La Blanca Armadura

Entre luces intermitentes, reflejos vastos con sonrisas afligidas y ojos tenebrosos, algunos rostros se salvan del miedo, dan confianza y basandote en ello corres a sus brazos, pero a veces nuestra lustrosa armadura se quiebra al contacto con algun semejante. Sin embargo, no siempre hallamos rostros amables, algunas veces son buenas máscaras que ocultan sus deseos ocultos.
Dias como los que llueven, tienes frio y estas sola, nuestro pecho se triza, pero cuando te amas y tienes aquella intencion para ser feliz, nuestra armadura se fortalece desde la raiz del alma; Solo de ese modo se es fuerte.

Eramos dos extraños lidiando con el desconcierto, un verdugo estaba sentado frente a nosotros, anunciandonos el terror; En aquel preludio del grito abochornado de impotencia, donde nuestras mentes solo siente miedo abismante, hundiendonos en circunloquios que nos abastecia lo sufiente de esta locura tetrica, perdiendo el tiempo de extraña manera.
Amarrados contra la pared suplicamos, imploramos piedad: el primero golpe le llega a él, luego en un triz mi cuerpo tambien es herido de tal brutal forma. Dolor suficiente para desear huir de esta situacion queriendo volver a ser feliz... me quejo.
Minutos largos después, yo solo lo veia resistiendo, no se rendia; yo al contrario yo ya no sentía los golpes, un candoroso fuego, embriagante de vida se prendia dentro de mí, ni siquiera mis rodillas se doblaban ante el cansancio... Recorde que soy feliz y que este es otro momento para tomar, sonreir y luego olvidar.