En una corta espera, donde los cinco minutos solo transcurren, el cigarro de la espera se enciende junto a la mano que sostiene el encendedor. Unos minutos viendo el reloj, mientras que el tabaco se va consumiendo paulatinamente. Alguien cruza la calle, ni siquiera te mira, y de pronto una mirada se desvía hacia tu puesto... un momento de atracción.
No era nada mas claro que esa situación, donde mi existencia lo hacia atractivo a el, no lo era por sí solo, tenía que observarlo para que el supiera que lo es.
Y luego que el pasa, mi vida tiene ese sin sabor nuevamente, pero sin ser eso negativo que solemos pensar de la vida...
La vida esta llena de esos momentos insipidos donde buscas hallarle un sabor determinado, es alli cuando el día se transforma en un buen o mal día, pues ese es el camino a la felicidad... tu mente engañandote, que quiza si pasara eso serías más feliz, si el se hubiera acercado a pedirme un cigarro, si el me hubiera despreciado... daría lo mismo porque ese momento insipido solo seria una transformación personal de encontrar un sabor... y los momentos que solo son... los olvidas... porque no quisiste recordarlos por ser insipidos y por no saber si estabas bien o mal.
Por eso me gustan estos cigarros... un momento insipido donde se forman en una dulce historia.
2 comentarios:
Añoro sentimientos insípidos
antes que los amargos y de color funeral
no sé si te conté que el otro día te anoté en mi diario
no es sólo que te llames MIchelle.
Pablo
lo leí pero no ando con los animos de comentarlo mucho, asique me limito solo a este comentario
cuidate
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