05:49 de la mañana

¿Sabes como veo la vida? No es más que estar sentada en un sillón, mirando a traves del ventanal de un balcón. Estar sentada como si existiera el cansancio, finjir mirar cuando la ceguera se transforma en tu arma más letal. Pero ahora tengo miedo, quizá sólo estoy esperando una nueva posibilidad para morir, cuando el miedo se disperse por la habitación como una neblina densa, tenga mi arma y pueda consederme la muerte.
A veces soy dos personas, una tranquila y una honesta; la tranquila es aquella que hace por hacer, que logra ciertas cosas, que se rie de vez en cuando, que esta dispuesta a seguir a pesar que la honesta hable... la honesta no es más que la feroz muestra de mi conciencia: No hay futuro, el pasado ya no lo siento y el presente me agobia. A veces esas dos partes de mi se reunen como hoy a esta hora...
Honesta: (se despierta a las 03:48 exhalando) ¿Por qué te despiertas?
Tranquila: vuelve a dormir, mañana tienes que ir a hacer muchas cosas, ademas prometiste ir a ver a tus amigos, disfrutar los días donde estas.
Honesta: no quiero ir, de nuevo quiero morir.
Tranquila: ¿que sucedió?
Honesta: no he logrado nada, no se donde debo estar, no tengo lugar, ya no me poseo, la megalomania se esfumo
Tranquila: piensa en tus opciones, puedes hacer nuchas cosas, tienes habilidades muy buenas como para sorprender a muchos.
Honesta: yo profesional, yo aventurera, yo poco ortodoxa, se esfumaron...
Tranquila: ¿quienes son todas esas tu?
Honesta: a veces siento que no puedo lograr lo que todos logran, que no esta en mi historia hacerlo. Pense que quizá deba escapar, irme quizá a santiago y trabajar en un club nocturno de desnudistas, no avisarle a nadie, perderme de todas las personas que conozco, que nadie se lamente u opine de mi. Pero despues de pensar eso, creo que mi meta estando alli seria encontrarme a un buen esposo adinerado que me compre ese departamento que tenga esa ventana y ese sillón, quedarme ahi para vivir el resto de mi vida.
Tranquila: ¿son las unicas opciones que tienes?
Honesta: no, el problema que hay una infinidad de cosas en este mundo, de alternativas, no tengo la vida de todos para probar cada cosa. Además escasean los proyectos.
Tranquila: piensa en opciones
Honesta: Ya no veo nada, quiero morir, deseo morir, quizá solo debo comprar una pistola.
Tranquila: ¿Y eso que te resuelve?
Honesta: Multiplique mi vida, por el tiempo, por la tristeza, por la alegria, por cada latido y por cada lagrima, finalmente multiplicar eso a no existir, un gran y redondo cero... Es el resultado al final del la operación, la resolucion de una sumatoria, de multiplicarse a si mismos, esa es la solucion, terminar con la preposicion.
Tranquila: ¿es lo que quieres?
Honesta: en realidad no quiero nada, sólo son ideas. lo unico que deseo es tener ese sillon y ese ventanal y pasar mi vida allí.

Asfixia a mitad del sueño, deseo llamar a alguien pero nadie querra oirme a esta hora...