13, 14 y 15, tres días perdidos de mayo. Y esa pared que se disfraza de horizonte, esa pared que es una linea entre el techo y el suelo, el cielo y la tierra. Limite... La incertidumbre limitada ante la vista del más ciego. ¡Cautelosa es la vista, que no te muestra todo y te guarda en su regazo en tu incapacidad y tu cuerpo tan tangible! Era no saber...
16 era despertar despues de esa linea pintarrajeada en el suelo, era ver la mano ajena sobre tu cara pensando en cerrarte los ojos y las que se encuentran sobre tus hombros samarreandote para que te des cuenta que despues del cansancio y el perimetro, haz pasado la linea de la incertidumbre. Pero miras al horizonte y de nuevo... otra pared.
El abismo, esa pared del miedo que te engancha los pies al suelo y miras hacia arriba y el techo azul plano aclarado en su fondo y oscuro en sus lados ¿será mas facil llegar alla? Pero las paredes del abismo, malditas paredes del abismo...
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