiese quedado hasta ahí, pero no fue así, ya que al llegar a mi casa necesitaba conversar con alguien y nadie estaba allí, así que hablé con amigos y todos ellos me dijeron: "es que a lo mejor te sintió el olor a copete", "quién te manda a viajar en ese estado", "te pasó por hueona". Y sí, me sentía incauta, torpe y descuidada conmigo misma. Luego hablé con una amiga y me dijo que a ella le había pasado lo mismo, pero no era un pasajero, era un auxiliar del bus. Todo esto lo recordé porque lo pude entender y en ese momento me pude dar el consuelo que necesitaba. Pero las historias no acababan ahí, puesto que recordé al vecino que atendía un negocio cerca de mi casa y que cada vez que yo iba a comprar bebida, el me tocaba mis pechos pequeños. Yo en esos momentos sólo tenía nueve años o diez, y siempre sospeché de mi misma si era real lo que vivía, si era efectivo que un padre de familia, un hombre que aparentaba ser amistoso con todo el mundo fuera un abusador de menores y de pequeñas mujeres.
Las historias seguían y seguían, como aquella vez que una pareja que tuve un tiempo solía despertarse en la madrugada y bajarme los pantalones para masturbarse. Yo no participaba de esa situación, ni me parecía erótica, tan sólo lo evitaba y pretendía dormir...
Seguían las historias, otra pareja se retiró de mi casa disgustado porque le dije que no me iba a acostar con él, porque ya habíamos terminado. Siendo que antes de eso me empezó a dar un masaje hasta dejarme inmovilizada contra el suelo, donde yo me desesperé y le señalé aquello...
Seguían las historias, me había contagiado una infección menor que se quitaba con antibióticos, y al avisarle a las parejas que había tenido, ninguno cuestionó que ellos fueran los portadores, ninguno cuestionó haber dicho los improperios que me dijeron: puta, vagina infecciosa, fácil...
Seguían las historias, me controlaron por medio de chantajes, me dijeron que me matara, me mintieron hasta salir de la cama, me hicieron sentir estúpida no una vez, sino muchas veces... y lo era... siempre lo era...
Cuando entendí el feminismo me perdoné, me perdoné por pensar que estaba loca, por pensar que era tonta, por agredirme a mi misma cuando me necesitaba tanto. No quise ir detrás de cada agresor, porque entendí que esto era un sistema, que todo estaba camuflado hasta llegar a lo profundo. Que todos dirán que no, incluso los más hábiles en el tema tendrán prácticas oscurecidas y silenciadas. Y puedo estar equivocada con esto, pero cuando hay mucho ruido, quien obra en silencio puede causar mucho daño. No me sentiré protegida cuando el agresor pague, sino cuando el sistema cambie. No me sentiré protegida cuando el agresor tenga miedo de mí, sino cuando la ética de las personas se base en cuestionar su poder. No, la sociedad no ha cambiado desde que soy feminista, ni cuando lo fueron muchas compañeras, pero lo hará... yo pondré de mi parte.
Quisiera detener la historia ahí, pero también tengo que reconocer algo, algo que nunca me ha gustado de mi bando, de mi lucha, ese algo es el dogmatismo, el la arrogancia del conocimiento. Un sistema hegemónico controla por medio de la ignorancia, elige lo que unos saben y lo que otros no, por lo que enrostrar el conocimiento de unos frente a otros reproduce la dominación, reproduce nuestro dolor como mujeres. Ridiculizar, menospreciar, desdeñar provoca parte de nuestro sufrimiento, debido a que muchas personas defienden sus reflexiones como manera de mostrarse dignos, inteligentes y capaces (a pesar que no se hayan preocupado de ello). Esta situación a la larga genera una división, de manera que no es el feminismo, ni la razón de nuestra lucha la que nos divide, sino el dogma ante un sistema hegemónico. Algunas feministas dirán: no es el rol de las feministas educar a los hombres, pero yo difiero de ello: cada lucha es enseñar, cada lucha es un aprendizaje, entrar a una lucha es estar dispuesto a formarse e informar. Enseña, lucha e incluye, ahí veo la igualdad...
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