Cuando era un poco más joven un buen amigo me dijo que si llegaba a sentirme sola, recordara quien estaría sentado a mi lado. Así empecé a ver la banca en la cual estaba, de pronto todas esas personas imaginarias que estaban en mi corazón empezaron apretarse a mi lado. Hoy, años después, la vida se torna un poco más difícil que antes. Frente a mi, durante el desayuno estaban mis abuelas cuando eran jóvenes y me miraban sabiendo que algo me afectaba. Dentro de la cocina estaba la Tita paseándose con su carácter de roble y diciéndome que debía mandar todo lo a la mierda, y me contaba de la vez que se tiró al barro para no ir al colegio. Mientras la Rosita estaba sentada frente mío, tomándose una tacita de té, no le gustaba mucho cocinar y tampoco era muy amiga de la cocina, lo hacía por deber o para regalonear, a la Tita tampoco le gustaba pero es difícil que se quede quieta. A medida que conversábamos me sacaban una que otra sonrisa al planear venganzas absurdas que jamás íbamos a realizar, pero era la gracia de reírnos por creernos malas. Yo le contaba algunas cosas y me decían que lo habían visto todo, que no me preocupara por sacar esas amarguras, que estaban listas para darme consuelo. Me veía en ellas, en su carácter, en su temperamento, en los chistes y las aventuras...
- ¿Por qué no me llevaste el 2010?
-Porque tenías muchas cosas que vivir
-No tengo miedo de extinguirme
-Siempre quise vivir, y lo hago en tus recuerdos, en tu existencia
-Después de lo que sucedió tuve que soportar días de sopor, mis pies no me podían, tuvieron que bañarme... renuncié a conce, renuncié a todo lo que podía amar. Seguí porque me hacían sentir equivocada, que era veleidosa... así lo volví a pensar hace poco cuando volví a intentar suicidarme. Yo no quiero esto... acaso no es hora de una señal...
-No necesitas venir donde nosotras estamos, Michelita. Tan solo saca un pasaje para Los Andes, tu sabes que ese es tu hogar, tu templo.
2 comentarios:
Me hizo llorar
no sé que decir...
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