lunes, octubre 31, 2011

Extractos de sueños

Hoy se ve Júpiter en el cielo. La ilusión no era la misma que la real, pero la sentía como si fuese así. El planeta se veía majestuoso, duplicado, cubierto por nubes y los cerros mas cercanos. Pero era claro, según mi sueño, lo que presenciábamos era común. Todos los días dependiendo de la dirección que tomáramos podríamos ser guiado por estos cuerpos superlativos, donde la luz, la embriaguez, la sensación que algo espiritual nos estaba sucediendo nos llevaba a caminar por precipicios sin caer al fondo. Todo era muy confuso.
      Me llevaba un motociclista por las calles que ahora me parecían diferentes, tenía la cabeza cubierta por un casco y yo sin saber quien era, era la única persona en quién confiaba. Llegué hasta una casa bastante oscura, donde me fue a recibir una amiga. Estaba vestida de negro, con un chaleco blindado, y unas canilleras similares al chaleco. Venía fumando y sonriendo como si le diera gusto verme. En ese momento no sabía si empujarla y culparla de algo, pero al contrario de eso la salude como si no la viera hace mucho tiempo... Mientras que la abrazaba me acordaba de algo sanguinario, estaba segura que eran hombres vestidos muy similar a ella que estaban tendidos en el suelo mientras que un hombre-bestia metia su mano en una herida vieja que estaba en el pecho, la retiraba y la miraba como si hubiese alcanzado la gloria. Temía por ella, pero a su vez, sentía que ella se preocupaba por mi. 
Algo había sucedido con todos. El motociclista se sacaba el casco mientras que en el fondo todo estaba en llamas, sin embargo sentía frío. Era la primera vez que lo escuchaba en todo el sueño. Al develar su rostro, yo lo apreciaba como si fuese lo mas lindo que he visto en mi vida: Un hombre de una pequeña barba y bigotes, con una nariz redonda y pelo oscuro, delgado, pero no enjuto, tenía poder dentro de su carne sin saber explicar como podría saber eso. Me decía algo sabio mientras que se acercaba hacia mi, sin más, yo cedía y lo abrazaba. Ese abrazo, creo que es el abrazo mas especial que he vivido en toda mi vida, como si fuese el diablo que se llevaba consigo mi alma, lo sentía tibio, dulce, potente, curioso, jadeante, desvanecedor. Me quemaba el pecho mientras que una voz semi áspera besaba mi mejilla. ¿Era el?
¿Cuando saber si lo que pienso será verdad en algún minuto para poder decidir? Creo en mi nimiedad y en el cambio que me espera, en la estupidez y en el error consabido. ¿Cuando saber? Nunca sabré, por ello me declaro equivocada para siempre y segura de mi credulidad. 
Sin embargo esta vez me equivocaré contigo y estaré propensa a querer enamorarme de algo que me quema y se lleva el alma, una ficción mas en los papeles de un sueño... ¿cuándo soñar si ya esta afectando mi forma de decidir?


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