jueves, julio 01, 2010

Frio

Era la época donde lo frondoso envejecía, donde las casas se quemaban, donde hay muchachos sentados sobre una piedra esperando que el tiempo se pierda. Así, de esta manera, él miraba una casa, una casa cualquiera, aquellas que estan cubiertas por enredaderas, con un antejardín, y con pintura descascarandose. Que la vida es el tiempo, que el olvido es vida, que el tiempo pasa, que los cigarros se consumen, que el tiempo en la vida se olvida cuando te consumes cada día cuando dejas pasar tus alientos; Pues miraba esa casa, como si no hubiera nada más importante que hacer mientras que los árboles desnudaban su cambio, sentado en esa roca como si fuera el sillón más cómodo, esperando que las luces de las habitaciones cambiaran de lugar,como las lucecitas de los árboles de navidad: iluminan todas, se apagan algunas y luego vuelven a silenciarse. Era otro día, sólo bastaba el hombro y su mentón descansando en el para sumergirse en un suave letargo.
Las ambiciones se habian marchado, ahora sólo le quedaba esa casa, estar impavido al día a día, a la asfixia, al sosiego y a la discriminación, porque sólo valía la pena ser ese espectador de lo ajeno: Contacto.

1 comentario:

Otro Alguien dijo...

tengo un mini conflicto interno: lo leí, pero no ando prendido como para comentarlo como se debe por ello no lo comentaré como se debe.