domingo, junio 27, 2010

Monologo absurdo

Que la vos que desee ocupe estas palabras...
Calle:
Me he preguntado como me ven aquellas personas, al pasar ¿pueden sentirme? Han existidos días de ansiedad para todos, del pecho estrecho, las pulsaciones indetectadas, ¿pero ellos podrán verlos cada vez que paso por una calle?
Ellos, a quien le importa aquellos, personas sin importancia, personas que no se conocen. Quizá de esos muchos que se han sentido dispersos, sólo desean llegar a casa y que alguien los note, que alguien los abrace a media noche, quieren llamar la atención de extraños cuando las personas que sí conocen los ignoran en casa. Así, detenido a media calle, los autos pasaban a gran velocidad, estrepitosos a la caída de los oidos, sentirse debil, esa ganas de vomitarle al desafortunado que pase por delante, o caer inconciente a los brazos del suelo.
Columpio:
-No me mires niño, no me mires con esas ganas de preguntar que sucede, vete con tu madre o anda a tirarte en alguno de esos juegos; tan sólo, no me mires como queriendo preguntar algo que no vas a entender. Pausa...
Los arboles son muy lindos en esta época, el vaiven, la inestabilidad, una fotografia borrosa, asi pasó la vida. Rabia, lugares publicos, pero tan intimos, a nadie le importa si estas sólo cuando los demas estan acompañados, todos te respetan, porque de cierto modo estas sólo, a nadie le gusta la gente solitaria, el recelo de alguien peligroso, de alguien fuerte que es capaz de estar sólo, columpiandose en un lugar como este. Como si las unicas palabras que saldrían de esa boca fueran similares a los ladridos. Gente ladina... gente miedosa... por qué temerle a alguien sólo...

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