sábado, septiembre 14, 2019

¿Aló?

Que curioso es revisar este espacio, ver lo que pensabas hace unos años y notar qué estaba en el centro de tu propia vida. Ahora leo y todo tiene que ver con política, con ser soñadora, con debates que van más allá de mi misma, lo cual no me sitúan en la soledad. Quisiera decir que la depresión se ha acabado, pero estacionalmente se iluminan sus resabios. La única diferencia es que ahora me siento orgullosa de quien soy, porque quizás empecé a hacerme otras preguntas, porque encontré a mis amigas, porque no las obligué a quererme, porque tan sólo nos empezamos a tratar bien. Corté lazos que me automutilaban, lazos con gente que generaba juicios que me hacían autodespreciarme, que me hacían pensar que el ser humano es egoísta, que busca solo el beneficio individual, que dentro de la selección natural yo era el ser vivo más débil. Dejé de esperar que los demás me trataran bien o fueran los sueños que tenía, porque comencé a darme cuenta que los sueños eran para mí y cree a esa persona con la cual ahora me siento contenta. Esa imagen actual que tengo de mi misma es la que ha derrocado a la sombra de la depresión, que la ha derrocado a falta de pastillas y tratamientos burocráticos. Me volví enormemente feliz... increíble resultado para una depresiva. Como diría Bob Dylan, quizás la gente no se busca a sí misma a lo largo de la vida, sino más bien se crea a sí misma. 
Ahora la casa está llena de amistades, ahora hay almuerzos y risas, ahora hay margaritas en la sonrisa que veo todas las mañanas. 
Quizá sabotear mi propio intento de suicidio fue la mejor oportunidad que me di a mi misma. Quizás eliminar la violencia en tu vida cotidiana es mejor que una porción de diazepam.  

Divagaciones sobre discusiones del baúl de los recuerdos

Yo solía tener un amigo muy de derecha (pro kast) cuya última frase que le aguanté fue "la gente de izquierda siempre se victimiza". Esa vez resolví el tema con un "sabes, no tengo por qué ser amiga tuya", pero siempre me ha quedado dando vueltas esa frase. El socialismo utópico y científico (como lo dividen en ocasiones) parte preguntándose por qué hay reyes y esclavos, burgueses y proletarios, por qué unos viven en la opulencia y otros en la miseria. Y esa es la principal pregunta que se resuelve cuando se discute sobre la propiedad y los medios de producción. Entonces me pasa cuando se discute sobre el método y la estrategia para acabar con ese sistema, y solo se reduce como contrargumento que "el socialismo busca generar un capitalismo de estado", se salta lo fundamental, las luchas de clases, las luchas para terminar con un sistema reproductor de desigualdad y miserias. Cuando se salta esa parte llegamos a un "la izquierda se victimiza", cuando en realidad no existe una victimización, sino una visibilización de que la lucha se da y esta es reprimida.

Por otro lado, si hablamos de método y estrategia, podemos considerar que hay un sin fin de luchas, que no parten de lo individual, sino mirando el colectivo. Hay muchas luchas que pueden ser discutidas en su estrategia, en este caso me quedo con una frase de Vanzetti dirijida a Elizabeth Glendower Evans como lineamiento hacia esa estrategia "todo lo que es ayuda para mi sin perjudicar a los demás es bueno; todo lo que ayuda a los demás sin perjudicarme a mí también es bueno, todo lo demás es malo. Busca su libertad en la libertad de todos, su felicidad en la felicidad de todos, su bienestar en el bienestar universal". Cuando la lucha consiste en el bienestar, en la felicidad de todos, del derrocamiento de la obligatoriedad de estar subyugado, nadie es una víctima hasta que la mano que oprime te quita tu dignidad y vida. El camino a ese momento son múltiples, llenos de responsabilidades, lleno de errores, porque detrás del método hay personas, gente que debe derrocar la dominación en sí mismo, gente que tiene un desafío enorme que requiere tanto de creatividad como inteligencia. Pero la lucha de clase no es un método estricto, se realiza en el cotidiano, en las rupturas del pensamiento, en las reflexiones. Se realiza en el arte, en una conversación, en cada instancia que sirva para cambiar esto. Las condiciones materiales es una parte relevante de la construcción de esta diferencia, pero hay otros frentes, siempre han existido. En todos ellos existen formas de acción, la cual genera olas y olas de cambios y transformaciones, desde cada lugar en el mundo, en cada posición en las estructuras sociales.

Puede que la izquierda se haya fragmentado en esta multiplicidad de métodos, pero creo que hay algo claro para muchos, que cuando existe un luchador oprimido y mutilado, este no se debe olvidar.