Una taza mas de café antes que me vaya

Como la canción derrotada de Bob Dylan, cuando el día pasa y el efecto también, vuelve la conciencia y veo cuanto tiempo he gastado en malas ideas, en falsos amores, en malas personas... No, no son malas personas, solo personas demasiado torpes. Me di cuenta que no es tiempo para considerar futuro, para considerar compañía, para considerar hacer el amor. Es hora de determinaciones, no de considerar. La conciencia ya llego, me tomo esta taza de café y comenzaré, a abrir los libros, a desdeñar a quien se lo merece, es decir, al hombre que da la espalda después del sexo, a tomarme a mí sobre todas las cosas, en hacerme el amor, a hacer memoria de todo aquel consejo util.
Mi mente quedó atrapada en su pieza rojiza, su visita siempre me trae conciencia y mucha tristeza cuando se va. Es como caerse de la cama después de tener el mejor sueño de tu vida, el sueño mas sencillo y mas realizable... pero sabes que el es como el reloj derretido, los elefantes con patas de jirafas, totalmente posible pero sin ser la persona adecuada para realizarlo. De sueños no se hacen realidades, falta la materia, falta lo tangible, falta la lógica.
¿Y cómo hacer una relación duradera?, pues es algo cruento, se le cortan las patas a las jirafas y a los elefantes, las intercambias y pintas las patas de jirafa color gris ... Duele, es maquiavélico, pero sólo así se construye una relacion que tiende a la perfección. Sólo creas monstruos.
Entre perfección, entre determinaciones, el ultimo sorbo de cafe esta por irse. Dificil es saber sobre el amor cuando crees que es perfecto, cuando para saber algo de ello tuve que acostarme con Pedro, Juan y Diego. Y eso no fue lo malo, fueron los portazos después de ese suceso. El descarte de la situación te vuelve un poco más dura cada día, pero no en el sentido de tener miedo a intentarlo de nuevo, porque del sexo se sabe mucho, se sabe cuando no hay temas de conversación, se sabe sobre tratos, se sabe de confianza, y se sabe de crear lazos y constancia.

¡listo! se ha ido el ultimo sorbo... Adiós gente vieja.