- ¿Qué haces aquí y tan tarde? ¿Acaso la noche no es buena hora para estar en tu casa?
- Lo mismo debería decir de ti. Pues yo, tan sólo estoy como Penélope, esperando que ese hombre vuelva casa, porque ya no sé en que episodio de mi vida mi corazón se lleno y sin conocer quien fue el merecedor de todo ese amor,espero a ese hombre que ya no conozco. Sin embargo, he sido así toda mi vida. Recuerdo aquella tarde que deseaba morir, esa tarde que no queria quitarme la vida, tan sólo deseaba recostarme con los ojos bien abiertos a esperar que el tiempo pasara, y esperar esas lineas de tinta que recorran mi piel. Ahora ya ves, esto es lo mismo, espero a alguien que no llegará, porque olvido su camino a casa, pero es una buena forma de esperar que el tiempo pase. Una ideologia tan falsa como toda la vida, vivir a traves de ella, al igual que una mujer espera sentada.
- ¿Puedo acompañarte? Tambien me siento sólo.
- Pues, asi ha sido siempre, jamás sentados en el mismo lugar, pero siempre proximos el uno al otro y sin poder hacer nada mas. Tu no eres el hombre que me amará, no oftante, me falta compañía. Puedes quedarte, con la sóla condición que me hables...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario