¿Te acuerdas del contorno y la pared? Los dias de gula y hambre, los días pesados de esa pobre pluma. Cuando pensaba una idea vacua, no era nada, lo era todo, ya no distiguia si seguía pensando.
¿Te acuerdas del colchon aplastado por el costado del cuerpo? de la ausencia de las habitación y la ausencia del alma en el cuerpo.
¿Donde estaba la sonrisa en esos dias? Quizá la risa se fue a vivir en la boca de otros, como ese haz de luz que ilumina al afortunado y mantiene a los demas en la habitación donde se revelan las fotografías.
La felicidad como el diamante que se quebra en partes iguales, se disemina y se introduce a la suerte, como una suerte de piñata que deja a los niños esperando el caramelo como si fuera la lluvia mas deseada.
Esos días pasaron, ahora se confunden con alcohol y cigarros, con sexo e infidelidad, con amor y torpeza hacia aquella persona que le llamo Ego. El deseo del placer se esconde en caretas, en supuestos de deseos que no es placer, que es insatisfacción y es la herida que jamás mejora, incluso despues del ron, del vodka, del tequila, orange, white widow, sativa... marlboros y luckys.
Mentira y pobreza, porque sin su amor me vuelvo loca de nuevo.
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