lunes, octubre 17, 2011

El juego del bastón

El juego comienza al ponerse sobre sus cabezas el sombrero más grande, mientras que enfilados hacia el acantilado van moviendo sus manos estiradas. ¡Qué Dios nos salve de nosotros mismos! Que en mi contradicción soy escéptico ante la presencia de un superior. Ahora quien toma el bastón lleva la culpa, que Dios sea el poseedor de todas las culpas ya que entre humanos nos hemos cansado de culparnos. No quiero enseñanzas falsas si de esas tenemos por montón, que morir con los brazos cruzados, con las piernas flectadas, mirando la tierra o quizá muriendo tensos dentro de una caja de madera. ¡Dios, sólo sirves para depositar culpas! que me he cansado de mi mismo y mi lid con la incertidumbre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tiempo sin leerte....

VECINA!!!