¿Y de qué me sirve la voluntad si cuando se trata de la suya jamás podré hacer algo?... ya no me decido entre retirarme y sentir que las cosas se van, o quedarme y cruzarme de brazos; olvidar primero o esperar a olvidar. Y creo que siempre he cruzado los brazos posterior a un vano intento, siempre resistente y con frío. Me vivo con sol y miro hacia la lluvia.
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