lunes, octubre 31, 2011

Asco al cuerpo

Sentada sobre sus piernas, estirando la columna, elevando el pecho y echando hacia atrás la cabeza: la excitación se mostraba a través del sudor que se iba impregnando en la sabana que nos sostenía. Posterior a ello me lancé a la cama mientras que olía como cada gota se iba desprendiendo de los pelos de su cuerpo. Mientras tanto él apoyaba su cabeza en mi pecho, recorriendo con sus dedos el contorno enjuto de la cadera. Me sentía como la aguja más pesada sobre el colchón y a ratos como la pelusa mas ligera en el aire. El peso de su cabeza era ácido, carcomía mi cuerpo de desdén, lo miraba y a ratos quería sacarme su saliva de encima, mientras que en mi pierna sentía aun como el liquido salía de la vagina... Había barrido con lo que había botado, de lo natural del contacto con la tierra y lo natural del contacto de lo húmedo del calor y el aroma impregnado a esto. Lo dejaba en el suelo como si fuese incorrecto, como si fuese sucio... 
¿Ser la mala de la película? ¿Por qué no? Me sentía cruel, aprovechadora y solo por olerlo cerca, por querer patearlo y sacarlo de la cama... Pero de pronto me borre el asco...
Hola... te quiero.   

1 comentario:

Alguien dijo...

tan sexual como poetas en 4 y al mismo tiempo tan tú

lagi!!!!

loh vimoh vecina!!!