N Ene

Abri los ojos porque dentro de este imaginario existió algo que prorrumpió una posible ... acaso... no, no... sí. Quizá ya lo sabía, era el resultado de todo, no podía creerlo. Busqué es cuaderno con rapidez, me precipité a escribir y en tantas perífrasis la idea se fue perdiendo, pedía a lo que no creo que esta vez no fuera endeble en mi memoria. ¡NO, por favor, NO! La idea se fue extinguiendo, que cruenta realidad. ¡NO! ...

Tras un rato expuesta a esta situación no tuve más cabida que analizar lo que estaba escribiendo, pero claramente ya no entendía mi idea. Claro, quizá no tuvo sentido, ya no puedo decidir. 

No es nueva esta situación, por lo general siento como se mueven las ideas. Claro que me pueden decir ¿Cómo diablos sientes las ideas? Pues es evidente para mí, suelo pensar en nebulosas y palabras flotando e interactuando, las siento pensando, sucediendo. Olvido, ya no siento nada... de nuevo al estado de alerta.