Cuando caminaba se encontró con la primera luz, una silueta apagada solía ser cuando pasaba por su destino. Una mirada, tan sólo una mirada distinta bastó en su camino. De pronto, los amigos comenzaron a acercarse con sus diferentes colores, ella permanecía como una sombra. Hasta pillarse de frente un contorno iluminado, la hizo cobrar vida que de a poco fue perfilando su nariz, sus ojos, su boca. Finalmente se encontraron en ese camino que nada tenía. Donde los años pasan rápido y la pena lento. Los demás eran manchas de energía, ellos eran capaces de verse, sus detalles, sus luces, sus colores.
El amor es el juego de las luces y las sombras, la materia y la existencia. Destinos...
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