jueves, noviembre 27, 2008

La flor que corto

Mas que un sueño, fueron mis manos y labios secos despues de todo, como si estuviera tocando con los pies el mar de mis propias lagrimas que fueron derramadas en esa burbuja onirica, verosimil.
Era una simple planta fuera de la casa, nunca la regue, ni menos, la contemplé; pero seguia estando alli con el aroma de ella, de mi amada rosa. Un día, despues de tantas cosas vi que ya no estaba viva, corri a la basura, sintiendo como se retorcía marchitandose lentamente... sin agua. Sin dudarlo, acudi a mi padre y el me explico el motivo por el cual la habia desterrado de su lugar, pero no era suficiente. Me desmorone frente a el golpeando sus zapatos con los puños de arena... Tenia sed.
Como aquella discucion que habiamos tenido, trepe por la reja y camine sin rumbo alguno, con una lagrima que no bajaba de mi mejilla, mostre ese liquido plasmado, tayado, sobre la piel... todos lo notaron pero nadie me devolvió lo que tenia, su aroma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si algo te psa oh
meh¡¡¡
pero es bueno volver a leer algo nuevo por estos lados de chilito

no lo dejes botado

chauu

el anonimo tato

Brandon y Brenda dijo...

Es duro cuando te quitan cosas y ves que no las volverás a tener nunca.Pero así es la vida. Dura y cruel en muchas ocasiones pero también muy bella. Extraordinariamente bella. Porque nadie te quitará nunca el recuerdo de esa rosa ni de otras muchas rosas que vendrán después.

Saludos