lunes, septiembre 19, 2011

La mentira de hablar sencillo

¿Hablar sencillo? No lo sé, no me convence. Hace un tiempo un amigo muy cercano me criticó de una forma demasiado ácida para poder ser totalmente tolerable. Sin embargo, lo que dijo no dejaba de tener sentido y más allá de eso, validez.
Buenos críticos son pocos, en especial los que te dicen exactamente que es lo que le falta a tu escritura. Pues era claro, en mi estado de asco hacia mi misma lograba entender el poco tiempo que gasto sobre lo que quiero ser. Dándome cuenta de ello,se me ocurre leer uno de sus textos y los encuentro increíbles, una forma de escribir casi perfecta. Es cuando me leo de nuevo... banal; dice eso en todas partes, en la ansiedad que manifiesto cuando estoy reproduciendo mis ideas, lo efímero,lo endeble que son. Exponiéndose en las innumerables "y-es", en las inevitables redundancias, se desnuda mi estupidez y mis terribles hábitos. Es cierto y te lo asumo con completa vergüenza, humildad, pobreza de palabras, que soy terrible en lo que me encanta hacer, que no tengo nada novedoso en mis palabras. Días como estos que me doy cuenta que tiene tanta razón no me dan ganas de escribir más de la cuenta, escribir algo que intenta ser literatura; tienes razón, soy pésima en lo que hago.
Hablar sencillo, eso es lo que me duele, no tener la capacidad constante de poder hablar complejo. El intelecto. Ganaste, tu critica, tu humor me caga la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

supongo que reconcocerte una debilidad es parte de cierta maduración.

el cuento de todo es que no pierdes la capacidad de cuestionarlo, y eso, mola.

si te qudai sin argumento pa rebatirle al otro, simple...

pégale o hazte la víctima

tatón