martes, abril 27, 2010
Tierra de Hojas
Hace poco tiempo aún se balanceaba con el rin del viento, se mecía, se alimentaba, siempre era la ilusión de sobrevivencia. Después de muerto, caminé por las calles, por los bosques, por los residuos del cambio, termine en el crujido de las ramas, de su cuerpo y del polvo. Los que llevaban chaquetas, camisas y pantalones, me trajeron una pala: pues así pase dos minutos muertos, entre el vino, entre mi forma compacta, entre el sueño de no absorver nada mas, ni el agua que llovió durante tantos días fue capaz de penetrar en mis entrañas para otorgarme aquella sensación tan falsa de vivir, tan comprometedora... La razón de mis miedos!
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