Templos, calles, autos, vacios...
Templos religiosos, economicos, de seguridad, de soledad y ebriedad. Calles que van a todas partes y otras que te extravían. Autos que son de temer, caros, baratos, asequibles, prudentes, ruidosos, grandes y pequeños. Vacios... la gente, posibilidades y misterios, caras sin recordar y nimiedad absoluta.
Quiza la suerte hace que se pierda la cordura, que te tires ante el miedo, que temas por ignorancia o que tu sapiensa se deba al miedo que vives dia a dia, mucha gente con palabras en la boca.
Mucho ruido, mucho olor, mucho que ver, mucho que tocar... ensordece, apesta, altera y olvidas...
Y a su vez, es como ver funcionar un cerebro enfermo...
¡Que mi suerte me saque y me lleve de una posible desdicha hacia donde no temo estar!
1 comentario:
tienes una capacidad de relato increíble, me gusta. Felicidades-
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