Mi pequeña zigzagueante, la vida no es como la has entendido hasta ahora desperdiciando cada minuto tuyo por esa falacia que conocías como amor. Te has perdido mucho de ti y de todo, has cambiado de vida para seguir cometiendo el mismo error delante de distintas cortinas, ¿Con qué justa razón has dejado tanto? Estas viviendo en la pobreza de tus circunstancias, de tus impulsos, abandonando todo aquello que pudo hacer rica tu alma. Todo esto por qué... ¿Querías mantener la locura? ¿Querías tener algo para escribir? Llevas diez años tratando de dejar esto de lado y sólo encuentras sobre ti la huella de un zapato embarrado. Es hora de abandonar...
La locura puede construirse de esa extraña pulsión que te agobia, pero no te devuelve las formas que una vez tuviste. En aquellos tiempos tu mente era joven, la ignorancia era el motor de tus pensamientos, ahora cada vez mas culta, más conocedora, la locura tiene un tono de infantilismo que argumenta el desprecio de los demás.
Mi pequeña zigzagueante, olvida el amor, olvida la locura, olvida todo...
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