Esa mala costumbre de enamorarme perdidamente de alguien que parece un personaje de alguna película o de algún buen libro. Tantos Alex DeLarge, Harry Haller, Zorros y Principitos y otros que inspiran escribir. Recuerdo hace unos años, lo enamorada que estaba de un muchacho bastante especial, con sus atisbos de maldad y extrañas muestras de afecto. Cómo olvidar el pan con palta que me dio cuando me hospedó en su casa porque no quería llegar a la pensión tan curada. Pero antes de eso, como no olvidar aquel día que me llamó a las doce de la noche gritándome desesperado que quería un poco de pan, ya que estaba demasiado ebrio. Yo sin tener pan, llegué con el, pero se preguntarán ¿cómo demonios encontre pan a esa hora? pues una larga caminata, más una suma mayor que la de costumbre, fue suficiente para encontrar pan a esa hora. Cuando llegue al lugar donde estaba, lo vi sentado tranquilito sobre la base de una estatua y me decía: Tan linda que es la Michelita (como detestaba como decía esos diminutivos). Entre rabia, risa y frustración de verlo tan campante, le tiré la bolsa de pan por la cabeza. Que estúpida, después de eso sólo fueron penurias.
Después del tiempo caí de nuevo en otra relación (si se le puede llamar "relación" porque sólo era un trato de tu a tu) rara y enfermiza, a el lo dejaba llegar a las 7 de la mañana, con olor a alcohol, lo acogía en mi cama, lo cuidaba como si necesitara tanto cuidado, le di desayuno, después se fue y no ha vuelto más.
Estos tarados claramente dejaron su sello, me da risa, me encanta, los adoro tanto... olvidarlos jamás. Nunca lograron ser nada para mí mas que ese hermoso recuerdo, la linda ilusión y misterio de qué podría significar ser pareja de alguno de ellos, de ese par de locos... que hermosa locura y preciosa estupidez es añorar tanto y no pedir nada mas que una compañía distorsionada.
Tonta, loca, masoquista costumbre enamoradisa
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