miércoles, enero 18, 2012

Vida patria

Ahora por más que lo pienso no me he podido responder sobre los delirios suicidas ¿si he vendido mi cuerpo a la vida o si se lo he regalado a la muerte? No he podido responder más que: la megalomania que abordaba no era más que un candoroso amor a no tener control de nada.
¿He vendido mi cuerpo al tiempo? Como las últimas conversaciones sobre periodos históricos, sobre el perdón histórico que tuvieron los campesinos posterior a la toma de fundos y la venganza del rico.
Sólo los que soportan el hambre, el caos, la pena, la angustia, volvieron sus ojos a algo que se torno su patria.
Pues mi angustia, mi caos vendió mi cuerpo a la vida y ahora solo hay propietario de aquello que delirio como mi patria: mi cuerpo.
Por más que lo pienso, si he vendido todo lo que me pertenece, he de ansiar sobre la absurda libertad. Para ello tuve que cortar las venas y abandonar lo que he dicho que es la lid.

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