He transformado la literatura en un cielo que espera ver caer miles de estrellas fugaces, en prosas sencillas que tienden al análisis personal. Después de esto no es difícil preguntarse, acaso las ideas sobre la vida no es más que las ficción de soluciones, de respuestas y clasificaciones, mentiras tras mentiras para tener la vida resuelta. Lamentablemente la vida no es una cosa que deba resolverse, ni vivirse con el pecho floreciente, la vida no es más que otra cosa que no entiendo, que no se vivir, y que a veces me encanta. La vida soy yo.
Pero verte a ti tan feliz emana de mi sentimientos potenciales, voluntades complejas y añoranzas falsas, ideas ajenas y parámetros inaceptables. No busco ser feliz, no busco libertad, no busco amar, no busco acertar, no busco... no busco... Pero aquí me ves encontrando cosas, encontrando amor, encontrando vida, encontrando problemas, encontrando desafíos, encontrando ideas.
Tal vez sí tengo anhelos, es posible que se encuentren en la paz de la tormenta, la sequía de la lluvia, la izquierda de la derecha, en la carencia, en notar la carencia, cuan incompleto, para así llenarme de los adornos que tildan a un personaje.