La rutina termina, suena el despertador, lo apagas, te quedas pensando, lloras por todos los días, te repites que aún sigues, que eres fuerte, no hay que dejarse avasallar: El llamado del alma
Debes pararte erguida, debes socializar, debes cumplir con las metas que te propones, debes ser madura y tomar tus propios deseos y construirlos, debes acostumbrarte a la dinámica afectiva real, deber querer pero jamás sentirte querido mientra que lo puedes ser, debes entender que no te comprenderán, debes...: la voz de la sociedad
No lo entiendo, realmente no sé nada, extiendo mi discurso más allá de mi voluntad y mi motivación, trato de acceder a cosas que no tengo para mantener la sed en el deseo. No me llama ninguna sombra oscura, ni el agotamiento, ni en el enfado, ni la idea de deshacerme por un momento de mi vida, es simple... no he accedido, no he alcanzado... y es simple, tan sólo lloras porque no lo tienes en tus manos.
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