No hay culpables... Esa mano pudo tener distintas intensidades, una caricia, una bofetada... ese error nos hizo caer en desgracia y luego comimos todos juntos en la misma mesa... achinamos los ojos hasta salir las lagrimas, unas veces maldecimos y otros solo liberamos las carcajadas. Otras veces nos dejamos caer y otras nos aferramos a las cosas buenas para tenerlas.
Son solo momentos... compuestos de otros, y de otros, y de otros, y de otros... Son sólo personas creadas de otras... Y yo soy sólo un momento sin culpa.
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