viernes, marzo 09, 2012

de sueños y otras frustraciones

La mujer que se bañaba se suponía que era yo, pero era claro, estaba soñando, no lo era. Cuando caía el agua por su pelo notaba una pequeña mancha blanca bajo su pecho, era una gota blanca que emanaba de sus pezones. Desperté a la mañana siguiente bastante aturdida, tratando de buscar el significado a ese sueño, pues claro, muchas personas decían: felicitaciones serás madre, y será una niña. Y otras barbaridades de ese tipo, como anuncios de matrimonio, fecundidad y alegría. Pero el escupo en la cara se devolvió del alto del cielo y vociferaba: ¡TARADA! tu, siempre haz sido tu y tu ego de mierda. ¿Ser madre de mi misma? Ni la sombra me ha de parir y menos saldré de mi propia vagina. No hay consejo mi querido lector para esta estupidez humana, pues pensándolo en la ducha me he dado cuenta que el mal del depresivo solo es la carencia de la palabra precisa. Pero hoy seré como cualquier bastardo, prefiero enmudecer.

1 comentario:

Kate Austen dijo...

Me encanta esta entrada, no puedo decir más...!