domingo, agosto 07, 2016
Cenizas de una isla
Con mis binoculares, veo desde la orilla de mi isla hacia el continente, distingo a muchas personas que siempre han estado en el borde, pero nunca han cruzado. Los mitos de este lugar son muchos, pero siempre les han temido al agua más que descubrir qué es lo que sucede al llegar. No sé cómo llegué, ni cómo crucé, tan sólo estoy acá desde hace mucho tiempo. Tan sólo seguiré acá sin mirar hacia la orilla, hasta que un día, en el centro de esta isla, sepa que llegaste... pero sin pedirlo, sin exigir, sin desearlo, tan sólo estés viviendo el mismo paraíso que vivo. Pero desearlo, pensarlo parece desearlo.Todo esto parece un error más grande. Todos sus deseo parecen el mío... y yo, yo sabía amar mi soledad, pero un de nuevo me hicieron correr hacia la orilla... de nuevo me hicieron pensar que estaba en una soledad que no aceptaba. Prefiero ocultar los binoculares y morirme en el silencio. Yo, yo no existo. Soy el árbol que cae cansado y jamás escuchan su estruendo. Soy la brisa que se propagó en los vellos de sus brazos y olvidaron. Soy lo que ocurre sólo para mí en el desierto de sus oídos. Me vuelvo cenizas ante este sol que se apaga.
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