dedos pintados de color purpura

El reloj marcaba 5 minutos para tu llegada y te espere con una taza de cafe, entre sorbo y sorbo apareciste por la puerta, usando una capucha color marron y llevabas una mirada cansada despues de tu dia que no quisiste contarme. Te segui hasta el pasillo para conversar contigo, pero ni siquiera volteaste... pues asi me quede esas tres horas, con el cigarro en la mano en el portico de nuestra casa. Habiamos vivido asi dos años seguidos, siete años sin poder concebir vida, tu... si, es lo mas seguro, te ocultabas en las faldas de tu otra mujer, mientras que nosotros cuidabamos nuestras imagenes, durmiendo en camas y piezas separadas... te daba asco, lo se.
Era equinoccio y el minuto mas oscuro de la noche antes de pasar al mas claro, entre las ventanas se acercaba el primer rayo de luz despues de la oscuridad, en ese instante entre una modorra implacable abro los ojos, estabas desnudo parado en mi puerta, taciturno y languido.
Habia olvidado el color que ocupaba en mis labios y los ratros en las copas que dejaba, estar embriagada a su lado y su caricia con palabras, su sabiduria y su encantador gesto al reir, se rio de mis uñas pintadas purpura, teniamos recien 25 años y nos habiamos olvidado por completo viviendo juntos.
- Me haces un espacio en la cama - dijo susurrando al entrar a la pieza
- ¿qué haces desnudo?
-extrañarte. ¿me perdonas por todo este tiempo? - tan solo mire su rostro cándido y mi sonrisa floreció, el ya sabia la respuesta.
La cabeza se apoyaba en el vientre y las falanges gentiles se deslizaban por su corta cabellera, ya era todo diferente antes de esos cinco minutos antes que llegara, si supiera que tenia los bolsos hechos para largarme pronto, quiza huir, lo amaba mucho como para saber dejarlo atras en mi vida, pense que era mas prospero asi, pero despues de esta escena, su cuerpo se durmio al lado del mio toda la noche, sin tocarlo, sin mirarlo, lo sentia mas fuerte que nunca dentro de mi alma.
Los colores volvieron al rostro, y sus manos se volvieron tibias de nuevo, mientras que sus pies buscaban los suyos para acercarse y depender de la piel nuevamente.
El alma llega primero al estar enamorado, luego la piel, siempre es posterior la piel...

morder

Eran cien pesos, cien pasos a la izquierda y noventa y nueve a la derecha... volver casi a lo mismo ¿no crees? Un paso mas y una deuda millonaria me hizo quedarme estancada en aquel punto donde podrias notar una tendencia de mi parte, para mi era lo mismo, pero seguramente me estaba equivocando por setenta veces siete. La deuda era perenne, me habia chupado la sangre y habia dejado una llave abierta para volver nuevamente a estremecer hasta lo mas recondito de mi mente. Siempre lo miraba furtiva, quiza por eso me agradaba mucho, esa idea de spia me tenia carcomido el cerebro cuando pensaba en el... tenia piezas de muchos rompecabezas y yo lo armaba quedando algo mas parecido a un cuadro de expresionismo, un jackson pollock de mucho valor para mi muro de arte.
De noche atentaba mis sueños y lo descubria, pero cuando lo tenia en mis manos el se convertia en una luciernaga, muchas veces trate de capturarlo para que alumbrara mi vida, pero al intentarlo es se extinguia.
Morder su aire y tragarme una bocanada de espiritu, transforme a una persona nueva un retrato de mi en un hombre.

Lucila me comprende

El maldito estaba sonriendo y yo solo deseaba reposar mi cabeza y llorar hasta altas horas de la madrugada, no queria volver a hablarle en la vida puesto que lo veia disfrutar, no me gustaba verlo feliz, ni menos conseguir lo que queria... no lo puedo compartir.
Ninguno ha caido, y yo sola sigo jugando a estar bien, pero cada vez me hundo en esta soledad macabra que me tiene desesperada oliendo carne humana, no me importa que sea un estupido, que lo odie, que me haga sentir inferior, ninguno de los defectos que detesta mi ego, solo quiero ocupar... ocupar un espacio que resulte tan simple, mientras que el sonrie yo tengo los dientes tragados y un gesto de jubilo extinto, lo detesto porque esta amando y yo me siento sin su amor... lo odio...
Se perderlo... me estorba... no lo quiero en mi vida

lengua

la lengua, la lengua, cuantos placeres morbosos me trae esa lengua... cuando estabas recosatado y yo aguantando gritos contra una almohada, y tras de toda esa ropa se encadenaba una serie de deseos inexplicables, como deseaba moder esa lengua y tu aire, de a poco sofocarme con tu suculento estar alli.
Tu hablar y tu callar, tu lengua tranquila y tu locuas forma de expresarse, que exitado estado me moria por un beso de tu alma...

cercar

Fruncir el ceño ante el sol que se antepone a lo que he querido apagar, me sente un rato en los abertales de sus labios, me perdi en el llano de su lengua y en su moribunda apariencia. Plante frutillas bajo su campana, rocie todo lo que habia alli; al dia siguiente inunde de saliva su estepa y puse cercos en la boca que creia mía. Y en sus ojos un eclipasado pasar del tiempo se reflejaba, y eran simetricos a los mios frente a frente. Paso el tiempo y me toco cultivar lo que habia puesto en tu bocas, frutillas de palabras que nunca habian florecido y un rocio extinto... ahora hablas.
En beso, morder los labios... rabia ... sangre, los cercos arrasando con todo los campos que habian florecido...