Antes eras indispensable, ahora sólo te amo. Que fatalidad es sentir tanto pero que el color no es el mismo del sol, ni la misma luz, ni el mismo calor. Por un tiempo fue el dibujo de este , trazado en mi cuaderno favorito: mi cabeza. Ahora amor... el amor es motivo suficiente para decir jamás. No es amor a mi misma, no es amor al otro y para así jamás dañarlo, sino, como ese amor insuficiente, ese amor obstruido por los cambios y las imagenes borrosas del nuevo nosotros.
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