Para los que bailamos tango, la cueca es maldita. Para los que seguimos los pasos del amor, la conquista y la persecución es la peor inmolación. Para los que nos atrapa el piso, el dolor y la dificultad de conseguir y lograr el amor, escuchar la gallina andando y huyendo en la voz de otro, en la voz del salon, sabemos que no podemos bailarla y que duele más que el tango.
Y queremos amar y queremos a Carlos Gardel... Pero al ritmo de la gallina todo se transforma en el jolgorio de la carne...
4 comentarios:
Siempre que paso por este blog me voy más contento de lo que llegué.
Saludos señorita.
¿Y para los que bailamos con los pies en el aire?
No lo sé, quiza es el baile de los que sueñan... quizá de los que no desean las huellas, el olvido... quiza no lo sé...
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