Era como esas peliculas cuando muestran una ventana cambiando de dia a noche y de noche a día en pocos segundos, una cantidad de tiempo desorbitante, un sueño. Lo extraño que ya ese tiempo se esta convirtiendo una realidad perezosa, donde ya no se donde he perdido tanto tiempo, miro la hora y ya han pasado 3 hrs desde que estoy pensando en lo mismo. El tiempo se estiro como un elastico barato, ropiendo cada fibra, como la descomposición de mi mente en tanto tiempo, dispersa en algo sin patrones. Pasaron dos días sin poder dormir, caminaba por la calle y a veces veía figuras extrañas, salidas como de una pelicula Gore, personas con razgos desfigurados y cada vez más parecidos a los míos, rellenando espacios vacíos con formas que no existían. A las diez de la noche, acostada, sin nada más que hacer esperaba que esa somnolencia matutina se adueñara de mi y me consediera el sueño que tanto había anhelado, a las 23:59 aun ausente... 00:00 ... debia comenzar un día nuevo, pero yo seguía atrapada en el dia anterior, la noche mas alargada, aprovechandose de otro día, lo viejo comiendo la experiencia del día nuevo...
Veo mi reloj, son las 25 hrs, es usual que esa hora se indique en este mundo, mientras que un gusano se alimentaba de mis venas, y cavara un agujero en mi piel para alojarse para siempre, era lógico, al igual que durante eso sintiera ardor y miedo. Al fin lo había logrado, el tiempo ocurría según mi propia realidad: estaba soñando.
2 comentarios:
ta weno, pero es muy tú el texto
(bien hueón el comenatario, pero cierto).
uno no sé da cuenta como se atrapa así mismo cuando piensa, se pega los "volones" y te dejai llevar no más.
el cuento es cuando asumes lo que piensas como real, siendo que no lo es.
bueno, no hay mucho que decir
solo que queda esbribir la frase clave del día... "cambiate al amarillo"
jajaja ese es mi humilde aporte
o mejor... "sueña que te cambias al amarillo"
chauchera!!
La hora 25, la 26, la 30, la 235.8 y la -9.
A veces lo onírico se me hace mucho más coherente, y la temporalidad me huele a trampa.
Besos sin reloj.
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