el destino de una nube

Se quedó toda una noche para acariciar su cabello, sin fundamentos, sin finalidad mas que esa, estar alli. Como la noche fácil que sucede al día, como la inherente forma en el entendimiento, se quedo allí, como si nada más importara. No podría ser una vida litigiosa sin mi inmanente Ser, pues era así de simple vivir sin memoria, como el cuaderno que borras todos los días y que malgastas su hojas con infinitos relatos que al final tendrás que olvidar. Una vida innecesaria evocando el olvido. Pues él aún no olvidaba lo que sentía por ella, y era simple, como el destino y el sentido de una nube al llorar en invierno, porque no habia verdad trasigente, más que la vida que sucedía, el tiempo que corría y lo que no pudo decir. Asi habria sido si esa noche no hubiera fallecido, la inexplicable vida del que perdio el sentido, que ya no pudiera esconder su nariz en su suave cabello, que ya no compartirían su vida juntos, si no que el resto de su vida sería llorar u olvidar.