¿Ya dejaste de lloriquear? La cosa es sencilla, tú ves las cosas de una forma determinada, porque dentro de ti hay mucho pasado en tan pocos años y necesitas un mecanismo que no se puede violar en ningún caso, y ese es el mecanismo de la contención del deseo y la vulneración a ti misma. Si se violan las reglas, retírate. No expliques, no des razones, son tus razones y no son para ellos, si tratas de explicar siempre serás tú quien está loca. Siempre se puede tener una conversación cuando esa persona es parte de tu vida, pero si es capaz de comprenderla, en el caso contrario no es necesario tenerla.
Sabes que el deseo es el principal causante del dolor, porque se muestra y se pavonea frente a tus ojos, jamás cruzará al otro lado, porque por algo es deseo. No, no estas sola, te tienes a ti y quienes han tornado esta vida más llevadera. No olvides eso por la angustia que produce el deseo, sigue adelante en tus cosas, en tus proyectos, en todo aquello que te hace feliz, porque eso lo haces porque te amas. La cosa siempre fue simple, querer y desear son cosas muy distintas, las ilusiones son perfectas, pero son eso... ilusiones. Camina por donde hay tierra, siente donde estas... aprende a querer lo que esta dentro de lo que ya conoces.
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