domingo, marzo 09, 2025

Materia

 Nadie puede escapar a la cantidad de horas que tiene en el día, ni salir de su cuerpo o multiplicarse, ni aprender antes de tomarse el tiempo. Solo podemos hacer y estar, una y otra vez. Aun así, es ineludible nuestro comportamiento. Podemos tener miles de personas a nuestro alrededor, pero a pesar de ello dedicarle horas definidas a estas. Podemos elegir tener relaciones superficiales y raudas, como también pocas e intensas. Logramos mantener, como también alejar. Todo dentro de una cajita de existencia. Tan profundo y escaso. Quizás a eso se refiere el karma, pero pareciera que hay personas que engañan a las posibilidades. Algo en esas limitaciones nos calman, nos dan algo de justicia. Jugamos con las ficciones que deseamos, unos que se ponen en un escenario para ser aplaudidos y otros en una mesa en la esquina sin perder el rastro de mirada de quien nos acompaña. Quisiera cerrar esta cajita con historias, atraparte en un recuerdo lejano, un aprendizaje necesario... esperar los días que siguen, que 30 años se coman estos 3 contigo. Que la deuda haya quedado en cero, para que escribas la historia que necesitamos todos. Ya no quiero más esa materia que palpita dentro de mi pecho hasta explotar, como si la pena fuese una infección inflamatoria que anuda mi garganta y estomago. Vete, que no te sigo. Vete a reclamar lo que jamás va a ser tuyo. Mientras tanto, convencida de ser una mujer libre ante un amor inexistente, puedo retirarme a la próxima cajita, llena de horas, llenas de posibilidades...